17

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La habitación resulto ser pequeña, solo hay una cama en conjunto de una cajonera con una lampara que sirve de iluminación, hay una puerta en donde se visualiza el pequeño baño.

Yo me encuentro sentada en la cama de una sola plaza entre que Nicolas se encuentra sentado en el único sillón viejo de la habitación, evitando hacer contacto visual conmigo y con su típico rostro frio e indiferente fumando un cigarro que por la poca iluminación lo hace lucir como un demonio en la oscuridad mientras dice con frialdad

--Con que esposos, ¿eh?

--Mmmm…-- Carraspeo no sabiendo que responder --Se te habría ocurrido algo mejor, ¿Cómo ibas a explicar que estábamos haciendo cosas indebidas en un auto?

No responde… Y súbitamente me levanto de la cama tomando entre mis manos una de las sábanas musito

--Puedes quedarte con la cama, yo dormiré aquí...—señalo el suelo.

No responde así que tiendo la sabana en el suelo y hago ademan de acostarme, pero se levanta tomándome de la muñeca, me acerca a su pecho y yo evito mirarlo, pero mi respiración agitada me delata al sentir su olor y su transpiración caliente de su cuerpo, y el susurra…

--No hay problema podemos compartir la cama-- con su mano libre que no sujeta mi muñeca desliza delicadamente sus dedos por mi mandíbula y pasa un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, continua con voz sensual --¿No es así esposa?

Trago grueso

--Ba basta…--tartamudeo con timidez…

Desliza su mano a mi barbilla y hace que lo mire directamente a los ojos, su tono sensual, sus movimientos, su... ay, todo de él, es electrizante….

--Vamos esposa durmamos juntos…

Observo su sonrisa que me hace saber que está jugando conmigo.  Me separo de su agarre empujándolo

--¡Pervertido!

Su sonrisa se agranda.

Me vuelve a tomar de la muñeca para acercarme a él quedando nuestros labios a pocos centímetros, me observa por un instante mi cuerpo se tensa de deseo al verlo tan cerca, él se mueve poco a poco acortando la distancia de nuestros rostros aún más, cierro los ojos esperando el beso, pero segundos después una risita resuena en la habitación.

Abro los ojos encontrándolo sonriendo complacido, me suelta la muñeca y dice socarrón.

Maldito desgraciado…

--Ilusa-- Y me hace a un lado para tomar la sabana del suelo y caminar de vuelta al sillón sentándose en el mientras se abriga--La cama es toda tuya …

Me da la espalda acomodándose en el sillón cierra los ojos y yo no refuto ya que me encuentro tan cansada y no tengo fuerzas para pelear con él, me acuesto en la cama y me abrigo con la sabana, segundos después me quedo dormida.

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Un rayo de sol se filtra a través de la ventana, con lentitud abro mis ojos adoptándome a la luz, un agarre en mi cadera me pone en alerta, abriendo mis ojos por completo con rapidez, encontrándome a Nicolas al frente dormido con suma calma, llena de nervios lo empujo provocando que caiga al suelo, un gemido de dolor se le escapa al estrellarse al suelo, yo con suma timidez cubro mi cuerpo con la sabana…

Nicolas medio dormido se trata de levantar del suelo, con su ceño profundo me mira desde el sitio

--¡¿Estas loca?!

 Le hablo con indignación

--Tú estás loco…-- Lo señalo: --¿Porque estás aquí en la cama?! --Me retraigo entre la sabana.

Suelta un gemido adolorido se levanta del suelo, me lanza una mirada fría entre que responde

 --En la mitad de la noche hacía mucho frio, así que no pude evitar pasarme a la cama-- le lanzo una mirada asesina, el me reprocha: --¡El frio me estaba matando!

Mi mirada liquidante se intensifica con mi ceño profundo, bufa, cruza sus brazos, yo lo confronto

--No, no deberías dormir en la misma cama de la prometida de tu mejor amigo, ni porque el frio te esté matando…

Una risita sarcástica se le escapa, como un depredador me mira con altivez como si yo fuera una sumisa ante su dueño y con lentitud empieza a acercarse a mi subiéndose a la cama provocando que yo me contraiga ante cada acercamiento de su parte, hasta que finalmente choco con el respaldar de la cama, su rostro queda al frente de mi a pocos centímetros, trago grueso, el con sensualidad pasa un mechón de mi cabello detrás de mi oreja provocando que con su toque mi cuerpo tiemble, hace ademan de continuar acercándose, cierro mis ojos pero, una risita me hace abrirlos, él se levanta con suma tranquilidad dejándome expuesta, dice con simpleza

--No, ni te preocupes, ni siquiera eres mi tipo, el tipo de Adam sí, pero el mío no-- Me da la espalda poniéndose su chaqueta --Nunca estaría contigo ni, aunque me ofrecieran un millón de dólares…--Camina hacia la puerta, musitando con tono frio dando por sentado el tema: --Salimos en 5 minutos…

Caminando con victoria, sin embargo, un suspiro de indignación se me escapa y antes de que salga lo contraataco

--Pues yo tampoco estaría contigo ni, aunque fueras el ultimo hombre del planeta…-- enfatizo con mi tono -- ni aunque me dieran un billón de dolarés

Él se detiene en seco, me voltea a mirar, una sonrisa de lado se le forma en los labios, en su rostro se fija “¿Ah sí? Pues ya lo veremos preciosa”

Y en silencio sale de la habitación…

Bien Andrea 1, Nicolás 1

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