CAPITULO VI CONFLICTO EMOCIONAL

MAXIMILIANO

Ha Pasado más de una semana desde mi encuentro con la mujer del restaurante. Después del desagradable desplante y la peor humillación que he vivido, trate por todos los medios en dar con ella. Frecuenté el restaurante para obtener sus datos, pero no logré nada. Son bastantes discretos en ese lugar, ni aun cuando le ofrecí dinero al administrador con el fin de que me diera la información que necesitaba, logré algo. El hombre solo me dijo que ese día quien había reservado fue el acompañante de ella. Ósea no tenía como saber quién era o donde buscar a esta mujer que de ningún modo he podido sacar de mis pensamientos. Pero, no pierdo las esperanzas, sé que la voy a encontrar como que me llamo Maximiliano Storne.

Estoy tan concentrado pensando en la tal Ana, que no escuche cuando la puerta de mi oficina se abrió y entro Christina. imaginse, se había quitado hasta su vestido y se ha quedado en ropa interior apoyada en mi escritorio y yo ni cuenta me había dado hasta que me habló.

. – Hola guapo - volteo en mi silla y la miro. ¡Jesús! Es realmente hermosa, buen cuerpo, claro no tanto ni tan natural como el de Ana. ¿Pero qué demonios? Desde cuando ando comparando a mi mujer con una mujerzuela barata y además, ¿Cuándo coño he visto a esa mujer desnuda para hacer tal comparación? A bueno si, solo en mis sueños, pobre tonto que soy. Me levanto, voy hacia ella y me coloco detrás.

. – Hola preciosa, que bueno que viniste - la sujeto justo como está, bajo sus pantis y procedo a abrir mi pantalón, bajar la cremallera y sacar a mi amigo que ya está más que listo para el juego y la penetro.

. - Ah…- gime ansiosa

. - Si, ahhh, se siente bien - sujeto su cabello y empiezo a embestirla con fuerza una y otra vez. Quiero disfrutarla como siempre, pero hay una mujer que invade mi mente, que deseo tener así en este momento, Ana… Inmediatamente, me acelero al pensar en ella. Ella, es ella a quien deseo tenerla así, de embestirla duro y fuerte, rápido, haciéndola gemir y pedirme más. Ana, Ana. ¡Ahhh Maldita sea! La escucho gemir y gritar y me sigo moviendo como loco dándole y dándole. Cuando Christina se corre gritando de placer y me voltea a mirarme ofreciéndome otra posición, vi su cara y me perturbo totalmente, ¿Qué carajos?. Salgo de ella y me subo los pantalones que casi han caído a mis pies. ¿Qué demonios me está pasando, acaso es porque no me la he podido tirar, por eso esta obsesión de tenerla en mi mente hasta en los momentos de intimidad con Christina? ¡Me estoy volviendo loco, esto no es normal!

. – ¿Qué pasa amor? - me pregunta Christina con asombro, jamás me había quedado a mitad del acto, que bochorno, menos mal y ella sí pudo alcanzar su orgasmo, aunque sé que quedo con ganas de más... me siento como un estúpido.

. – Nada, disculpa preciosa – trato de no mirarla a la cara, me siento avergonzado

- Hoy debo volar a Boston y estoy algo contrariado – miento, ella no se merece esto. Noto que me mira con el ceño fruncido.

. – ¡Mmm, si tú lo dices, pero debo decirte que, aunque lo disfrute, me dio la impresión de que te estabas follando a alguien más!! – demonios ella siempre tan directa. La miro sin saber que decir - ¿todo está bien Max? Estás muy extraño.

No sabía que se podía dar cuenta, ¿cómo es que esta extraña mujer perturbo tanto mi vida? He tenido que recompensar a Christina desde que llegue por la indiferencia con la que la he tratado por culpa de Ana y su desplante. Estoy obstinado y frustrado.

. – No sé por qué dices eso, pero te pido que por favor no me malinterpretes Christina. Realmente estos días han sido de mucha presión. Sabes la magnitud del proyecto que está en desarrollo. La inversión, todo – que excusa tan absurda. Seguro ella piensa lo mismo. La miro mientras se viste.

. – Entiendo claro - dice. Pero por supuesto que no lo creyó. - te vas esta noche entonces. ¿¿Podemos vernos antes?? – me pide.

. – Si claro. Iré a tu apartamento al culminar aquí. Te compensaré preciosa. - me acerco, le doy un beso que me devuelve dulcemente y la despido.

Al cerrarse la puerta, me agarro de los cabellos con frustración, debo pensar con cabeza fría lo que estoy haciendo… me recrimino a mí mismo, que no hay derecho para que le esté haciendo esto a Christina, ella ha sido buena y leal conmigo desde que estamos en esta relación. Debo al menos ser más considerado con ella.

Con ese pensamiento decido no pensar más en Ana o buscarla o hacer nada que perjudique mi relación con Cris.

Ya voy a cumplir 40 años no soy ningún adolescente para estar con estos caprichos absurdos. Creo que ni mi hijo se porta con tanta inmadurez como lo estoy haciendo yo. Hace dos años que decidí sentar cabeza y mantenerme en una relación estable y Christina ha representado eso, ha sido mi compañera desde entonces, sin exigencias, pero con mucho respeto. Porque permito que las cosas cambien y más por una mujerzuela que quien sabe con cuántos hombres se habrá revolcado desde nuestro encuentro.

. – Hermano - escucho a Matt que interrumpe el conflicto mental y emocional en el que estoy - ¿sigues en este planeta?

. – Bueno… ¿Hoy es el día de nadie tocar la puerta??- espeto

. – Vaya ¿y ese carácter se debe a...? ¡No! – levanta la mano para frenar mi respuesta - mejor no me respondas, lo haré yo mismo. ¡¡ANA!! – Me señala con el dedo - ¿Sigues con eso viejo?

. – No lo puedo evitar Matt – asiento, admitiendo lo dicho por mi hermano - pero hoy he decidido dejarlo atrás. Christina no se lo merece ni yo tampoco – le digo tratando de sonar decidido.

. – Me parece excelente hermano, aunque no suenas muy convencido.

Bajo la mirada

. - Lo estoy, solo espero no volverla a ver ahora que regresamos a Boston… Evitaré por sobre todo ese restaurante. – ambos reímos.

. – Solo debes enfocarte hermano. Tenemos mucho en juego y debemos estar atentos para lograr escoger la mejor propuesta para el desarrollo del proyecto.

. – Sí, estoy claro con eso, son muchos los arquitectos que seguro van a presentar sus diseños – le digo emocionado, esto siempre me genera mucha adrenalina porque la inversión siempre es cuantiosa, y debemos ser bastante exigentes con lo que queremos, y escoger al mejor es uno de ellos - Vamos a verlos todos hermanos. Desde el arquitecto independiente y la empresa más pequeña a la más grande. Debemos darles oportunidad a todos.

. – Claro que si Max, ya sabemos que es cierto eso de que los mejores talentos están escondidos en empresas que aún no se han levantado del todo.

. – Así es o incluso están trabajando por su cuenta. Y vamos por ellos hermano – le digo recogiendo mi celular y llaves del escritorio - Debo pasar por el apartamento de Christina. Nos vemos a las 7:00 en el Hangar. – estrechamos las manos y salimos de la empresa.

En el estacionamiento decido ir primero a mi casa a preparar la maleta antes de irme donde Christina, de allí saldré directo al aeropuerto. Llego a casa subo a mi habitación, realmente no es mucho lo que voy a llevar porque en el apartamento que tengo allá he dejado algo de ropa para evitar la carga de equipaje. Realmente solo quería estar un rato. Saco mi celular y leo el último mensaje que había recibido de Ana.

¡Allí estaré bebe, tus ganas son las mías. Sé que estarás preparado a mi llegada. Ya quiero que estés dentro de mí!

Ana, ¡mentirosa! cierro los ojos. Definitivamente, éste capítulo debo cerrarlo, aunque no lo haya logrado en mis anteriores intentos, creo que debo ser más determinado esta vez. Decido borrar todos sus mensajes e incluso su número. Listo. Se acabó. Me levanto, selecciono algunas cosas, me doy una ducha. Me coloco un pantalón de mezclilla negro y una camisa manca larga azul rey, zapatos negros y salgo directo donde mi novia, es a ella a quien debo dedicar mi tiempo y pensamientos.

Cuando llegue al apartamento de Christina ella me estaba esperando hermosamente vestida, la mire y les cuento que esa pinta no le duro mucho. Hicimos el amor como antes, esta vez no pensé en ANA y me alegré. Me convencí de que ella solo fue una obsesión por no haberla podido tener, pero ya no me interesa, Christina es mejor que ella.

Luego de unas horas de pasión y consentirnos, salgo satisfecho, no crean que solamente en el ámbito sexual, no, me siento bien conmigo mismo y la decisión que he tomado de equilibrar nuevamente mi vida sin nadie externo que la perturbe. Inicio mi camino rumbo al aeropuerto al encuentro con mi hermano y Ethan que es nuestro abogado, socio y amigo desde la infancia.

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