Me miro en el espejo usando mi vestido elegante y decente para la cena de esta noche en la que conoceré a mi futuro prometido, claro si es que logra llamar lo suficiente mi atención, hoy en la tarde no he parado de pensar en ese intimidante, frio y salvaje hombre que me hizo suya hace una noche…
Cierro mis ojos tratando de controlar mis deseos lujuriosos con ese chico que no conozco…
SOLO FUE POR ESA NOCHE—me recrimina mi mente;
ASI QUE CONTROLA TU MALDITO DESEO LASCIVO ---continua…
Salgo de mi cavilación al sentir vibrar mi teléfono con una llamada de mi mejor amiga, apenas abro la llamada ella musita con rapidez
-- ¿Ya lo conociste? ¿es guapo? ¿comestible?
Una risita se escapa de mis labios y le contesto con tono falsamente indignado
--¡Hola para ti también!
Mi amiga responde
-Si lo que sea, ¡cuentameee!
Vuelvo a soltar una risita
--No aún no lo conozco…
Me miro en el espejo manteniendo mi teléfono en mi oído mientras escucho a mi mejor amiga decir
--¡Pero apenas lo conozcas debes contarme todo!
Abro mis ojos rápidamente y musito entredientes al percatarme que he perdido algo valioso para mí
--Mierda, mierda…
EL COLLAR DE MI PADRE HA DESAPARECIDO…
Con mi mano libre toco mi cuello mientras lo inspecciono con rapidez escucho a mi mejor amiga soltar un silbido indignado
--¿Que? Donde aprendiste a maldecir de esa forma…
Vuelvo a musitar otra maldición al darme cuenta donde pude haberlo perdido mientras niego con la cabeza caminando ansiosa con desesperación por la habitación
--No no no no…
Mi mejor amiga me pregunta ansiosa
--¿Qué está pasando?
No le respondo mientras continúo moviéndome con inquietud…
No puede ser posible que lo haya perdido en ese lugar…
“SOLO POR UNA NOCHE” --- ME RECRIMINA MI MENTE
Amy vuelve a preguntar: -- Andrea ¡dime que está sucediendo!
Rápidamente musito entredientes mientras paso mi mano por mi cabello con inquietud
--Mi collar, no está, lo he perdido…
Mi mejor amiga musita
--¿QUE?, ¿Donde?
Le respondo a la velocidad
--En el bar…
Mi amiga maldice por lo bajo al otro lado de la línea.
De repente escucho suaves golpes en la puerta de mi habitación y al otro lado la voz de María
--Señorita, ya es hora, sus padres solicitan su presencia…
No se escucha ningún ruido al otro lado de la línea, carraspeo calmando mi ansiedad y respondo a viva voz desde el otro lado de mi puerta
--¡Ahora voy María!
Ella contesta
--Ok señorita no tarde porque los invitados ya están próximos a llegar.
Y escucho sus pasos alejándose por el pasillo.
Mi amiga dice al teléfono, la intranquilidad traspasándola.
--Bien escucha, a la medianoche pasare por ti para irnos al bar…
Yo musito a alta voz
-- ¡¿Estas insinuando que me escape de casa?!…
Mi amiga responde con tranquilidad
--si…
Le respondo exasperante
--¡¿Estas loca?!
-- ¡Maldita sea Andrea!
Le refuto con rapidez
--¿Todavía me preguntas donde aprendo a maldecir?
MI amiga prosigue ignorando mi comentario
--Si no quieres que tus padres se enteren que estuviste en ese lugar de pecado, debes fugarte hoy para encontrar el puto collar.
Tiene razón, que tal que ese collar llegue a las manos equivocadas y teniendo mi nombre encriptado puedan llegar a involucrarme en algún asunto…
Cierro mis ojos resignada y le respondo entredientes
--Bien, te llamare...
Mi amiga me responde con un “Ok” y yo corto la llamada.
Suelto un largo suspiro, primero que nada, la noche de rebeldía fue un grave error, jamás debí hacerlo, ahora me arrepiento totalmente.
Arreglo un poco mi peinado y aplico un poco de brillo en mis labios tranquilizándome para no levantar sospechas, me miro fijamente mientras aliso mi vestido y me animo en un susurro
--Puedes hacerlo, puedes hacerlo y puedes hacerlo…
Y fuerzo una sonrisa en mis labios…
De nuevo vuelvo a soltar un gran suspiro y salgo de la habitación…
Bajo las escaleras escuchando a lo lejos la voz de mis padres en el comedor, me acerco a ellos y mi madre me mira con dureza lo cual quiere decir “Llegas tarde” mientras que mi padre me mira con dulzura preguntando con afecto
--¿Estas lista cariño?
--Si papá…--Me siento.
De repente se escucha el timbre, los pasos apresurados de María se mueven a velocidad, miro a mi padre quien se arregla su traje y mi madre me mira intensamente mueve sus hombros poniéndolos rectos y alzando la barbilla diciendo con esos gestos que yo también haga lo mismo.En un movimiento veloz hago lo que mi madre me muestra.
Después de varios segundos en mi campo de visión aparece un hombre de unos 60 años llevando del brazo a una mujer elegante y de apariencia amable, Apenas llegan hacia nosotros mis padres se levantan con una sonrisa para saludarlos luciendo muy afables y hospedadores mientras mi madre dice muy emocionada
--¡Oh bienvenidos!
Mi padre musita con un tono más tranquilo
--Sean bienvenidos.
La pareja los saluda envolviéndolos en un abrazo como si se conocieran de toda la vida…
Mientras yo sigo sentada en mi asiento esperando que aparezca el joven “que va a hacer mi prometido” pero sin éxito, porque no hay nadie más que ellos…
Mi madre de espaldas a mí, hace disimuladamente un gesto con su mano ordenándome que me levante por reglas de etiqueta y educación mientras saluda amable a los presentes.
Terminan de saludarse y ahora la pareja fija sus ojos sobre mí, escaneando cada fibra y parte de mi cuerpo, yo inclino mi cabeza en gesto de saludo mientras mi papa dice formal
--Permítanme presentarles, mi hermosa princesita Andrea Gonzales
Mientras hago todo el protocolo “cabeza gacha, inclinación leve” digo con cortesía
--Bienvenidos…
Alzo mi vista observando que ambos asienten mirándome con aprobación y con una sonrisa…
Mi padre habla con tono formal
--Ellos son Luisa--señala a la mujer--y Alfonso—señala al hombre de cabello castaño y mirada penetrante. -- son nuestros buenos amigos y los lideres de la familia Hernández…
La señora musita con elegancia
--Hola querida…
Abre sus brazos estrechándome, le correspondo gentil. Se separa y su esposo asiente en gesto de saludo mientras me analiza con pericia.
-- Adam ¿no viene con ustedes? — mi padre pregunta con intriga…
Alfonso contesta
--Si, solo está en una llamada de trabajo urgente… --Guiña un ojo mientras continua elegante: --Ya sabes, el hombre que verdaderamente ama algo es aquel que se esfuerza por su trabajo…
Mi padre lo mira con aprobación y asiente
fascinado
--Bueno, pasemos a la mesa para esperarlo…
Los dos confirman empezando a caminar hacia la mesa sentándose frente a mi dejando a mi lado toda la fila de sillas libres.
Mis padres toman sus asientos respectivos, sentándose en los asientos de la punta de la mesa, manteniendo las reglas de etiqueta.
Mantengo una sonrisa falsa en mis labios con mi espalda recta mientras escucho la conversación de ambas parejas, cuando de repente nuevamente el timbre suena…
María camina hacia la puerta, la señora musita mientras me mira con una sonrisa ladina.
--Oh, Adam ya viene…
Mi madre hace un movimiento con su cabeza indicándome que me ponga de pie para recibir a nuestro invitado.
Lo hago, con mis nervios al borde…
Repito una y otra vez en mi cabeza:
Porfavor que sea alguien amable, por favor que sea alguien fácil de querer…
Pasos aligerados se escuchan cerca, y segundos después una figura en traje elegante negro bien acentuado al cuerpo, se muestra de a poco, mi vista asciende a su rostro…
Y todo mi rostro cae en asombro al fijarme en el rostro de la persona conocida
Mis ojos se abren con sorpresa, su sonrisa amable muestra cierto grado de que disfruta el asombro en mi rostro.
Es EL…El chico que conocí hace poco.
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