Tú nunca me traicionarías

- ¿Usted es Elisa?

Pregunta Sophia desconcertada.

- Si\, soy yo.

Sophia suelta su mano y voltea a mirar a Robert que está sentado sin decir ninguna palabra, ni siquiera la mira de regereso.

- ¿Que es eso que traes en tus manos?

Elisa pregunta mirando la caja y Sophia vuelve en si y recuerda a lo que venía.

- Es un regalo.

Robert observa a Sophia sorprendido y Elisa lo observa.

- Quiero decir. Yo estaba comprometida a casarme pero cancelé la boda a último minuto. En ésta caja está un vestido de novia que me regaló el señor Trivan.

Elisa recciona con furia y se acerca a Robert.

- No sabía que hacías caridad a tus empleados Robert.

- La señorita Lorenz es de pocos recursos y quise tener un buen gesto con ella y su prometido... O debería decir ex prometido.

Él dice en voz alta las últimas palabras haciendo que Sophia se enoje.

- Yo...

Elisa voltea a verla y Robert sigue mirando papeles.

- Sólo vine a devolverle el vestido señor Trivan. No me parece adecuado que lo conserve. Puede devolverlo a regalárselo a alguna otra chica que se vaya a casar.

Sophia lo dice porque ya sabe lo de Robert y su novia que no parece estar muy muerta. Elisa, indignada, toma la caja que Sophia tienen en sus manos y la coloca en el escritorio.

- Bien\, ahora puedes retirarte.

Elisa dice sonriendo luego poniendo cara seria. Sophia asiente.

- Muchas gracias señor Trivan.

Con eso, sale de la oficina. Jasmin la detiene.

- ¿Qué hacías allí dentro?

- Devolvía un regalo.

Sophia suelta y sigue caminando sin mirar atrás.

- ¿Regalo?

Se pregunta Jasmin.

Sophia llega a su escritorio y ve una cajita de comida, pero ella no había comprado nada, el almuerzo era en unas horas.

- Pensé que te gustaría comer algo.

Dice Mike detrás de ella.

- Muchas gracias Mike. No debiste preocuparte.

Dice ella.

- ¿Qué hacías en la oficina de Robert?

Sophia empezaba a creer que esa era la pregunta del millon de dólares.

- Yo... Le estaba devolviendo algo al señor Trivan.

- ¿Qué era ese algo?

Pregunta Mike acercándose a Sophia y colocando sus brazos en su escritorio y mirándola fijamente.

- Un documento que me pediste que le entregara.

Dice ella y Mike se pone pensativo.

- No recuerdo haberte ordenado eso.

Sophia se pone nerviosa.

- Debes alejarte de él. Robert es un hombre con muchos problemas.

Dice él.

- ¿Acaso cree que tengo algo con él? Si es así déjeme decirle señor Williams que respeto mi trabajo y conozco muy bien mi lugar en ésta empresa.

Dice ella mirando a Mike de forma muy seria. Mike resopla.

- La chica que viste en su oficina es su prometida\, Elisa.

Sophia recuerda que Robert le dijo que su prometida había fallecido en una accidente de tránsito.

- Con todo respeto\, pero eso no es asunto mío. Él es el dueño de ésta empresa\, puede traer a quien quiera.

Mike la toma de una mano.

- No quiero que sufras Sophia. No te mereces ésto.

- Gracias por preocuparse por mi\, pero debo volver al trabajo.

Sophia suelta y se concentra en su trabajo, Mike la observa un rato y luego vuelve a su oficina. Sophia, al darse cuenta que él se había ido empieza a pensar en lo ocurrido en la oficina.

- Me mintió. Es un imbećil.

- ¿Quién es un imbécil?

Pregunta Cristian llegando a su escritorio y obervando la cajita de comida.

- Parece que estás recibiendo regalos de señor hielo

Sophia lo mira y voltea la mirada.

- No es de señor psicópata\, es de mi jefe.

Cristian pone los ojos en blanco.

- ¿Ahora tienes a dos hombres detrás de ti?

Pregunta él levantado la voz. Sophia le señala que baje la voz.

- Ésto se está tornando raro. No puedo creer que dos de los hombres maás cotizados por las mujeres están interesados en mi.

- Te diría que tres. Pero el idiota de Oliver no cuenta. Ése si es un poco hombre.

- Pensé que sólo era un mal sueño lo de que Oliver me abandonara\, lo de su supuesta esposa\, lo de Trivan\, lo de Mike\, pero parece ser que la pesadilla es real\, y está frente a mi. No se que hacer Cristian. Siento que me voy a voler loca de tanto pensar.

- Calma\, debes tomarte todo con calma. Estás embarzada y tú deber es cuidarte a ti y a ese bebé. Si pides mi opinión\, creo que Trivan y Williams hicieron una apuesta y sólo están tratando de que te enamores de ellos. Si te enamoras de Mike\, o si te enamoras de Robert.

Sophia analiza las palabras de Cristian, y podría ser verdad. Todo era un juego que ellos habían comenzado. Pero al menos Mike no le había dicho disparates como lo había hecho Robert. Robert era un mentiroso chantajeador.

- ¿Por qué harían eso? Son atractivos\, pueden tener la mujer que quieran. Yo sólo soy una simple empleada.

Pregunta Sophia.

- Tú misma lo has dicho. Creen que pueden tener a la mujer que quieran. Y como ven que tú cancelaste tu compromiso y fuiste abandonada piensan que eres carne fresca. Te ven sensible y piensan que pueden tomar eso como ventaja.

Cristian dice y se cruza de brazos.

- ¿Tú crees que sea así?

- No lo creo. Estoy seguro. Yo tambien soy hombre.

- Pero tú no eres un cretino como ellos. Tú eres un amor.

Sophia dice y abraza a Cristian. Podía estar segura de que Cristian era el único hombre en la tierra en el que podía confiar.

- Tú nunca me traicionarías. ¿Verdad?

Cristian se sorprende antes su pregunta

- No\, no lo haré. Nunca.

Sophia sonríe mientras abraza a Cristian. Cristian reacciona y se separa de ella.

- Debo volver al trabajo.

- Bien\, nos vemos a la hora del amuerzo.

Dice ella sonriendo. Cristian se queda en silencio un minuto pero luego empieza a caminar.