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Quizás haber retado a un desconocido no fue la mejor idea, pero aquí estamos en una habitación alejada con pequeñas lámparas tenues que la alumbran.

Me tira en un sillón como un salvaje, grito con todas mis fuerzas sabiendo que nadie puede escucharme porque esta habitación está muy alejada, el me mira con mucha frialdad mientras se sienta en uno de los sillones al frente de mí con sus piernas ligeramente abiertas y sacando un cigarrillo da una calada en silencio sin dejar de hacer contacto visual.

Me levanto en un movimiento rápido hacia la puerta y giro la manilla una y otra vez en gesto ansioso ya que esta no se abre y la golpeo repetidamente con una de mis manos gritando a viva voz

--¡Ayuda por favor un hombre me ha secuestrado!

Una risita ronca sale de los labios del chico mientras musita soltando el humo del cigarrillo

--Ilusa…

Escucho como se acerca a una mesita que está en la mitad del pequeño salón y suena la bebida siendo puesta en un pequeño vaso.

Me giro apoyando mi espalda en la puerta cerrada, veo como el hombre me mira con sus ojos azules sin emociones mientras bebe una especie de bebida con suma tranquilidad…

Yo le digo tratando de mantener el control en mí misma diciéndole con tono intimidante

 --¡OYE! --El enarca las cejas mientras continúa fumando su cigarro: --¡¿PODRÍAS DEJARME SALIR?!

Niega con la cabeza y me responde con suma ironía y con falsa inocencia

--¿Ya quieres irte?, pero si aún no hemos empezado a divertirnos.

 Volteo los ojos

--Yo no me divierto con pervertidos.

El chico vuelve a soltar una risita seca, se pone de pie caminando hacia mí con paso imponente, y me acorrala contra la pared poniendo sus manos a mis costados no permitiendo moverme…

Se acerca mucho a mi logrando oler su aroma que inunda por completo mis fosas nasales, es un olor a un perfume de hombre en conjunto con sudor, haciendo que me nuble completamente los sentidos por un instante.

Me muerdo el labio inferior disfrutando su delicioso olor, entreabro un poco mi boca al ver como se acerca a mi oído para susurrarme con su voz ronca

--Eso ya lo veremos--Camina hasta el sillón, se sienta con total sosiego, teniendo el control de la situación, mientras dice con mucha seguridad --Ninguno de los dos saldrá por esa puerta, hasta que me abras tus piernas y te haga muchas cosas obscenas—detalla mi cuerpo, recorriéndolo con detenimiento-- Claro, pero porque tu misma me des tu consentimiento…

--Jajaja esto debe ser una maldita broma—la ironía en mi tono. El chico levanta sus hombros tranquilos manteniendo su mirada fría--¿Acaso eres un psicópata loco pervertido? ¡esto es secuestro! Puedo demandarte por eso.

El hombre me mira con su mandíbula tensa al escucharme.

--Hazlo y veras lo que puedo hacer con mi poder…

Niego con la cabeza frenéticamente, la certeza en mi tono

--Eso no va a pasar…

El chico mira a un punto de la habitación mientras se quita su chaqueta, y ahora me doy cuenta que debajo de su chaqueta no estaba usando nada, por lo que su pecho queda descubierto permitiendo visualizar sus pectorales y abdomen bien marcados con algunos tatuajes

--Tres minutos—su voz ronca. Siento como una especie de hormigueo y una sensación placentera se forma en mi vientre al ver a este hombre escultural al frente de mi…

-- ¿tres minutos qué? —le pregunto confusa…

El chico apoya sus brazos al costado, dice con convicción: --Tres minutos son los que tendré esperar para que abras …--Hace un movimiento con su cabeza señalando mis extremidades inferiores: --Esas maravillosas piernas.

Volteo los ojos mientras camino con mucha seguridad hacia el sillón sintiendo su mirada fría sobre mí, una sonrisa falsa se forma en mis labios mientras me siento cruzando mis piernas, viendo como el hombre observa atentamente mis movimientos, me reclino un poco dándole una mejor vista de mis piernas. Y entonces hablo con ironía

--Aparte de pervertido---Quito mi cabello en un movimiento sexy --Completamente iluso.

Ambos nos miramos escaneando cada parte descubierta de nuestros cuerpos, siento con claridad como una sensación de deseo se acumula en mi cuerpo, el chico continúa mirándome mientras yo trato de resistirme a esta sensación nueva, pero no lo logro porque me muerdo el labio inferior sin poder controlarlo.

Una sonrisa maquiavélica se forma en sus labios sabiendo que con solo su mirada ya está logrando hacerme caer, trato de apartar la mirada,

¡Resiste! ¡Andrea se fuerte!

Pero no puedo hacerlo, su mirada es tan penetrante que hace que quiera continuar mirándolo para apreciar esta sensación. Quema y placentera, así es como percibo mi parte prohibida se ha convertido en mi contra ahora mismo.

No sé cuánto tiempo ha pasado, pero mi respiración se desborda y mi pecho sube y baja agitándose, al ver esto su sonrisa se hace más amplia…

--Bésame … --Es lo primero que musito. Una sonrisa triunfante en sus labios, muevo mis piernas en gesto ansioso--¡Bésame ya!

Y sin esperar más el completo desconocido se abalanza sobre mí, poniéndome de pie tomando el control de mis labios, torpemente sigo sus movimientos mientras paso mis manos por su cuerpo, El hombre me detiene, me tira en el sillón se acerca rompiendo en un movimiento salvaje y primitivo el vestido de mi amiga y me retira la tela para tirarla al piso, admiro cada acción de su parte.

Andrea ¿qué estás haciendo?, ¡Ay Andrea! ¿Qué mierdas estás haciendo?

Salgo de mi cavilación al sentir como el chico rudo pasa su lengua en cada parte de mi piel dejándola húmeda por cada rincón, un jadeo muy similar al de la chica del baño se escapa de mis labios…

Mi mente me reprocha: ¿Andrea, tu autocontrol?

“Solo por esta noche mi autocontrol se fue muy lejos”

No sé qué hacer, bueno tampoco es que sepa mucho acerca de esto, solo se lo básico (es decir lo que he leído en libros) y mi deficiente conocimiento deja que él tome el control ya que parece alguien muy bien amaestrado en el tema

Sus labios en mi cuerpo, tiemblo debajo de su figura. Una sensación de libertad y rebeldía se forma en mi interior, por primera vez en mi vida estoy contradiciendo todas las reglas y dichos que mis padres consideran pecaminosos, y lo estoy haciendo con un completo desconocido…

Pero luego una sensación de tristeza y de lógica me zumba en mi cabeza, y aparece la cara de mi madre mientras me mira con mucho enojo e ira mientras me dice una y otra vez todas las reglas que debo mantener y obedecer…

Lagrimas se forman y empiezan a salir sin poder controlarlo…

¿Qué estás haciendo Andrea?

Mamá y papá no estarán orgullosos de esto.

Y lo peor de todo es que estoy disfrutándolo, estoy disfrutando estar debajo de este hombre desconocido. Estoy disfrutando estos actos pecaminosos con este hombre desconocido.

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