6- Leandro.

LEANDRO FERRARA

Soy el sucesor de la gran mafia Italiana, mi padre el señor Tomazzo Ferrara aún sigue de la mano conmigo, pero yo manejo todo junto a mi amigo Renato con mis manos e podido cumplir el sueño de papá de expandirnos a diferentes países, siendo una de las mafias más poderosas hasta el momento.

Cuando estaba pequeño perdí a mi madre, por ajustes de cuentas, eran enemigos de papá; siempre los buscó para vengar la muerte de su esposa, pero sin tener éxito alguno era como si se los hubiera tragado la tierra, cuando tome posesión hice lo mismo sin descanso hasta dar con ellos y su descendencia para acabar con su existencia dándole la satisfacción al gran Tomazzo.

Soy un hombre de treintacinco años, me considero un hombre explosivo, frío, dominante y muy ambicioso, pero mi padre insiste que tengo que buscar a una buena mujer y sentar cabeza, me niego a tener a alguien en mi vida y luego me sea arrebatada por mis negocios.

Así que los temas del amor están más que descartados, siendo solo encuentros casuales sin compromiso y lo más importante sin sentimientos, no quiero sufrir, ni hacer sufrir, porque no tengo nada que ofrecer más que solo sexo.

Muchos me conocen como el demonio, ya que soy implacable en lo que hago castigo a los desleales, arrasando con lo que se pueda, mi eslogan es "si te metes en esto, me venderás tu alma y si no estás dispuesto, pagaras por ello".

Así es mi vida, llena de adrenalina, sangre, peleas y armas, pero una noche de la que era más que imprevista cambiaría mi perspectiva de las cosas y de mi vida..

Al saber que pronto tendría que viajar a Estados Unidos, me gustaba la idea, ya que tengo ciertos clubes donde siempre termino relajándome junto a Renato, después de una larga jornada de trabajo.

Pero hoy sería un poco distinto ya que papá nos acompañariá, con la persona que haremos negocios, quiere a mi padre presente, era extraño ya que llevamos años que mi padre no hace un negocio, eso era una alerta para mi, llevando la gente necesaria para que cuiden a mi padre, si se atreven hacer solo un líquido movimiento despertaran en mi el demonio que llevo dentro...

Me levanto más listo que nunca, en un par de horas tenemos que abordar el jet, me alistó y bajo encontrándome con mi papá quien ya está desayunando.

- hola papá, ¿listo para este viaje?- asintió, mientras me siento a su lado sirviendome fruta.

- si hijo, es como los viejos tiempos- desayunamos en silencio y antes de terminar volvió hablar- hijo, te vuelvo a insistir, ya es tiempo que sientes cabeza, busca una mujer para casarte y tener hijos, yo no quiero irme sin saber que tienes una familia.

- padre ya hablamos de eso muchas veces, no quiero sufrir, lo que sucedió con mamá aún duele- asintió palmeando mi hombro.

- si lo sé hijo, pero por lo que sucedió no quiere decir que pase contigo,- suspira- bueno mejor vámonos, solo quiero que sepas una cosa, Leandro no dejaré de insistir.- solo negué.

Nos fuimos directo a la pista donde nos esperaba Renato para abordar, mi padre y él se saludaron hasta que subimos despegando de inmediato, las horas fueron largas y un poco tediosas, al llegar bajamos y nos esperaban nuestras camionetas.

Parte de mi gente ya estaba aquí cubriendo el perímetro para asegurarse que todo está bien, subimos para irnos al Penthouse, al llegar nos relajamos, ya que mañana será la dichosa reunión, necesitábamos descansar para mañana estar más despiertos ante John.

Al despertar hice ejercicio como todos los días, porque es como un desestresante, me duche y me cambie para salir a desayunar junto a mi padre y Renato, después de desayunar me puse manos a la obra en unos negocios pendientes mientras llegaba la hora de irnos.

Las horas avanzaron, cuando ya íbamos en camino a la ubicación, siendo a las afueras de Seattle, mi gente ya estaba en sus posiciones, nosotros íbamos cargados, no quería que nos quisieran jugar torcido, estaciona la camioneta, al poner un pie en la tierra sale John estrechando nuestras manos.

- hola Leandro bienvenido- asentí ante sus palabras hipócritas.- ¿que tal te a recibido mi país?.

- bien gracias- mientras saluda a Renato, mi padre baja de la camioneta.

Cuando él ve a mi padre, casi le quiere besar los pies, caminamos hasta llegar a una fábrica en ruinas entramos y tenían una mesa en el centro del lugar, tome la palabra para agilizar las cosas tenía una muy mala espina sobre este lugar.

Empezamos a discutir por qué no quería las rutas, ni la mercancía que le ofrecía a cambio de que trabajará para mí.

- entonces que pretendías con esta estúpida reunión, te ofrezco rutas, dinero y aún te niegas.

- yo quiero todo por mi cuenta, no quiero depender de un pendejo como tú- me carcajeo ante sus niñerías.- quiero negociar con el gran Tomazzo.

Mi padre se acerca dándole una bofetada y un golpe en su entrepierna.

- tú no eres nadie para insultar a mi hijo, el negocio está en tus manos muchacho lo tomas o lo dejas- en cuestión de segundos el saco el arma queriendo dispararle a mi padre, pero fui más rápido disparándole en la pierna.

Al fondo se escuchaban disparos sabía que eran mis hombres peleando por la traición de ellos.

- eres un hijo de puta,- lo tomo del cuello levantándolo para volverlo a azotar en el suelo.- nadie se burla de mí, ni intenta traicionarme, ahora tu vida me pertenece y créeme no te imaginas lo que tengo planeado mi querido John, pedirás nunca haber nacido.

El hombre gritaba sin cesar, dando la orden que se lo llevarán, estaba tan tranquilo porque mis hombres hicieron su trabajo el cuidar la espalda de mi padre, nos subimos a la camioneta rumbo a una bodega donde siempre el que entra nunca sale al menos respirando y caminando no.

En el camino Renato habla dándome los pormenores de ese infeliz.

- Al investigar, nos dimos cuenta de que es hijo de los que mato hace años por traición señor Tomazzo, así que era más por venganza- mi padre asintió tan serio y calmado como siempre.

- bueno hijo lo importante es que también pagará por su atrevimiento- asentimos a las palabras de papá.

Llegamos y al bajar, mi padre camino junto a mí para ir a la habitación donde tenían a ese bastardo, al verlo solo lo golpee con un tubo, sacando sangre de su boca.

- te dije que el querer atentar contra mi familia, lo pagan con su vida- levanto su cabeza y solamente niega- pues hoy ya lo sabes imbécil.

Vuelvo a tomar el tubo de hierro y lo golpeó demasiadas veces, quemando su pecho con un azadón, los gritos no se hacen esperar son como plegarias para mis oídos, solamente suplicaba por su vida, pero lo que intento hacer no lo dejaré pasar, hasta acabar con su asquerosa existencia.

Lo hice sufrir de distintas maneras e inimaginables que son crules, lentas, dolorosas y van acabando poco a poco con su vida, al verme mi ropa estaba tan manchada que solo me detuve dándole el tiro de gracia para poder irme, ya había desquitado todo mi enojo, ira y furia en el.

Al salir; mi padre al verme solo me sonríe hasta darme dos besos en cada mejilla, en forma de agradecimiento, nos subimos a la camioneta y Renato vuelve a hablar.

- hermano necesitas relajarte, ¿vamos al club?- no tenía pensado salir, pero creo que me lo merezco después de todo.

- sí; nada más me doy un baño y nos vamos- él asintio mientras mi padre nada más nos observa.

Al llegar a casa de inmediato me ducho y salgo para cambiarme, hoy quiero relajarme y buscar a alguien para pasarla bien, pero antes de salir mi padre me detiene diciéndome de nuevo su sermón.

- hijo solo piénsalo, no serás joven siempre y necesitas de una mujer que sea tu respaldo- asentí ante sus palabras.

- lo pensaré padre, pero por el momento saldremos a divertirnos.

Nos vamos hasta el estacionamiento, antes de subir dejo a mis hombres cuidando a mi padre y unos cuantos nos acompañarán esta noche, cuando bajamos del auto entramos sin problemas, ya que este club es mío, nos fuimos a la zona privada.

Mientras nos traían unas bebidas, observaba desde arriba todo el panorama, una chica en particular me llamó la atención, era tan sexi y sus movimientos te invitaban a querer poseerla y sin esperar mande a unos de mis hombres para qué hablará con su compañera.

Definitivamente, esta noche sería fantástica.

TOMAZZO FERRARA.

RENATO CONTE.

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