Cap. #11

Aurora durmió en la habitación de Paimon al lado de su pequeño Samel. Paimon no pudo intimidarla.

Dos días después...

Arianna pudo regresar a su casa sana y salva, pero asustada. Dylan la siguió Ara vengarse y pensando que era a Aurora a la que perseguía.

Casa de Arianna...

-Madre, esa zorra volvió al país y a ofendido a alguien. Me están persiguiendo para vengarse. _ Arianna está asustada.

-Debemos encontrar esa persona, yo hablaré directamente con él y le enseñare que ustedes son gemelas idénticas. Así dejará de perseguirte. _ Andrea sonríe. _Lo usaremos para que acabe con ella y tú... puedas estar en su lugar con el sr. Dagón. _Andrea ríe a carcajadas.

-Tienes que ponerte en contacto, antes que de que me mate. _Arianna está aterrada.

Mientras en la mansión Dagón...

Paimon y el pequeño Samael estaban listos para partir al 7mo infierno.

-Te quedarás aquí y no puedes salir. Puedes andar por toda la mansión. _ Paimon no quiere que corra peligro mientras el no está.

-Esta bien. _Aurora responde con timidez.

-Ya nos vamos, despídete de tu pequeño revoltoso. _ Paimon sonríe.

Aurora al ver su sonrisa se aterra, pero disimula. Algunas de las demonios se sienten celosas de ver a Paimon sonreír por una humana.

-Cuidate bien mi hermoso bebé, mamá te estará esperando en casa. _ Aurora junta su frente con la del pequeño Samael.

-Mamá... cuando vuelva podré hablar normal y seré más fuerte. _ Samael sonríe. Nos vemos pronto mamá, cuídate.

Paimon al ver a Madre e hijo interactuando siente una cálidez en su corazón que jamás había sentido.

Pensamientos de Paimon: 'Tener una familia es hermoso'_ Sonriendo..

Los que se encontraban en ese momento: ' ¿Sonriendo? ¿En serio?.' _ Algunas demonios celosas.

Paimon tomó al pequeño Samael y desparecieron en una tiniebla negra. Aurora y Lamya quedaron solas y fueron al patio trasero donde había un jardín con flores marchitas.

-Lamya para pasar el tiempo en esta mansión ayudame a cambiar su aspecto. Es muy siniestra y oscura. _Aurora está mirando por todos lados y pensando en los nuevos cambios de la mansión.

-¿Estas segura de esto? ¿y si el señor de enoja?. _ Lamya está indecisa con la propuesta de Aurora.

-Veremos cuando vuelva, si no le gusta volvernos todo a la normalidad. _ Aurora tiene confianza de que Paimon le gustará.

Cinco días después...

Aurora había cambiando todo en la mansión, con la ayuda de la tarjeta bancaria que Paimon le había dado, los demonios que estában a sus órdenes y Lamya a su cuidado.

En la mañana cuando Aurora despertó, se dirigió al patio trasero a ver el jardín que había vuelto a darle vida.

Pero lo que encontró fue un desastre las rosas y flores estaban destruidas y una pequeña fuente de agua que había hecho especialmente para su pequeño, estaba hecho pedazos.

Aurora junto a Lamya reunió a todos en la mansión.

-El responsable que de la cara, oh... cuando Paimon este aquí no lo defenderé. _Aurora habla con autoridad.

Una de los demonios respondió.

-¿Defender?, ¿Quién eres para hablar con autoridad en esta casa y a nosotros?. _ Ríe con hipocresía. _ Eres una insolente, una pobre humana como tú ¿como puede atréverse a hablarle al príncipe por su nombre?.

Aurora titubeó y habló sin confianza en si misma.

-Paimon, me dijo que le hablara informal y medió el derecho en esta mansión. _ Aurora dijo casi susurrando.

-Yo estoy encargada de la casa y aquí se hará lo que yo diga. _ Valeriana es la ama de llaves y se encarga de dar las órdenes en la misión cuando Paimon no está.

-Cuando Paimon este aquí arreglaremos esto. _ Lamya habla en un tono amenazante.

-Encárguense de volver el jardín en su forma original y... la mansión esperemos que Paimon aparezca. _ Valeriana se vuelve hacia Aurora y Lamya. _ Ustedes dos a limpiar la casa y hoy no habrá alimentos para ustedes.

Aurora que siempre ha sido maltratada no se defendió y y aceptó todo el abuso como algo normal. Lamya que siempre ha sido abusada por ser un demonio de bajo rango tuvo que obedecer.

Las dos pasaron el día limpiando, cuando creían que iban a acabar de limpiar una de las criadas se acercaba y hacia un desastre. Aurora y Lamya tenian que volver a empezar a limpiar.

Ya eran las 4 de la tarde y las dos estaban cansadas y muertas de hambre. Ellas estaban en el cuarto de limpieza, entro Valeriana y las envío a hacer algunas compras.

-Tienen una hora para hacer las compras, le entrega una lista. _ Valeriana se burla.

-Sabes que el príncipe le prohibió salir de la mansión. Lamya se opone a ir de compras.

-No puedo desobedecer. No iré. _ Aurora murmura.

-El príncipe vuelve mañana y necesito tener todo listo. Vayan ahora, solo tienen una hora. _ Valeriana se ríe de las dos.

Aurora y Lamya salieron caminado de la mansión y sabían que una hora no era suficiente para hacer las compras, ir y volver a la mansión.

Las dos estuvieron caminando durante media hora y al llegar al centro comercial compraron todo lo más rápido que pudieron.

Mientras Paimon apareció en la casa sin el pequeño Samael, por alguna razón sintió que extrañaba a Aurora y Samael lo envío solo por esa noche. En la mañana debía volver al ritual que estaban haciendo en el 7mo infierno.

Cuando Paimon llegó, vio toda la mansión diferente y le agrado ver qué Aurora se estaba adaptando.

-Valeriana..._ Paimon llama a su ala de llaves.

Valeriana no respondió. Ella estaba en la habitación de Paimon acostada en la cama pensando en él. Como hacia cada vez que podía, por eso había mandado a Aurora y Lamya al centro comercial.

Valeriana había complacido a Paimon en varias ocasiones y eso le daba un poco de poder en la mansion. Ella pensó que sería la dueña de la mansión, la señora Dagón y la princesa del 7mo infierno. Para su mala suerte eso empezó a cambiar a la llegada de Aurora.

-¿Que haces en mi habitación? _ Paimon preguntó un poco incómodo.

-Queria sentir su olor. _ Valeriana mira a Paimon seductoramente.

Valeriana se levantó y camino despacio hasta llegar a Paimon, mientras camino hacia él soltó su bata y quedó desnuda frente a él.

-Tienes mucho que no me tocas, podrías hacerlo hoy. Estamos solos, vamos a divertirnos como sabemos hacerlo. _Valeriana besa a Paimon.

Paimon correspondió, pero en su mente cruzo la imagen de Aurora y detuvo el beso.

Un ruido hizo que Paimon de diera la vuelta.

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