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Me obligo a volver a realidad y salir de mi lapso mental para musitarle también como si no lo conociera

 --Un gusto señor…

 Me detengo mirando a Adam entre tanto que suelto su mano, mi prometido me dice

--Rizzo, Nicolás Rizzo

Mi amiga hace un gesto de sorpresa a mi lado, la emoción la invade

--¡Oh por Dios!, ¿el dueño de cadenas multinacionales de bares y hoteles?

Giro mi rostro observándolo, el luce complacido acerca de cómo mi amiga lo ha llamado, extiende su mano hacia ella para depositar un beso y le responde

--El mismo…

Leo habla con estimación

 --Si, ese mismo es mi amigo-- Con un brazo rodea a Nicolás por su cuello luciendo como si entre ambos hubiera suma confianza, El trata de zafarse del agarre de su amigo, pero sin éxito porque Leo entre risas lo sujeta. Mi amiga musita por lo bajo admirándolo

--¡Wow!

Adam nos hace volver a la realidad, restándole importancia y hace que ambos chicos se separen al escucharlo decir firme

-- No es algo emocionante\, solo son bares y hoteles como cualquier otros…

Noto un ligero tono de “envidia” nunca antes percibida en su voz, es como si estuviera menospreciando el trabajo de su amigo.

Nicolas alza su ceja al escuchar su comentario, tensa su mandíbula, pero una sonrisa se le forma, ignora su comentario, mientras se arregla su chaqueta, y cuando le va a responder mi mejor amiga le dice a Adam

--No, no son simplemente “cualquieras”, son únicos

y tienen mucho estilo…

Lo mira de arriba abajo con mucha indiferencia

mientras cruzas sus brazos, es la primera vez que mi amiga “se mete” en

conversaciones que no le conciernen, tal pareciera como si lo estuviera “defendiendo”.

En el rostro de Adam se plasma la sorpresa al ver como mi amiga lo ha

enfrentado, y su cuerpo se tensa al no saber cómo responder ante esto…

¡Se siente la tensión en el aire!

Y entonces decido hablar tomando del brazo a Adam

--Pasemos al salón…

Poco a poco la tensión disminuye, Adam se acerca a Nicolás diciéndole con una sonrisa como si no hubiera pasado nada hace pocos segundos

--Gracias por venir.

Nicolas también como si no ha pasado nada, pone su mano en el hombro de su amigo y le responde con una sonrisa leve. Y sin más empezamos a caminar hacia el salón.

Después de recorrer el lugar ofreciendo los saludos respectivos, percibo como mis piernas me fallan al ver como Nicolás mantiene su mirada en mi desde su lugar, durante gran parte de la noche.

Adam anuncio nuestro compromiso a todos, lo cual no ayudo mucho a mis nervios porque tuve que ver tantas sonrisas falsas y venenosas al decirme “Felicidades”, luego, empecé a sentir como el corseé de mi vestido me apretaba mucho y me disculpé con Adam usando la excusa de que iba al baño.

Pero ahora estoy aquí, sentada en el piso de uno de los pasillos que casi nadie conoce y eso hace que no haya gente, me despoje de mis tacones y estoy desparramada en suelo, si Adam, sus padres o los míos me verían como estoy en este momento se alarmarían mucho.

Suelo venir aquí cuando algo me asfixia lo suficiente para poder encontrar la calma, ya que aquí es como mi refugio personal.

En gesto desdeñoso paso mi mano en mi frente, y cierro los ojos, tratando de recibir la paz que necesito, no sé cuánto tiempo pasa, pero entre soñolienta y despierta mi cuerpo se sobresalta al escuchar una voz masculina a mis espaldas preguntando

--¿Cansada?

Giro mi rostro para observar al dueño de la voz, y me levanto como un resorte al ver de quien se trata… Es el… Es Nicolás, con una copa de vino y luciendo impasible y frio a unos cuantos metros de nosotros.

Me levanto como un resorte, con mis pies descalzos que me juegan una mala pasada y sin querer resbalo en la baldosa, cierro mis ojos esperando que me estrelle contra el piso, pero esto no pasa, porque unos brazos me rodean la cintura impidiendo caerme.

Abro mis ojos encontrándome con su rostro serio mientras me sujeta, por unos cuantos segundos nos admiramos y le digo en sus brazos

--Gracias.

Pero el me suelta con rapidez como si le quemara el contacto.

Aquí la pregunta del millón es: ¿Cómo llego a este lugar?

Se arregla su traje alisándolo y sacudiendo las partes en las que me sujete.

¡Idiota!

Él se detiene y mira hacia un punto del lugar evitando unir sus ojos fríos con los míos.

--Se señor Rizzo—tartamudeo.

Gira su rostro indiferente hacia a mi pudiendo observar como un brillo se forma en sus ojos, y niega

--No, no me diga señor, solo llámame por mi apellido…

Frunzo mi entrecejo y antes de que pueda decir algo más, se acerca, dando un paso luego otro y otro más hacia el frente y conforme él se acerca yo doy pasos hacia atrás alejándome, hasta que ya no hay donde poner el siguiente paso y choco contra la pared haciendo que quedemos a pocos centímetros, mi cuerpo se tensa al percibir su olor, ese que hace que cada fibra de mi ser se estremezca.

Mi cabeza también toca la pared, y de un momento a otro él me acorrala observando mis labios, luego mi cuello, brazos y cada parte descubierta con su mirada. Y eso me hace estremecer y temblar bajo su vista penetrante.

No musita palabra, solo me observa con sumo detenimiento como si yo fuera una nueva especie de otro planeta que ha llamado su atención y se encuentra analizándome con un brillo depredador, su olor hace que mis neuronas féminas se activen haciendo que mi respiración se vuelva errática.

¡Holly Fuck !

Él acerca su rostro al mío, entreabro mis labios pensando que va a unirlos a los míos, y eso parece que hace, hasta que se inclina hacia el suelo tomando mis zapatillas entre sus manos, suelto un suspiro resignado.

Él se queda unos cuantos segundos observando mis piernas, inhala un largo suspiro como si estuviera controlándose y se levanta tendiéndome las zapatillas diciendo con su rostro imperturbable

--Pónganselas, y vaya al salón, Adam esta como un loco buscándola.

Y se gira en el pasillo dejándome completamente ardiente y hecha un manojo de excitación.  Tenerlo cerca es como un infierno, un infierno ardiente.

Al girar al pasillo y como si fuera conveniente me encuentro con mi mejor amiga, la cual apenas me ve musita

--Moni, ¿dónde estabas? Adam te busca, deben bail…

Se detiene al ver mi rostro desvariado

--¿Que sucede?

Muerdo mi labio inferior, Ya no puedo contenerlo más, necesito decirlo,

Miro para todos los lados tomo las manos de mi amiga entre las mías diciendo

--Oliv necesito decirte algo-- Ella entendiendo al instante que es algo importante me toma de la mano y me arrastra hacia una de las habitaciones. Suelta mi muñeca y dice con ansiedad

-- ¡Bien habla! Musito por lo bajo

--Es el… Mi amiga frunce el ceño sin comprender

 --¿De quién hablas?

Me quedo en silencio, pero con mi semblante le doy a entender de que hablo, ella abre sus ojos con asombro

--No, no no…

Niega con su cabeza una y otra vez

Me mira y continua

--No me digas que… Se detiene tragando grueso y carraspeando

--¡El papucho Nicolas Rizzo, el dueño de una multicadena de hoteles y bares, fue con quien perdiste tu virginidad y te hizo llorar la otra noche!

Wow, que habilidad la de amiga para descubrir todo super rápido.

Suelto una sonrisita de labios que confirma todo lo que ha dicho…

Ella maldice

 --¡Santa Mierda!

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