Me bajo de encima para sentarme en mi asiento con agilidad y rapidez trato de arreglarme para lucir presentable, Nicolas hace lo mismo arreglándose su entrepierna por encima del pantalón, un sonido de frustración se le escapa. En microsegundos Nicolas me da una mirada analizando si ya me he arreglado y al percatarse de que es así baja el vidrio.
El oficial nos mira a ambos y dice firme
--Buenas noches…
Ambos respondemos
--Buenas noches.
--Rutina nocturna—habla el oficial, ordena mientras nos analiza con cuidado: --Sus papeles por favor…
Nicolas se alza encendiendo las luces internas del vehículo y se inclina para agarrar los papeles y extendérselos.
El oficial los toma entre sus manos, me observa penetrante antes de hojearlos, pregunta
--¿TODO BIEN? -- Ambos asentimos, El fija sus ojos en los papeles y pregunta--¿De turismo?
Nicolás le responde hostil…
--No es de su incumbencia…
--Claro que sí, sus papeles dicen que es de Italia, por lo que preguntarle es de protocolo…
Abro mis ojos con sorpresa.
¿De Italia?, con razón su físico.
Ojos azules, cuerpo de infarto, cabello rubio y sedoso…
Nicolas lo mira con dureza amenazante.
La oficial alza sus ojos mirándolo indignado
--No, somos del pueblo vecino, SIONA, vamos de camino a casa…
--Ah ¿salieron de fiesta?
Nicolas le responde con el mismo tono hostil
--¿Qué es esto? ¿un intento interrogatorio?
Lo golpeo con mi brazo llamando su atención.
¿Como puede ser tan insolente con un oficial?
El oficial lo ignora y le vuelve a extender los
papeles
--Siento darle esta noticia, pero no podrán llegar a casa hoy
Frunzo mis cejas sin comprender y el tono de Nicolas se intensifica
--¡¿Por qué?!
--Toque de queda en todos los pueblos, ya que están surgiendo algunos ataques por bandasnocturnas, por lo que no pueden movilizarse el resto del camino, debería arrestarlos por infringir la ley…
Nicolas trata de afrontarlo
--Pero nosotros no…
Sin embargo, lo detengo apretando su brazo con advertencia y me adelanto
--Oficial, lo sentimos mucho, no queremos romper la ley…
El oficial me regala una sonrisa
---Debería arrestarlos\, pero por usted – me señala-- No lo hare voy a escoltarlos a un hotel donde deberán pasar la noche…
--Ay no—susurro bajo
--¡Claro que no, continuaremos nuestro camino a casa, y nadie podrá detenernos! —Nicolás lo enfrenta….
El oficial frunce su mandíbula, pero dice con paciencia
--Claro que pueden continuar su camino y entonces tendré que arrestarlos-- Hace una pausa mirándome amable: --Así que les aconsejo quedarse aquí en Salento y mañana a primera hora podrán llegar a casa…
Nicolas se toma su cabello frustrado entre que con su otra mano la golpea leve en el volante. Me mira por un instante y suelta un suspiro rendido antes de decir
--Está bien…
¡DIOS!
Definitivamente esta no es mi noche.
Porque si la tensión magnética se desplomo en el auto, en un hotel nuestros deseos carnales se desbordarán en llamas…
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Quizás si no hubiera aceptado venir a esta cita con Adam, ahora no estaría con este chico en la recepción de un hotel desconocido y viejo a la vez, pero sobre todo escuchando lo alarmante que dice el recepcionista mal vestido al otro lado del estante
--Solo tenemos una habitación…
¿Qué diablos?
Estoy a un metro de distancia con mis brazos entrecruzados, Nicolas se encuentra pasando su mano por su cabello rubio en gesto enfadado al escuchar la frase del tipo, mira al oficial de policía con una mirada matadora y le dice frio
--¡¿No hay otro hotel en el que haya habitaciones suficientes?!
El oficial niega con la cabeza y le responde
--No, este es nuestro único hotel en el pueblo…
--Lo que faltaba…--- Nicolas musita entre dientes
Golpea con una de sus manos la mesa de la recepción. Se ve perturbado y ansioso, el policía le dice con simpleza
-- No veo el inconveniente\, una habitación es lo suficiente cómoda para pasar la noche con su esposa.
---Ella no es…--- se detiene mirándome…
El oficial entrecierra sus ojos, analizando con pericia
--A menos que no sean pareja y hayan estado haciendo cosas prohibidas en público, lo cual amerita la cárcel...
El oficial frunce el ceño esperando una respuesta, y cuando le veo la intención de decir la verdad a Nicolas decido intervenir con tranquilidad
--Claro que si oficial no hay problema.
Me acerco a mi “supuesto esposo” pasando mi mano por su mejilla en gesto amoroso, su ceño se profundiza sin comprender y yo le digo cariñosa con una sonrisa forzada
--¿Verdad cariño?
Nicolas me susurra manteniendo su semblante confundido
--¿Qué mierda haces?
Le sonrió forzosamente diciéndole entre dientes
--Sígueme la corriente.
Sus ojos se entrecierran, pero segundos después sonríe exigido
--Claro que no existe problema alguno--Pasa su mano por mi cintura y me jala hacia el tomándome por sorpresa --Si mi esposa dice que está bien, eso lo vale todo para mí.
Ambos nos observamos como unos enamorados “falsos”
--¡Perfecto--- El oficial musita emocionado-- Bienvenidos a Salento!
Le habla al recepcionista mal vestido del hotel
--Kevin, dale las llaves de su habitación por favor…
Ambos giramos nuestros rostros hacia el oficial sonriendo forzadamente mientras Nicolas aún me presiona contra él.
El policía nos dice
--Que tengan una buena noche, descansen—nos sonríe amable…
Hace un asentimiento de cabeza, le respondemos con el mismo gesto y sale de nuestra vista, apenas lo hace, el recepcionista nos tiende las llaves, ambos nos acercamos tomando la llave y caminamos uno lado al otro hacia….
Por Dios no quiero decir esto…
Autora– pero debes hacerlo.
Caminamos uno lado al otro hacia “nuestra habitación”.
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