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2 horas después…

Adam está usando su cinturón de seguridad mientras conduce por las calles poco iluminadas, creo que ya llevamos 2 horas en la vía y el pueblo ya ha quedado atrás, hemos pasado algunos pueblos vecinos, pero aún no llegamos al lugar….

El silencio es palpable, no hemos musitado palabra desde que salimos de mi casa, y esto hace que el ambiente se torne muy incómodo…

Giro mi rostro hacia la ventana mientras toco mi cuello en gesto nervioso, escucho a Adam carraspear mientras con la iluminación interna del vehículo tamborilea sus dedos en el volante.

Y entonces de repente decido hablar para cortar el ambiente tenso, pero Adam ha tenido la misma idea, porque hablamos al mismo tiempo, pero frases diferente, yo pregunto

 --¿Dónde vamos?

Mientras que Adam

--¿Estas bien?

Nos detenemos, girando nuestro rostro para observarnos y soltar risitas al mismo tiempo al ver cómo nos hemos sincronizado. Se hace un corto silencio, pero de repente hablamos sincronizados de nuevo

--Tu primero…

Volvemos a reír…

Adam gira su rostro hacia a mí y me dice con una sonrisa amable

--Tu primero, princesita… --Sonrío tímida ya que ese se ha convertido en mi apodo, de su parte.

Le pregunto

--¿A dónde vamos?

El responde con su mano en el volante y sus ojos fijos en el camino

--Quiero mostrarte mi lugar favorito…

Hago otra pregunta con rapidez al escuchar su respuesta

-- ¿Y eso es en? Adam sonríe girando leve su rostro hacia mí\, me dice negando con la cabeza

 --Si te lo dijera se perdería la sorpresa…Asiento y continuo

 --Te toca …La pregunta con preocupación

--¿Estas bien? te noto algo tensa

Respondo a la velocidad de la luz

--Si, lo estoy, estoy muy bien…

Adam asiente comprendiendo. Y de nuevo el silencio incomodo llena el auto…

Un bufido por su parte resuena después de algunos segundos y detiene el carro abruptamente a lado de acera para nada transitada, me tenso por completo. El apaga el vehículo y se gira hacia a mi diciendo

--Se que es repentino, y todo esto--nos señala--está pasando muy rápido, pero…

Se saca el cinturón de seguridad para ponerse más cómodo

--Pero el día que te vi en la biblioteca me enamore por completo de ti, créeme que yo tampoco estaba complacido con la idea de comprometerme y casarme con alguien que jamás había visto en mi vida…

Hace una pausa pasando una de sus manos por su cabello negro y sigue hablando con rapidez

--Pero el día que te vi por primera vez, fue hechizante, me enamoré de tu espontaneidad, del hablarme con facilidad, de cómo tus ojos brillaron cuando me contabas de tu libro favorito, pero ahora míranos aquí, todos tensos e incomodos…

Termina de hablar y toma una gran inspiración para recuperar el aire que se fue durante su discurso rápido que en conjunto con su traje de esmoquin no combinan…

Suelto una risita llamando su atención, me observa con su ceño fruncido, acerco mi mano lentamente a su cabello para rozar mis dedos, esto le toma de sorpresa, pero susurro débil en forma de halago

--Mi chico bueno.

(Él es mi chico bueno)

Hago una pausa, pero continúo rozando mis dedos

por su cabello, descendiendo a su mejilla y le vuelvo a susurrar

--Eres mi chico bueno…

Sus cejas se fruncen con confusión, pero después

su semblante nervioso se disipa regalándome una sonrisa, pone su mano encima de

la mía, cierra sus ojos disfrutando de mi toque en su piel.

Y entonces se acerca a mi robándome un beso dulce

de los labios, es un beso tierno e inocente para nada lascivo ni lujurioso,

solo saborea mis labios lento, pero sin nada sexual, solo con cariño, como

siempre lo hace…

Se separa y con su sonrisa habitual me dice con cariño

--Te mostrare mi lugar favorito, no dejare que nada nos interrumpa…

Saca su teléfono de su chaqueta de esmoquin, presiona el botón “APAGAR” y lo tira al asiento trasero, me vuelve a mirar y me susurra

-- Tendremos una maravillosa noche\, lo prometo…

Se vuelve a acomodar en su asiento con aire emocionado ubicándose el cinturón de seguridad, gira la llave para encender el auto, pero…

Este solo hace un pequeño sonido tratando de encenderse.

La sonrisa de Adam se corta al instante y vuelve a tratar de encenderlo, pero el auto no lo hace. Una sonrisa forzada se hace en él, y vuelve a intentar encenderlo, pero de nuevo no sucede, y entonces decido preguntar lo obvio

 --¿Qué pasa?

Mira a un punto del panel y bufa para no soltar una maldición en mi presencia, mirándome con ojos lamentosos

 --No funciona…

Uno mis cejas y pregunto confundida

--¿Cómo?

Adam me mira con tristeza

--El auto no enciende…

Abro mis ojos con sorpresa, estamos varados en la mitad de la calle oscura.

***

Han pasado algunas horas, Adam me dijo que ha logrado comunicarse con uno de sus amigos y también con la empresa reparadora del auto…. Después de unas cuantas horas, un auto se estaciona a nuestras espaldas. Adam me da una mirada diciendo

-Quédate aquí princesa, ya regreso

Asiento y el sale del auto, el dueño del otro vehículo se acerca, escucho a Adam hablarle a lo lejos

--Gracias por venir amigo…

La voz del hombre ligeramente familiar le responde

--No es nada estaba cerca.

Y luego se escucha susurros muy bajos, decido ignorar por completo su charla y enfoco mi vista a través de la ventana mirando el cielo oscuro en el que hay pequeñas luces blanquecinas en algunas partes, me quedo admirando este cielo por un momento…

Cuando la voz de Adam a través de la ventana me vuelve a la realidad, golpeando ligeramente el vidrio me llama

--Princesita--Desciendo el vidrio--Princesita, mi amigo te llevara a casa, yo tengo que quedarme aquí con el vehículo porque pronto llegara la empresa de reparación…

--No te preocupes, esperare contigo…

Niega

--No cariño, ya es de noche, estarás segura con él, además hoy ha sido un día muy ajetreado, ve a descansar a casa…

No lo niego, tiene razón este día ha sido muy duro…

Asiento diciéndole

--¿Seguro?, ¿no quieres mi compañía?

El responde desde donde se encuentra, con amor

--Créeme que es lo que más quiero, pero será mejor que descanses, además te aburrirás aquí conmigo, ve a casa…

Abre la puerta, me saca el cinturón de seguridad y me extiende su mano para que me baje. Pero mi cuerpo se tensa al observar a su amigo.

¡AY NO DEFINITIVAMENTE ESTE NO ES MI DÍA!

Nicolás, se encuentra al frente de su auto Lamborghini caro luciendo imponente con su camiseta blanca desabotonada hasta un poco más arriba de su abdomen y su cabello ligeramente desordenado mientras juega con las llaves de su auto…

Siento mis piernas fallar conforme nos acercamos a él, Adam me guía abriendo la puerta del copiloto del auto de Nicolás antes de cerrar la puerta, se acerca dándome un beso en la mejilla y me susurra con tono de disculpa

--Lo siento por arruinar esta noche.

Niego

--No te preocupes…  Me da una sonrisa leve y se aleja cerrando la puerta. Camina hacia donde se encuentran y agudizo mi oído para escuchar lo que le dice

--Cuídala mucho, ¿sí?

Nicolás con su semblante imperturbable asiente y le dice con reproche

--¿Seguro que no quieres que me quede?

Adam niega

--No, no te preocupes, lleva a Andrea a casa, la empresa de reparación ya está cerca…

Nicolás le pone la mano en el hombro a su amigo

--Si te suscita algo me llamas vendré volando de inmediato…

Adam asiente. Nicolás le da una última mirada y camina hacia al auto demostrándome que enserio la indiferencia puede ser pasable en un individuo.

¡AY, ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDOME!

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