18- Verdades.

LEANDRO.

Al salir de la habitación baje las escaleras cuando vi a Renato entrar junto al pequeño, quien estaba llorando me acerque tomándolo y solo fue como instinto o simplemente que cabe la posibilidad de que sea mi hijo.

Lo cargué y él solo se recostó en mi pecho y minutos después llego el médico para sacar las muestras de sangre al irse el pequeño solo me veía a los ojos y notando la marca en sus ojos y solo sin verlo venir comenzó a hablar.

- pa, pa- se volvió a recostar hasta que se durmió.

Renato y yo nos quedamos más que sorprendidos por lo que acababa de pasar, al ver la hora ya pasaban de las dos de la madrugada y solo subí a mi habitación necesitaba descansar porque mañana veré la reacción de Gemma, saber que a echo Alessandro y el saber que hacia ella con él.

Me levanté temprano y por primera vez dormí muy cómodo, al ver mi cama estaba Gemma abrazando a él pequeño, me duché hasta alistarme y salir de la habitación, necesitaba tener todo bajo control.

Mientras desayunaba hable con papá, sin decirle sobre ella y mi hijo, le comunique que en tres días estaría en Florencia, antes de irme di la orden que les llevarán de desayunar, tome mi saco y salí para encontrarme con Renato en la casa de seguridad.

Al bajar ya estaba esperándome, entramos hasta ir al despacho sirviéndonos un par de whiskys

- dame toda la información de esos imbéciles- asintió sentándose frente a mí.

- los Alemanes murieron en el atentado, pero Alessandro aún sigue respirando, está en el hospital metropolitano en terapia intensiva- solo asentí levantándome del asiento.- tú dirás hermano.

- lo quiero muerto, que vaya un comando y que no regresen hasta asegurarse que está muerto- él asintió levantándose abrió la puerta para salir.- necesito que me digas como dejaste a los familiares de Gemma.

- ya regreso Leandro.- no tardo más de diez minutos cuando entró de nuevo sentándose frente a mí- la señora que cuidaba a niño estaba histérica, el primo, ni la tía estaban.

- tendré que ir a verlos- Renato solo me observo hasta asentir.

Salimos de la casa camino a la mansión Fiore, al irrumpir solo gritaron y el tal Gianni se puso delante de ellas, me acerqué guardando mi arma mostrando que venía en son de paz.

- solo vine a decirles que Gemma y el niño están bien, pero de ahora en adelante estarán conmigo- el primo se acercó a mi furioso tomándome del saco, mis hombres le apuntaron y solo hice señas para qué bajaran guardia.

- quien te crees para llevarte a mi prima y a Luciano, fueron órdenes de ese maldito de Alessandro- negué hasta quitármelo de encima.

- ese imbécil no es nada y si me la lleve porque ella es la madre de mi hijo- se quedó en silencio hasta que intento darme un golpe pero lo detuve.

- tú fuiste el imbécil que la daño- me sorprendo a lo que a dicho- te aprovechas de una jovencita hijo de puta- mis hombres lo agarraron y las señoras estaban gritando- ni tu gente, ni tus armas me intimidan no te tengo miedo imbécil.

- ¡YA BASTA!, yo no la obligue, ella se entregó el día de su cumpleaños iba junto a su amiga- se zafa de mis hombres.

Cuando iba a continuar hablando una señora se acercó a mí, hablando muy seria, me pedía que me sentará, camine hasta la sala sentándome frente a ellas.

Y solo comenzó a relatar la vida de Gemma, enterándome que en realidad si me aproveche de ella, la que dijo ser su amiga era su hermanastra y quien se había encargado en drogarla y prácticamente entregándomela en mis brazos.

En cierta manera soy culpable, estoy dispuesto a redimirme pero no sé cómo reaccionará Gemma al enterarse que yo soy el padre de Luciano, porque ya no hace falta los resultados, las fechas concuerdan y el sello de la familia Ferrara lo tiene también Luciano en sus ojos.

Me despedí de ellos estrechando la mano de Gianni y solo me fui a casa...

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GEMMA.

Comencé a sentir las pequeñas manos de mi hijo sobre mi rostro y solo abrí de golpe mis ojos, me senté tratando de entender, ¿cómo llegué aquí?, ¿en qué momento mi hijo llegó a mí?, ¿dónde estoy?, recordando lo que pasó ayer, el tiroteo y ya no recuerdo más.

Mi hijo solo trataba de brincar en la cama agarrado de mí, me dolía la cabeza y mis oídos sentía una ligera punción, cuando se abrió la puerta entrando por ella una muchacha con una bandeja con comida.

- buenos días, le traje el almuerzo- solo la veía, se acercó dejándome la bandeja en las piernas- espero le guste, permiso.

La vi salir, no entendí que estaba pasando, ¿quién era ella?, ¿con quiénes estaba?, esto es tan estresante, pero mi hijo me sacó de mis pensamientos tomando la comida con sus manos y entendí que tenía hambre.

Comimos todo lo que nos habían traído, me levante tomando a mi hijo en brazos, al girar la perilla de la puerta, abrió y solo salí por el pasillo, teniendo temor de a quien me encontraré, abrace más a mi hijo, escuchándolo quejarse, baje las escaleras y al bajar el último escalón entró por la puerta principal varios hombres hasta que lo vi a él, al hombre de Florencia.

- hola Gemma, me recuerdas- asentí con miedo.

- ¿por qué estamos aquí?, ¿le juro que no tengo dinero?- él negó tomándome del brazo llevándome a una habitación intente zafarme pero fue imposible.

- calma, no les pasará nada, al contrario, los protegeré- lo vi sorprendida hasta que entramos al despacho, me sentó en el sofá y él junto a mí- necesitamos hablar de algunas cosas.

- ¿de que?, a usted lo acabo de ver y si es por el incidente de verdad discúlpeme- él sonrió mostrando su blanca dentadura.

Al levantarse, me sorprendió que mi hijo comenzó a llamarlo papá varias veces, estirando sus bracitos y él solo lo cargo, acurrucándose en su pecho.

- Gemma, es sobre el y la noche en que quedaste embarazada- me sorprendí por lo que dijo- no pongas esa cara, se lo que sucedió y solo necesito escucharlo de ti, tu historia.

- no entiendo a usted no le importa mi vida, ni la historia de como llego mi hijo- negó sentándose de nuevo.

- créeme es muy importante- asentí nerviosa, tragué saliva y solo le relaté absolutamente todo, no sé por qué, pero lo hice.

Su semblante cambió, me quedé observándolo notando en su iris una mancha igual a la de Luciano, espera, ¿será él?, no creo es solo coincidencia que él también tenga heterocromía.

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