CAPITULO XII ¡BUENAS ENERGIAS!

ALEXANDRA

El fin de semana paso rápido, muy rápido para mi gusto. Pero logré descansar además de pulir algunos detalles de la propuesta para presentársela a Ryan y luego poder enviarlas al grupo Storne.

Me levanto de la cama no sin antes darle gracias a Dios por el nuevo día y pedirle salud para mí y mi familia. Normalmente, me despierto antes de que mi despertador suene, ya no lo necesito realmente porque ya mis ojos se abren siempre a la misma hora cada día, pero lo coloco por si acaso.

Voy al baño a hacer mis necesidades, me lavo la cara y cepillo mis dientes. Vuelvo al cuarto me quito el pijama y busco mi ropa de deporte para iniciar la rutina de ejercicios del día. Hoy lunes, brazos y espalda.

Una hora después entro a la cocina a preparar un nutritivo desayuno… huevos al vapor, tostadas con aceite de oliva, tomates asados y pasta de aguacate. De tomar, Jugo de melón para hidratarme, y mi respectiva taza de café.

Llevo mi plato al comedor y me siento a disfrutar mi comida, con calma como me gusta porque aún es temprano. Después de terminar recojo, lo llevo a lavar a la cocina y me encargo de dejar todo limpio. Luego voy a mi habitación selecciono mi atuendo para hoy, una falda gris tipo lápiz un poco más abajo de las rodillas, una blusa tres cuarta negra con mangas en gris y dos botones en los costados y zapatos de punta negros.

Voy al baño, me desvisto y me meto a la ducha. Lavo mi cabello, me aseo el cuerpo y salgo me envuelvo el cuerpo en una toalla y coloco otra en mi cabeza.

Me detengo en el lavado, para cepillarme los dientes y quito la tolla de mi cuerpo mientras entro a la habitación, busco la crema corporal? Aplico un poco en mi mano y la paso por todo mi cuerpo para hidratarlo, termino y me coloco desodorante, colonia, y estoy lista para vestirme.

Saco un juego de ropa interior negra de la primera gaveta y me la coloque, y procedo a sentarme en la cómoda para secarme el cabello. Tomo el secador he inicio la tarea. Cuando estoy conforme me levanto para vestirme. ¡¡Como todos los días me miro al espejo aun en ropa interior… ¡no olvides quién eres Alexandra y lo qué esperas de ti misma!! Veo mi cicatriz más grande, siempre he pensado hacerme un tatuaje que la cubra, pero no he hallado el momento, aunque lo tengo seleccionado hace mucho. Me separo del espejo y procedo a vestirme.

Ya lista me coloco un poco de labial, lápiz para resaltar un poco las cejas que ya me están pidiendo mantenimiento y rímel en las pestañas. Es todo lo que uso. Lista. Me miro al espejo, y quedo satisfecha. ¡¡Vamos por todo Alexandra!!

Tomo mi portafolio, mi celular y mi cartera y salgo de mi apartamento en busca del ascensor. Lo pido, espero unos segundos, se abren las puertas y entro. Al llegar a planta baja, saludos a Thomas quien me mira con aspaviento y me devuelve el saludo. Me dirijo a mi automóvil. Cuando estoy por entrar llega George como todos los días.

. – Buenos días, Alexa – me mira de arriba abajo con discreción, no era una mirada lasciva, era de admiración, por lo menos eso le agradezco – tan hermosa como siempre… - me mira inquieto pensando que lo que dijo me va a ofender - y es un cumplido.

. – Buenos días, George – le sonrió normal – gracias, tan adulador como siempre.

. – Nada que ver, ¿cómo podría ser adulador frente a ti? Nadie en su sano juicio lo haría – me mira – ¿dudas de tu belleza Alexa? - me pregunta serio.

. – No, y dejemos el tema – le digo también seria pensando que quiere ir más allá de lo que debe.

. – Oh por favor no te enojes conmigo, no fue mi intención incomodarte. Diablos todos los días meto la pata y termino pidiéndote perdón, como siga así terminaras en un santuario como la beata “SANTA ALEXA” – suelta de pronto.

Realmente no me esperaba eso y no pude evitar soltar una carcajada con semejante ocurrencia. ¿Santa? y menos a beata llegaría yo jamás!!

. – En serio George, por Dios, tú y tus cosas – le digo limpiándome una lágrima que salió a causa de la risa. Cuando lo miro él está con los ojos como platos mirándome como si fuera un bicho raro. ¡Otro más! ¡En serio, Deberé empezar a reír más!

. - Alexa… - sigue allí embobado. Ya, hora de despedirlo.

. – Olvídalo George, soy de carne y hueso sabes, y si, se reír – le chasqueo los dedos frente a la cara para que salga del trance.

. – Jajaja cierto, solo que jamás lo había visto y bueno…. – levanta las manos al aire – que te puedo decir, ¡soy culpable!

. – Entonces te pondré una penitencia, Umh a ver… - hago una pausa imitando que estoy pensando – ya, ¿qué tal, 1000 ave María y 1000 padre nuestro? – Vuelvo a reír al ver su cara - ¡y de rodillas preferiblemente George!!

. – ¡Cielos, Alexa, tengo una vida sabes!! – me dice haciendo cara de aterrado.

. – Si quieres llegar al cielo, debes cumplir – me acerco a mi auto para abrir la puerta y antes de hacerlo la le digo con sinceridad y ya sería, siendo yo – Gracias George por sacarme una sonrisa bien temprano. ¡¡Sé que mi día será genial hoy!!

. – Así será Alexa. Y no tienes nada que agradecer. ¡¡¡Al contrario, yo a ti sí!! –frunzo el ceño, ¿Qué tendría el qué agradecerme? Viendo mi confusión, me dice – a veces Alexa emitimos juicios a priori sin darnos chance a conocer a las personas…

. – ¡Ummju!! – esta conversación ya tomó otro rumbo, pero es cierto lo que dice, yo lo hago a menudo, muy a menudo, por culpa de un hombre juzgo a todos. Me siento avergonzada. No es lo que me enseñaron mis padres. pero es lo que me enseñó la vida. ¡¡Creo que deberé rezar esas 1000 avemarías yo también!! Me muerdo el labio.

. – Alexa – ahora su tono es diferente, lo miro a la cara y se ve tan formal - Alexa voy decirte algo y espero no lo tomes a mal… - se queda callado como esperando mi permiso para continuar, y me quise negar pero al final asiento, nada pierdo al escucharlo, claro que si cruza la línea simplemente lo dejaré allí parado

. – Alexa, yo sé que hasta la persona más sensible puede volverse fría cuando se siente amenazada, y sé que esto lo hacemos porque hay situaciones que nos sobrepasan y creemos que no somos capaces de afrontarlos y más asumirlos, entonces se nos hace más fácil ponernos una coraza, poner barreras y volvernos impermeables e indiferentes a cualquier emoción o sentimiento - Me mira directo a los ojos - yo puedo ver más allá de lo que tú quieres mostrar Alexa – ya tengo un gran nudo en la garganta, no quisiera seguir escuchándolo pero sencillamente no me puedo alejar – porque cuanto más gruesa es la armadura, más frágil es el ser que la habita y sin duda quizás tu coraza es gruesa y te protege de la persona que quiso destruirte pero si no la dejas caer, te aislará también de las personas que pueden amarte… - ¿pero este hombre qué es? – Aun tienes una vida por delante Alexa, vívela, ser frágil no significa ser débil.

Estoy echa un manojo de nervios, este hombre con sus palabras a tocado una fibra sensible de mi ser, y lo peor es que nada de lo que ha dicho es mentira, es cierto, quiero aparentar ser fuerte, fría, insensible, colocándome mil armaduras, haciéndome creer que nada me afecta pero la realidad es que si me afecta, me afecta que me vean superficialmente aunque sea eso lo que yo he buscado con cada muro que he levantado ante todos, me afecta estar sola, me afecta vivir atrapada por el miedo, con el fin de mantenerme cerrada al dolor, pero aun así sigo sufriendo, me afecta, me afecta tanto que siento no poder soportarlo.

. – George… - murmuro su nombre, sin poder verlo la verdad no sé ni qué decir, mis ojos están nublados por las lágrimas, me siento expuesta, analizada sin mi permiso, me siento confundida - Debo irme – abro la puerta de mi auto, me siento y volteo a mirarlo - Te agradezco nuevamente.

. – No hay nada que agradecer, estaré por aquí Alexa y por favor, no dejes de sonreír – me dice con una gran sonrisa, hoy particularmente se ve más feliz y lo transmite, no hay razón para ofenderme con él, le devuelvo la sonrisa - chao, hasta la tarde. ¡Disfruta tu gran día Alexa! ¡¡ Sé feliz y Cuídate!!

. – Claro que sí, tu igual – cierro la puerta y enciendo mi vehículo. Espero unos minutos mientras miro al frente, a la nada y todo a la vez... luego arranco, antes de salir del condominio siento la necesidad de tocarle pito a George que camina a la recepción, él levanta su mano por sobre su cabeza haciéndome sonreír, él también está sonriendo, lo veo en su perfil. realmente fueron demasiado sabias sus palabras tanto, que, así como me hizo reír también me ha hecho llorar.

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