Cap. #18

Arianna se desmayó del susto. Paimon reía a carcajadas, como todo demonio cuando hacia de las suyas.

Paimon se fue a la cafetería en busca de su familia y luego se dirigieron a su mansión.

Arianna despertó tirada frente a su casa. El miedo la invadía y grito por la ayuda de su madre. Dylan se encontraba presente, ayudo a Bernard y Andrea a cargar a Arianna hasta su cama. Arianna tenía fiebre alta y repetía "piso 19".

Dylan al ver su comportamiento, sabía que algún demonio era el responsable. Dylan amaneció en casa de Arianna, cuando ella despertó estaba más tranquila y contó su experiencia en la empresa Dagón. Los padres de Arianna estaban sorprendidos y también estaban dudando de la calidad mentar de su hija.

Dylan les explico que en este mundo hay seres misteriosos y que muchas de las historias que creen ficticias en leyendas urbanas, relatos florcloricos y mitos, suelen ser verdaderos.

Los padres de Arianna aún estában un poco de escépticos.

Dylan preparó una barrera para atrapar cualquier demonio que se acerque a la humilde casa. Les dio a cada uno de ellos un artículo anti-demoniaco.

Bernard al ver a su hija asustada le pido a Dylan mudarse en su casa y Arianna se sintió más tranquila y menos aterrorizada.

Un mes después...

Aurora tenía la cafetería más popular del país. Personas de todos los medios visitaban la cafetería, la mayoría de esas personas eran humanos , demonios y otras estaban poseídas.

La bebida especial de Aurora era la favorita de los demonios, los llenaba de energía.

Muchos humanos habían escuchado sobre esa bebida energizante y querían probarla, pero si un humano la llegaba a tomarla quedaría loco. Su sentido agudizaría y podría ver demonios en todo su esplendor durante tres días antes de quedar totalmente loco.

Samael era un demonio que le gusta estudiar. Ya que es como su padre tienen conocimientos en ciencias, artes y doctrina.

Muchos demonios visitan la cafetería con sus hijos y en una zona especial Samael los guía bajo su conocimiento. A la vista de los humanos eran nos jugando.

Aurora siempre se mantenía ocupada, pero a la hora del almuerzo ella dejaba a Lamya a cargo. Aurora tomaba un descanso para atender a Paimon. Él se transportaba a la cafetería y la esperaba en la habitación como todos los días. Ella recibía las mejores atenciones de su esposo demonio y cada día que pasaba estaba más enamorada de él.

Paimon estaba bañándose y Aurora lo sorprendió por detrás abrazándolo y acariciando sus abdominales con sus brazos. Paimon se dio la vuelta, la cargó y Aurora envolvió sus piernas en la cintura de Paimon. El la llevo a la cama y se sentó con ella en su regazo.

-Eres tan alto y fuerte. Me levantas como una pluma _ Aurora hace un puchero. No es justo ¡Humph!..

-Mi esposa es la única que puede reprocharme _Paimon sonríe felizmente.

Aurora acaricio sus cuernos y los beso uno a la vez. Luego, acaricio sus fuertes brazos y se hundió en su pecho soltando un suspiro erótico.

-¿Amas mi pecho o me amas a mi? _ Paimon preguntó jocoso.

-Amo todo de ti, pero amo más tu pecho. Esa parte me fascina, siento que voy a derretirme cuando estás cerca _Aurora suelta un gemido.

-¿Sientes eso? Esa parte te ama, te adora y se muere por ti _Paimon la mira con exitacíon y lujuria.

-Oh, cariño. Esto está tan caliente como el infierno _Aurora sonrío balanceadosé en la excitacíon de Paimon.

De repente Paimon tiró de ella y la acerco más a su cuerpo. Aurora estaba desnuda sobre su regazo. Paimon entró en ella y empezó a presionarla, Aurora gemío en voz baja mientras Paimon apretaba suavemente su trasero. Ella mordió sus labios para evitar gemir demasiado fuerte.

-Gime todo lo que quieras, esposa mía, nadie nos va a escuchar _Murmuró Paimon en su oído y le masajeó más _No lo contenga. Déjame oírlo.

Aurora se estremeció y gimió en voz alta, cuando el aliento de paimon le hizo cosquillas en el cuello, ella puso sus manos sobre el cuello de Paimon y se sostuvo fuerte, hizo presión y empujó más fuerte sobre la hombría de Paimon.

Una hora después ...

Aurora y Paimon se acostaron uno al lado del otro jadeando en silencio. Volvieron a besarse y acariciarse, pero su momento fue interrumpido por unos golpes en la puerta.

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