Camino por el lugar alumbrado con tenues luces que cambian de color al ritmo de la música, alrededor también hay mucha gente bailando mientras sincronizan sus movimientos a la bachata que resuena.
Llegamos a la barra y lo primero que llama mi atención es que detrás de ella hay algunos hombres los cuales solo están usando pantalones jeans teniendo sus pechos descubiertos mientras les sirven a las personas sus bebidas…
La sorpresa me invade, volteo mi rostro con rapidez--¿Porque ellos…--Los señalo desviando la mirada -- no están usando camisa?
Mi amiga suelta una risita, los mira como si fuera lo normal del mundo
--Porque ese es su uniforme de trabajo…
Oh, eso es nuevo, jamás en mi vida me hubiera imaginado que un uniforme de trabajo solo consistiera en un pantalón jean rasgado.
Pero luego mi atención se fija en una chica mona que nos sonríe de oreja a oreja, miro a Olivia confundida
--An te presento a Zoé…
Señala a la chica muy emocionada y con un brillo espectacular en sus ojos…
La chica me sonríe amable y corre a estrecharme en sus brazos
--¡Encantada de conocerte!
Le correspondo el abrazo
--¡El gusto es mío!…
Y nos sentamos en la barra del lugar, Olivia alza su mano llamando la atención de uno de los chicos semidesnudos
--¡2 cervezas grandes por favor!
Me mira preguntándome que quiero, yo le digo con timidez
--Solo agua.
Mi amiga bufa ante mi respuesta, mira al chico y dice ignorando mi comentario
--¡Que sean tres cervezas!
El chico asiente y se va con el pedido, musita entredientes
--Si quieres tener acción esta noche, tienes que tomar grandes cantidades de licor—Me acomoda con rapidez --No luzcas tímida, aplica algunas de las reglas de etiqueta aquí, cabeza alta--toma mi mandíbula para enderezar mi cabeza gacha. Da dos golpecitos en mi espalda y continua: --Espalda recta-- Enderezo mi espalda curvada--Y luego da dos golpecitos en mis piernas mientras continua: --Entrelaza tus piernas
Obedezco entrelazando mis piernas una sobre la otra, lo cual hace que el pequeño vestido deje ver mis piernas. Le susurro
--No creo que eso funcione…
--Ya vas a ver que si… Sus ojos se fijan en algunos sujetos que están a unos cuantos, de nuestra mesa, uno de ellos me guiña un ojo entre que sonríe.
Las bebidas llegan, mi amiga y su chica empiezan a conversar y entrar en ambiente, yo también me uno a la conversación en ocasiones cuando Zoé me pregunta diversas cosas. Me rio al escuchar algo de parte de Olivia, y escucho atentamente la música que resuena en el bar mientras bebo mi bebida. Me relajo
Pero de repente alguien toca mi hombro, me giro lentamente, observando a un chico alto y corpulento, con una mirada y semblante amable manteniendo una gran sonrisa en su rostro
--Hola preciosa…
Miro a mi amiga nerviosa, ella me dice con su mirada “dale habla”, yo carraspeo y le respondo al chico sin tartamudear
--Hola…
El chico extiende su mano hacia mí y me pregunta
--¿Te gustaría bailar?
Veo a mi amiga y a su novia entre que ellas asienten dándome ánimos, me giro hacia el sujeto extendiendo una sonrisa amable
--Claro…
Esboza una gran sonrisa al escuchar mi respuesta, y extiendo mi mano para entrelazarla con la suya, empezamos a caminar hacia la pista, llegamos y una bachata suena, él pone su mano en mi cintura y se empieza a mover al ritmo de la música haciendo que yo también me mueva con el…
No sé cómo bailo esta música si jamás lo había hecho, este tipo de música es considerada irreverente para mis familiares, pero ahora me da igual, solo me dejo llevar por los movimientos del chico y me inundo de la música.
Inundada en la música, con el baile fluyendo, algunos minutos después el sujeto sube su mano por mi pierna, frunzo el ceño y se lo dejo pasar la primera vez, la segunda vez también pero ya no una tercera…
--No…
Pero el profundiza el agarre y empieza a besarme atroz por el cuello, pongo mis manos en su pecho, negándome
-- ¡NO! —El forcejeo prosigue hasta que finalmente logró zafarme de su agarre mientras le grito--¡DEJAME IDIOTA!
Y me giro empezando a caminar con la poca dignidad que me queda, de regreso hacia la mesa de mi amiga, pero el hombre agarra mi muñeca, mientras sisea cerca de mi nariz permitiendo oler su aliento lleno de licor
-- ¡QUIETA PUTA!
Y me acerca hacia el tratando de besarme, yo me muevo impidiendo que se acerque a mi rostro
—¡SUELTAME!
Después de un buen momento de forcejeo, le proporciono una patada en su entrepierna provocando que el hombre se tambalee hacia atrás tocándose el área, sin embargo, no se da por vencido, con gran enojo trata de acercarse a mi y golpearme, pero…
De repente siento como alguien lo toma del brazo girándolo y le proporciona un puñetazo haciendo que gravite a un lado tambaleándose y caiga al suelo.
Me giro muy sorprendida, por las tenues luces del bar no puedo observarlo bien, pero si puedo ver que se trata de un hombre muy guapo que está usando una chaqueta de cuero, unos pantalones jeans oscuros, el cigarro en sus labios lo hace lucir muy malo y rudo a la vez. Así como esos chicos fríos e intimidantes de las películas…
El hombre pervertido yace en el suelo mientras que mi salvador suelta tan tranquilamente el humo de su cigarro y le dice con una voz que hace mis piernas temblar
--¿No escuchaste lo que dijo? ---Vuelve a tomar otra calada a su cigarrillo, suelta el humo lento -- Dijo que la sueltes…
El hombre pervertido se levanta del suelo mientras toca su mandíbula, gira su rostro para observar al sujeto y antes de golpearlo se detiene diciendo tartamudeante
--Se sssseñor… --Hace una reverencia y se queda con la cabeza gacha, como si fuera el rey del mundo e incluso hasta el dueño de su vida. La gente continúa bailando, como si esto no les importara en lo más mínimo...
El hombre lo mira frío, lo alza por su camiseta haciendo que lo mire para proporcionarle un puñetazo y dice siseando con amenaza
--Vete escoria. El hombre asiente ansioso y se empieza a mover con mucho miedo y pánico saliendo de nuestra vista.
Ahora el hombre intimidante se gira hacia mí, me da una mirada dura-fría, sus ojos hacen contacto visual por un segundo conmigo,
¡OH POR DIOS!, SUS OJOS SON DE UN COLOR OCEÁNO HECHIZANTE.
Pero no dice, simplemente me mira con desprecio y empieza a caminar por el lado contrario del hombre ignorando mi presencia. Me muevo caminando detrás de él esquivando a algunas personas que están a mi alrededor bailando con la música, no sé con qué fin lo estoy siguiendo, pero mis piernas se mueven solas detrás de él.
El detiene su paso abruptamente estando de espaldas a mí, suelta un suspiro de molestia y se gira con dureza
--¿Hasta cuándo me vas a seguir? ¿ME SEGUIRAS AL BAÑO?--Señala con su dedo una puerta…
Salgo de mi burbuja hechizada, y miro a mi alrededor dándome cuenta hasta donde lo he seguido.
¡ESTOY EN EL BAÑO DE HOMBRES!
El cual está en un pasillo alejado de la fiesta donde no hay más personas. Siento con claridad como mis mejillas se enrojecen, carraspeo
--No no, solo…
El hombre tuerce sus ojos en gesto fastidioso, y mira alrededor ignorándome por completo
--Muchas gracias…
El hombre me vuelve a mirar con frialdad
--Si si si como sea, ahora piérdete de mí vista…
Hace un gesto con su mano, demostrando lo poco que le importa mi presencia. Y entra en el baño cerrando la puerta atroz, abro mis ojos y musito indignada
--¡Vete a la mierda idiota, no deberías de ser un maleducado dejando hablar a los demás!
Giro mi rostro alrededor dándome cuenta que por suerte no hay nadie para que vea mi ridículo griterío, pateo la puerta indignada y me muevo nuevamente hacia la mesa de mi mejor amiga, ignorando la extraña
interacción con aquel sujeto. Llego y mi amiga rápidamente se mueve preguntándome
--¿y?
Mueve sus cejas de forma muy chistosa, sbozo una sonrisa falsa:
--Resulto ser un idiota-- ambas chicas se me acercan analizándome
--¿qué sucedió? ¿te hizo algo?
Niego
--No---Bufo indignada al recordar a ese chico frio y maleducado que me defendió.
Levanto mi mano eufóricamente llamando la atención de uno de los chicos de pechos descubiertos y grito a viva voz
-- ¡DAME LA CERVEZA MAS GRANDE QUE TENGAS!
No voy a permitir que un par de idiotas arruinen mi noche.
El chico asiente y segundos después pone un gran vaso al frente de mí, y no me pasa desapercibido su tono desafiante
--Si te lo tomas en menos de 15 segundos, Bebidas gratis para todos…
Yo levanto mis cejas al ver cómo la gente se aglomera a mi alrededor, miro el gran vaso y luego la mirada retadora del chico y mi instinto salvaje sale a flote mientras grito a viva voz
--¡Trato hecho!
Todas las personas alrededor aplauden y bufan emocionadas en respuesta.
Tomo la manga del gran vaso, mientras veo como el chico tiene una especie de reloj en su mano poniendo el cronometro…
Vamos Andrea, tú puedes, has podido tomarte grandes cantidades de ponche de frutas en menos de ese tiempo, así que… VAMOS TÚ PUEDES.
Un largo suspiro se forma preparándome y entonces el chico semidesnudo grita mientras presiona el botón iniciando el cronometro
--¡Ahora!
Empiezo a tomar el vaso primero lento, pero luego más rápido bebiendo la mitad en menos de 2 segundos, cuando de repente todos empiezan a gritar
--5…4, 3 …
Y antes de lleguen a 2 tiro el vaso vacío en la mesa de la barra…
Alzo mis manos victoriosas, mi amiga y su novia se acercan abrazándome con felicidad mientras gritamos emocionadas
---¡Siiii!!
Todas las personas que estaban a nuestro alrededor también gritan felices….
El barman me mira con extrema sorpresa, y luego bufa diciendo
--¡Tenemos una ganadora! ¡BEBIDAS GRATIS PARA TODOS!
Eso pasa cuando alguien pone en duda mis capacidades, parece que ese chico no creía que fuera capaz de beberme toda esa cantidad de cerveza. Pasan unos cuantos minutos, ambas chicas se empiezan a mover hacia la pista de baile mientras que yo me quedo sola en mi silla. De repente me levanto moviéndome para caminar hacia el baño ya que mucho licor en mi sistema ha hecho que mi vejiga se llene.
Llego al baño, entro haciendo mis necesidades y salgo bajando la válvula, me detengo observando mi rostro ebrio en el espejo… Cuando de repente empiezo a escuchar extraños sonidos dentro de un sanitario, una mujer suelta una especie de jadeos o gemidos mientras grita
--Ay si si si, continua así
Y se escucha cuerpos chocando entre sí.
Trago saliva grueso al saber lo que está pasando
¡La pobre chica está en problemas!
Entonces decido preguntarle
--¿Estás bien?
No recibo respuesta, solo los gemidos y jadeos se intensifican mientras el sonido de los cuerpos se escucha más rápido, toco levemente la puerta del pequeño baño y vuelvo a preguntarle
--¿Necesitas ayuda?
Un gran gemido resuena en el baño.
Todo se queda en silencio deteniéndose,
¿Será que tenía una diarrea intensa y se murió deshidratada?
Pero segundos después esta duda se disuelve ya que una chica completamente desalineada sale del pequeño baño moviéndose de un lado para el otro con semblante satisfecho.
Y en el fondo del baño visualizo al mismo hombre que me defendió, el luce muy tranquilo y como si esta situación no fuera nada vergonzosa para él, mientras se arregla una especie de cuerda dentro de sus pantalones.
Me muevo hacia el espejo simulando no haber visto nada, el hombre como si no me notara empieza a caminar hacia la salida.
Y yo como buena ciudadana que soy me giro hacia el mientras le digo con tono seco dándole una lección de modales.
--Eso no se hace en baños públicos.
El chico regresa su rostro mirándome con la misma mirada fría, su tono seco
--Es solo sexo…--Hace una pausa esbozando una sonrisa de lado mientras continua con el mismo tono--O que ¿jamás has escuchado a dos personas follando? --Empieza a pasar su mirada por cada parte de mi cuerpo mientras relame sus labios, me pregunta pervertido: --¿O quieres que también te folle en ese mismo baño?
Abro mis ojos indignada, ¡Que atrevido!
--Eres un entrometido—es lo primero que se me ocurre decirle.
El levanta sus hombros mientras me responden neutro
--Atrevida tú, que escuchas actos ajenos…
Recuerdo el mismo gesto que mi amiga hizo a la entrada y entonces lo hago rápidamente tratando de defenderme, saco el dedo del medio, respondiéndole con una frase no propia de la mía
- ¡Vete a la chingada!
El chico mira mi dedo, enarca una ceja de tipo “Eso es lo mejor que tienes”, se pone de espaldas y empieza a salir del lugar mientras levanta su mano y enseña su dedo del medio al igual que yo diciéndome
- ¡Pues vete tú!
Suelto un suspiro de indignación y empiezo a caminar detrás de él saliendo al pasillo alterno mientras le grito
--¡ERES UN COMPLETO PERVERTIDO!
Levanta sus hombres con tranquilidad mientras sigue caminando…
--¡Quizas!—dice…
--¡IDIOTA MALEDUCADO!
El levanta sus hombros nuevamente ignorándome por completo, y entonces grito sin poder controlar mis labios
--¡ERES UN ABUSADOR!
Se detiene en seco, gira su cuerpo hacia mi dándome una mirada dura, y empieza a caminar hacia a mi mientras me acorrala a la pared con sus dos grandes brazos que se marcan a través de su chaqueta de cuero negra y me dice intimidante con brillo de frio en sus ojos
---¡¿Que dijiste?!
Yo carraspeo, y su mirada fría e intimidante me hace querer sentirme pequeña ante él, pero alejo este pensamiento mientras siseo
--QUE ERES UN MALDITO ABUSADOR, ESA CHICA--Señalo con mi dedo índice hacia el pasillo por donde se fue ella: --No se veía muy complacida ahí.
Se que es mentira, porque esa chica se veía más que satisfecha ahí, pero me vale madres, tampoco sé la razón por la cual estoy peleando con este chico que no conozco, pero hay algo en el que me hace querer llamar su atención.
El hombre me mira con enojo e ira mientras sisea tomándome de las manos pasándolas por encima de mi cabeza, me azota contra la pared
-- ¡FUE CONSENTIDO, AMBOS ESTÁBAMOS DISFRUTÁNDOLO!
Yo volteo los ojos en gesto fastidiado, respondiendo con ironía
--Creo que tu sí, pero la pobre—Hago un gesto de labios cerrados, Levanto mi mano enseñando mi dedo índice hago una mueca de tristeza falsa y niego con mi cabeza, le digo con tono burlón --La salchichita, Hago un puchero con mis labios mientras señalo con mis ojos su entrepierna…
El chico abre sus ojos con indignación, y él me suelta lento los brazos, yo entrelazo mis brazos alrededor de mi pecho mientras espero que diga algo en su defensa, pero esto no llega, solo veo como su rostro se distorsiona con mucho enojo tratando de controlar su temperamento. Y de un momento a otro me toma de la cintura subiéndome como un saco de papas, grito, pataleo mientras que escucho que sisea cerca de mí
--GRAVE ERROR NENA…
Y empieza a caminar por unos pasillos, bajando por unas escaleras, y pasando unas habitaciones en donde se escuchan gemidos y jadeos atroces, me resisto con movimientos bruscos a sus manos fuertes pero el ignora por completo mis gritos salvajes.
Veo como se detiene en la última habitación solitaria del pasillo, entra en ella y cierra la puerta poniendo seguro con una especie de llave y me tira atroz en el sillón mientras dice haciendo comillas con sus dedos
--Ahora conocerás a mi “salchichita”
¡Mierda!
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