Cap. #14

Después de beber media botella, Aurora posó sus ojos en el gabinete de vinos, pensando "Ya que hay tantos tipos de vino, ¿por qué solo bebo de un solo sabor?".

-Hmmm... el vino tiene un sabor fuerte.

Ahora mismo puede considerarse como un agua salvavidas para Aurora. Ella Frunció el ceño y bebió el vino de un bocado a la vez.

El hambre entorpeció sus papilas gustativas y bebía vino caro como agua.

Se puso de pie y su fuerza parecía haber regresado. Aurora se quedó mirando el vino en el gabinete.

-¿Es esta botella mejor para beber?.

Aurora lo sacó, lo abrió con un abrebotellas y lo bebió de golpe.

-¡Hmm! No es bueno para beber...

Autora tomó dos sorbos y luego casualmente puso el vino en el suelo. Se levantó y abrió otro vino.

-¡No puedo creer que no pudiera encontrar una buena botella!.

Aurora pateó la botella de vino que acababa de beber unos cuantos tragos. Con un golpe, la botella cayó al suelo. El vino que contenía empezó a derramarse.

Aurora lo miró y se chasqueó la boca. Tenía tanta hambre que su cara estaba pálida. Por el momento, estaba enrojecida. Ella ignoró el vino que se votaba y siguió buscando otros vinos.

Aurora eligió otra botella de vino y se sentó en el suelo para abrirla y de esta forma, Aurora abrió más de diez botellas de vino. Bebió más vino de los buenos y menos de los malos.

Finalmente, su estómago estaba lleno, pero su fuerza cambiaba y todo su cuerpo se tambaleaba. Cayó al suelo y se durmió. Se rió dos veces antes de quedarse dormida.

Aurora está claramente borracha.

A las 8:00.p.m. en punto, Paimon regresó de su empresa, arrojó su abrigo a valeriana y tiró de su corbata, que estaba desordenada y parecía salvaje.

-¿Cómo está?. _La voz de Paimon era baja.

Valeriana sabía por quién le estaba preguntando y se inclinó para tratar de seducir a Paimon, este la rechazo.

-Te lo diré, desde hoy que sea la última vez que trates de seducirme, soy un demonio con una esposa y un hijo.

Valeriana lo encontró extraño y volvió a componerse.

-¿Iras a verla, después de lo que te hizo? El sótano está tranquilo. Ella no ha causado problemas desde ayer.

Los ojos fríos y negros de Paimon se entrecerraron ligeramente y sus malos pensamientos pasaron como un relámpago.

-Tres días es el límite antes de empezar a morir de hambre y de sed. Debió haber perdido la fuerza para causar problemas. _ Dijo Valeriana en forma de burla.

Paimon no dijo una palabra. Su expresión era fría e insondable. Dio media vuelta y fue directamente al sótano.

Valeriana se apresuró a seguirlo.

El guardaespaldas que vigila la puerta del sótano vio venir a Paimon y abrió la puerta.

Tan pronto como Paimon entró, no se fijo en Aurora. Lo que le vino a la cara fue un fuerte olor a vino.

El rostro frío de Paimon se cubrió repentinamente de sudor y sus ojos negros estaban llenos de un brillo siniestro.

Valeriana que entró detrás de él, entendió la situación y se apresuró a encontrar a Aurora.

Lo primero que vió fue el desorden de botellas de vino vacías tiradas en el suelo junto a la vinoteca. El vino que se derramó ya había secado en el suelo.

Esos vinos son valiosos y atesorados por Paimon. Ahora Aurora se lo trató de una manera tan barata.

Al final de las botellas estaba Aurora borracha junto a la vinoteca. Parecía que no estaba durmiendo bien y pateó una de las botellas.

El ambiente en la bodega se oprimió de repente, con una temperatura fría. Ahora parecía una bodega de hielo y no una bodega de vinos.

Aurora ha estado en la mansión durante unos días y ha estado sufriendo una atmósfera operativa y tan terrible.

Valeriana estaba aterrorizada, no se atrevió a mirar la cara de Paimon. Con la cabeza agachada, se apresuró a llamar a Aurora para despertar a la culpable.

Pensamientos de Paimon: "¡Resultó que estaba tan callada porque era una saboteadora en la bodega!. ¡¿No sabe lo caras que son esas bebidas?! ¡Ella no puede darse el lujo de venderlas! ¡Estan todas arruinadas!"

-¿Señorita Aurora? ¿Señorita Aurora? ¡Despierte, el Sr. Paimon está aquí!. _ Valeriana gritó cerca.

Sin embargo, Aurora agitó la mano y estaba impaciente.

-Quiero dormir. ¡No hagas ruido!.

-¿Señorita?... Ella es mi mujer._ Paimon seguía bajando la temperatura.

"..." Valeriana se asustó al sentir la mirada helada de Paimon.

-¿Señora Aurora? ¿Señora Aurora? Levántese rápidamente. ¡El Sr. Paimon viene!. _Esta vez gritó más alto.

Aurora, que ha estado durmiendo durante todo el día, está perturbada. Está muy molesta. Abre los ojos con dificultad. La figura frente a ella está borrosa y no puedo verle la cara con claridad, pero por la voz sabía que era valeriana.

-¿Señora Aurora? ¿Puedes verme?. _ La mano de Valeriana se agitaba temblando frente a ella.

Aurora la miró con ojos apagados.

-Tú... Me dijiste que me fuera, que yo era una simple humana que usaron para tener un hijo... que Paimon me odiaba. Yo cambié la mansión y la fuente de agua la hice para mí hijo y tu la destruiste. Me pusiste a limpiar sin darme de comer. Dormiste con mi esposo, te encontré en la habitación y me echaste de la mansión. Me culpas de lo que hace mi hermana gemela y ahora me tratan de esta manera. _Aurora lloró de dolor y siguió mencionando todo lo malo que le ha hecho Valeriana.

Después de una mirada, Aurora volvió a cerrar los ojos. En ese momento, su cerebro perdió la razón y quedó paralizado por el alcohol.

Valeriana está muerta de miedo. ¿Todavía tiene una sensación de crisis?, Ella no podía protegerse a sí misma. Llamó a Aurora una y otra vez. de espaldas a Paimon, solo sintió el viento frío perforando sus vértebras y subiendo a lo largo de las vértebras. Su cuero cabelludo estaba entumecido.

La sombra fría de Paimon se apretó y su voz era muy fría.

-No llores. _ Paimon tiró bruscamente de Aurora.

-Ah... _Aurora estaba a punto de irse a dormir cuando alguien lo jaló. ¡Estaba muy molesta! Incluso si su cerebro está paralizado, todavía siente el dolor de la muñeca, como si el hueso estuviera a punto de romperse.

-HMM... tú... Tu fuerza es demasiado fuerte, me duele...

La cara de Paimon estaba fría y feroz, todo su cuerpo era tan terrible que incluso los fantasmas, los demonios y los dioses tenían que evitarlo. Cargó a Aurora hasta la habitación y la arrojó al baño.

-Ah… _Aurora tropezó y se sentó en el suelo. Sintió que su cabeza estaba aún más mareada. Miró a su alrededor desconcertada, como si no entendiera dónde estaba.

-¿Quién me arrastró hasta aquí?.

Justo cuando Aurora estaba confundida, Paimon abrió la ducha en su cabeza y el agua se derramó por todo su cuerpo. y Aurora gritó por el agua fría.

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