11- Sin saber aun de ella.

LEANDRO.

Después de meses en estar sufriendo esos extraños síntomas solo de la noche a la mañana desaparecieron haciendo mi vida tan normal como antes.

Y a pesar de que ya a pasado tiempo aún no la olvido y no e podido dar con ella, tengo a gente tan incompetente que no pueden dar con ella o darme información de su vida.

Así que la última opción es mandar a buscar aquella mujer, a su amiga, solo espero que aunque sea eso sí lo hagan bien si no tendré que hacerlo yo y despedir a estos imbéciles.

Bajo las escaleras viendo a papa en el comedor, me acerco a el hasta saludarlo.

- hola papá, hoy necesito que me acompañes a la bodega- él asiente sin ánimos y eso es más que extraño.- ¿que sucede?, ¿te sientes bien?.

- no hijo, creo que necesito ver al médico- asentí viéndolo levantarse pero al dar un paso lo veo desplomarse.

- papá, papa- corro a él, llamando a mis hombres para qué asistente las camionetas.

Al subirlo nos vamos a toda velocidad hasta llegar al hospital privado, lo reciben llevándoselo de inmediato, Los minutos avanzan y estoy tan desesperado cuando veo llegar a Renato.

- ¿que sucedió?, ¿cómo está?- niego pasando mis manos sobre mi rostro, con desesperación.

- no lo sé, hace veinte minutos se lo llevaron y no me han dicho nada.

Nos quedamos en silencio mientras yo me levanto, me siento, camino y de la desesperación quiero matar a alguien para que me diga que carajos pasa con mi padre, en eso veo al médico salir y al escuchar el nombre de mi papá corremos Renato y yo.

- ¿cómo está mi padre?- él asiente.

- su papá está estable, solo fue una baja de presión, pero lo hemos medicado y está bien, solo que por este día estará en observación y si no hay ningún cambio mañana lo daré de alta- asentí respirando más que aliviado.

- gracias doctor, ¿puedo verlo?- él asintió haciéndole señas a una enfermera.

- ella lo llevará en la habitación, que se encuentra, permiso- asentí, el médico se fue y yo camine junto a la enfermera hasta llegar a la habitación.

Al entrar lo vi sentado, muy pensativo, pero al escucharme solo me vio y sonrió.

- halo hijo, discúlpame si te asuste- negué acercándome a él.

- descuida papá, lo importante es que ya está bien- él asintió, quedándome por un largo tiempo.

Pero me tenía que ir a seguir con mi trabajo ideando el plan perfecto para derribar a Greco quien se a echo mi enemigo principal, por querer invadir y adueñarse de mis rutas,

Al día siguiente por la tarde dieron de alta a mi padre, ordenándole reposo absoluto por un par de días, mientras deje a mi padre en su habitación yo me fui a mi despacho a seguir en lo mío.

Cuando tocaron a la puerta y era uno de mis hombres que días anteriores había mandado a Estados Unidos a que buscará a esa mujer.

- ¿que averiguaste?- lo vi nervioso y presentí que no había echo su trabajo.

- perdón patrón, pero no dimos con ella,- respiré pesadamente frotando mis sienes hasta que di un golpe en mi escritorio.

- son una bola de inepto e imbéciles, lárgate si no quieres que te meta un plomazo en este momento- solo me vio pálido quedándose parado, saque mi arma apuntándole- ¡LARGO!.

Y se fue rápidamente, camine hasta mi minibar sirviéndome un vaso de whisky tomándolo de un solo, hasta que estrelle el vaso contra la pared.

Te encontraré, tarde o temprano te encontraré y cuando lo haga no te dejaré ir nunca más.

Tome mi saco saliendo del despacho, subiendo a mi auto manejando hasta la bodega, necesitaba sacar mi ira retenida y que mejor con los soplones que tengo encadenados.

Al llegar sin dar tiempo a nada, deje salir el demonio que llevó dentro haciéndolo sufrir, suplicando por sus vidas miserables, hasta que uno a uno los fui desapareciendo, me acomode mi camisa y solo me fui a casa, necesitaba una ducha y deshacerme de esta ropa que estaba hecha un desastre.

Después de bañarme y tirar la ropa, fui a ver a papá, pero él ya estaba dormido y solo bajé caminando hasta la barra sirviéndome un vaso de whisky prendí mi cigarrillo, y solo me senté a observar como la luz de la luna iluminaba el jardín.

Pensando un poco de lo que a pasado, él, aún no saber de ella, la presión baja de papá y recordar lo que me a dicho por mucho tiempo papá, del formar una familia, tener a alguien a mi lado, hijos, con lo que le a sucedido a papá me a puesto a pensar que igual y tenga razón que ya es hora de sentar cabeza y buscar a la candidata ideal para el puesto de la señora Ferrara.

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