16- El último adiós.

GEMMA.

Las horas pasaban llegaban y se iba gente, dándome el pésame, aunque estuviera presente en el funeral solo era mi cuerpo por que mi mente vagaba en los bellos recuerdos.

Me levanté para salir necesitaba aire puro, camine hacia el jardín sin soltar ni un solo momento a mi hijo, cuando recibí una llamada de él señor Greco, dándome el pésame, no me explicaba como es que sabía, hasta que entendí viendo a lo lejos a reporteros a las afueras de la funeraria.

Cuando colgué mi tía me llamo y solo lloré tan amargamente que sentí los brazos de Gi sostenerme, cuando termine de hablar con mi tía y la Nona entramos cruzando mi camino con Alice.

- lo siento Gemma- solo asentí, pero sentía su hipocresía a distancia- lo bueno que papi ya no sufrirá.

- no vuelvas a decirle así, nunca fue tu padre, nunca lo quisiste, tu y tu madre son una malditas vividoras- se sorprende, pero solo me sonríe.

- y que si no quise a ese viejo, y que si no fue mi padre, ay Gemma, aun te duele que me apoyo más a mi que a ti siendo su sangre- negué acercándome a ella.

- para que sepas Alice, no eres tan importante como para seguirme martirizando en algo que paso hace tiempo- ella retrocedió y solo la pesque de la blusa- y jamás le vuelvas a decir así a mí padre, porque créeme no me detendré como ahora.

La solté y entre sentándome al lado de Amelia, viendo hablar entre sí a Sofia y Alice, vi que venía Sofia con su rostro de pocos amigos cuando Gi la agarro llevandosela.

Al terminar la misa se que era la hora de llevarlo a su descanso y aún no puedia asimilar que mi padre ya no estará conmigo, me duele horrible, mi corazón está apachurrado, mi hijo solo me abraza y acaricia mi mejilla sin entender de mi estado.

Amelia solo me abraza dándome apoyo al igual que mi primo, vamos en el cortejo por la ciudad, al entrar al cementerio los reporteros no pierden pisada para dar la triste noticia.

Al bajar Gianni pasa su mano por mi cintura para sentirme firme al caminar, nos sentamos al pie de donde se encuentra mi padre y solo comienzan a dar unas palabras las cuales no escuche, cerré mis sentidos, levantandome para acercarme y aventar una rosa blanca, al ver que estaban bajándolo hacia la fosa rompí en llanto asustando a mi hijo sentí que Amelia me lo quito y solo me deje caer a pasto, gritando sin importarme que la gente me viera.

- ¡papá!, te amo, nos falto tiempo, te extrañaré Mauro Leone te has llevado gran parte de mi ¡papá!- estaba temblando, mi ansiedad volvía mezclándose con mi tristeza y dolor.

Al terminar Gianni me levanto caminando hacia la camioneta siendo fotografiada por los periodistas y solo nos fuimos al hotel, no quería estar un minuto más aquí, pero tendría que estar aquí un par de días más, para la lectura del testamento, al entrar a la habitación solo me acosté en la cama perdiéndome de todo.

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LEANDRO.

Después de ese encuentro tan fugaz aun la buscan, se que si la vi aquí quiere decir que esta viviendo en Italia, el gran problema es que no hay resultados y tengo que moverme por mi propia cuenta para encontrarla, nunca había tardado tanto tiempo en encontrar a alguien.

Al bajar las escaleras se escuchaba la televisión, camine hasta la sala y era mi padre sentado frente al televisor viendo las noticias, mientras lo saludaba a mi padre, se escuchaba la noticia de una pérdida empresarial, del italiano Mauro Leone, volteé al escuchar el nombre y al ver las imágenes me quede más que impactado, era ella, dándome cuenta que era hija del fallecido y por fin sabía su nombre, pero mi padre habló sacándome de mis pensamientos.

- ¿Gianni?- lo vi levantarse- él es hijo de mi amigo Lucas.

Solo asentí, que pequeño es el mundo, me quedé parado viendo el noticiero cuando apareció la foto del fallecido y me quedé más que atónito, él es el padre, de quien salve en aquellos años de un secuestro, si que el destino es más que impredecible.

Cuando sucedió eso tenía como veinticuatro venía en mi auto cuando vi a esa pequeña niña gritar por ayuda, sin pensarla me detuve, corrí hasta ella salvándola, ella solo me abrazaba con fuerza, a mis hombres les ordene que se lo llevarán y a ella la lleve a su casa, esperando a su padre, al llegar ella se fue mientras yo cruzaba algunas palabras con él, antes de irme solo la vi por la ventana decirme adiós...

Nunca pensé que esa niña indefensa sería la misma con la que me acosté hace tiempo y que la que llevo buscando sin descanso fue obra del destino o simple coincidencia la verdad nunca lo sabré.

Al salir de inmediato llamé para qué la investigarán, necesitaba saber de ella, al entrar a la bodega ya estaba Renato esperándome.

- hola hermano, ¿por qué esa cara?- me siento frente a él tomando de un solo el whisky que me dio.

- por fin se su nombre, Luigi se está encargando de la información y saber donde está viviendo- me ve un poco confundido- se llama Gemma Leone

- disculpa mi pregunta, pero, ¿para que?- me encojo de hombros.- hermano, aún tienes esa fijación.

- no es fijación Renato, solo que al volverme de encontrar, me hizo sentir paz, como si ella estuviera echa para mi- se ríe a carcajadas.

- Leandro te estas escuchando lo cursi que te escuchas- le aviento el vaso esquivandolo- el gran Demonio sacando su lado débil, bueno pero cada quien.

- así es Renato cada quien y si no ayudaras no estorbes ¿entiendes?- el asintió abriendo la puerta.

- como digas, pero para que no digas que soy tan aguafiestas te ayudare a darte la ubicación exacta de donde esta en este momento y donde vive, adiós mi demonia.

Y salió carcajeandose, de verdad no se como lo tolero si es muy caga palos, solo estaría a la espera de saber donde está para ir por ella, porque creo que tenemos algo pendiente de que hablar.

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