Me he arrepentido en ultimo minuto, ya estábamos en el rincón alejado del bar, en una habitación oscuras, Oliv y Zoé ya estaban encargándose de mi, caricias, besos, quitándome el vestido y acostando mi cuerpo en la cama, cuando mi mente se enfrió ante un pensamiento...
¿ Esto no cambiara las cosas entre Oliv? ¿Seguirán con su amistad después de esto?
Ya nos habíamos besado, intercambiado caricias y estábamos a punto de...
Las detuve, separándome...
--Yo...-- di unos pasos hacia la puerta, ambas me miraron atentas, ellas no trataron de retenerme, a pesar de su evidente deseo-- Iré al baño, sigan con lo suyo...
--Annie-- la voz delicada de Oliv me detuvo, se notaba la debilidad en su tono --¿todo bien?
La duda en su rostro, supe al instante que ella estaba pensando que después de esto podría perderme, perdería a su mejor amiga, estaba preguntando sobre el hecho que si las cosas estaban bien en las dos.
Sonreí y le dije con calma...
--Todo bien...
Y entonces salí de la habitación...
Necesitaba refrescarme, por lo que fui al baño, entro, me detengo observando mi rostro ebrio en el espejo, paso las manos por mi cabello tratando de acomodarlo y respiro con calma...
--Ha sido una mala idea, tu-- me señalé a través del espejo-- No deberías estar aquí-- me auto reproché-- Volvamos a casa...
Voy hacia la puerta con decisión para macharme, camino por los pasillos pero antes de que pueda girar hacia la salida, choco con una figura.
--Ah lo siento-- me excuso...
El hombre se tambalea de un lado al otro, por el licor pero a pesar de todo se excusa
--Yo lo siento-- se toma la cabeza, entre que se tambalea-- parece que he tomado de más...
Lo miro con atención y la sorpresa me llega, el mismo chico que me defendió hace poco, la preocupación tiñe sus facciones...
--¿Estas bien?, ¿no te has hecho daño?-- esta actitud hace contraste con la actitud fría e intimidante de hace rato...
Lo miro atenta, mientras me examina con cuidado...
--Oh-- me reconoce-- tu, parece que siempre te metes en problemas, ¿necesitas de alguien que cuide de ti?
Lo miro de frente, las cervezas que me he tomado vuelven a hacer efecto, es guapísimo, sus facciones y todo, con mucho cuidado, coloco una de mis manos en su mejilla y con la otra perfilo su rostro, el crispa y se sorprende es como si por primera vez alguien lo haya admirado con tanta devoción...
--Eres hermoso...
Coloca su mano en mi cintura, mientras yo continuo admirándolo, con delicadeza acaricio su rostro...
El poco a poco se acerca a mi, yo también y nos fundimos en un beso.
Salvaje pero cariñoso a la vez...
Rodeo mis manos por su cuello y profundizo el beso.
El hombre se separa, me toma de la muñeca y me lleva por los pasillos pasando por las puertas hasta que nos detenemos en la del final, entramos en la habitación, al cerrarse la puerta, el hombre me dirige a la cama, nos besamos, nos tiramos, yo quedo encima de el, me separo para sacarle su chaqueta y volarla lejos, como una desesperada, una nueva faceta que no conocía de mi, mientras el se encarga de bajarme las tirantes mi vestido y besarme arduamente.
Intento mantener el control( cosa que no tengo idea como hacerlo porque jamás lo hecho) pero el hombre no me lo permite, ahora soy yo quien queda debajo de el, una risita se me escapa, el hombre baja mi vestido hasta la mitad dejando la parte superior al descubierto, besa mi cuello entre que acaricia otras partes, jadeos en la habitación, el hombre desciende entre besos por mi cuello, tórax, abdomen, justo a mi parte prohibida, juega con la tela de mi vestido antes de deshacerse completamente, tirándolo lejos en la habitación.
El hombre me mira atento, cada piel expuesta, cada detalle, siento que hasta examina el mínimo lunar que tengo...
--Eres magistral...
Se coloca entre mi pierna, en mi área sensible, un gemido de placer al sentir como juega con la pieza de tela...
--Esta noche cuidare de ti--- me besa en mi piernas, me arqueo de satisfacción, intento apartarlo al sentir esta nueva sensación, pero el me sujeta de las muñecas inmovilizándome-- tanta belleza inexplorada, merece ser admirada...
Andrea ¿qué estás haciendo?, ¡Ay Andrea! ¿Qué estás haciendo?
Salgo de mi cavilación al sentir como el chico pasa su lengua en cada parte de mi piel dejándola húmeda por cada rincón.
Mi mente me reprocha: ¿Andrea, tu autocontrol?
“Solo por esta noche mi autocontrol se fue muy lejos”
Solo por esta noche-- me prometí a mi misma-- Y luego volveré a mi aburrida vida normal.
Me aferre a él, clavando mis uñas en su espalda y deje que cuidará de mi toda la noche...
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