Capítulo Nº12

Greta, al besar a su amado Constantino, sintió que esta sería la última vez que probaría sus labios y estarían juntos, y cree que a él le pasaba lo mismo, porque se da cuenta que no quiere soltarla además de la forma tan tierna con que la mira y acaricia su rostro, la despedida fue muy dolorosa. Ella trata de sostener las lágrimas en sus ojos y le dedica una dulce sonrisa, trata de darle confianza, tal vez con ese gesto se marche tranquilo.

Entra afligida a casa y Fiona la esperaba con un té.

⎯ Vamos a tomar algo para los nervios antes de dormir.

⎯ Eres tan buena conmigo. No sé cómo soportaría todo esto sin ti.

⎯ No es nada, para eso somos amigas, ahora bebe, te hará sentir mejor.

Ella le hace caso, pero siente un sabor muy amargo al beber la infusión y es demasiado desagradable, se marea un poco y deja de tomarla.

⎯ ¿Qué es esto?

⎯ Eso, querida, son unas yerbas para adelantar el parto, si todo sale bien en unas horas tendremos a ese bebé en la casa.

⎯ ¿Por qué haces esto?

⎯ Por amor, ahora ven vamos al sillón.

⎯ Ofelia, Aurora⎯ grita con todas sus fuerzas.

⎯ No te gastes en llamarlos, les di una droga muy fuerte y todos están dormidos, ya veremos qué hacemos después.

⎯ ¿Tu y quien más?

⎯ Yo y el diablo, jajaja.

⎯ ¿Quién es el diablo?

⎯ Francesco. Todavía no puedo creer como no se dieron cuenta, él tiene una mente brillante.

Se sentaron a esperar, Greta está muy mareada, se duerme de a ratos y Fiona la despierta con cachetadas. No puede perder el conocimiento, en cualquier momento comienzan las contracciones, ella siente un dolor y trata de disimular, Fiona no se da cuenta de nada, se levanta a cada rato y mira por la ventana. De pronto los disparos en el jardín les indican que unos intrusos llegan, pero ella está feliz y hasta aplaude, es cuando un auto estaciona que se sienta al lado de Greta y le apunta con un arma. Ven entrar a Constantino, parece que está bien pero de la emoción la muchacha rompe bolsa. Él lo nota y al escuchar que le van a robar a su bebe  trata de ayudar y recibe un disparo. Suben a Greta por las escaleras y esa maldita perra la empuja sin contemplaciones.

Ambas mujeres están en el quirófano, Greta está en una camilla y comienza la labor de parto, hace mucha fuerza hasta que por fin sale un niño, no logra verlo, cuando Fiona corta el cordón, lo envuelve en unas mantas y dice.

⎯ Gracias por hacerme la persona más feliz del mundo, en agradecimiento voy a fingir tu muerte, no salgas de aquí hasta que dejes de escuchar el motor del auto.

⎯ No lo hagas, no me robes a mi bebé⎯ súplica.

⎯ Lo siento pero es mío⎯ le dice eso y dispara a la pared.⎯ Adiós amiga, y gracias.

La ve salir junto a su pequeño y se mantiene en silencio, las lágrimas mojan todo su rostro y un dolor en el pecho no la deja respirar. Pero tiene que ser fuerte y no va a desaprovechar la oportunidad de vivir para encontrar a su bebé. Desata sus pies de los estribos y trato de bajarse de la camilla vuelve a sentir un dolor horrible, piensa que puede ser la placenta, pero igual baja por las escaleras manchando con sangre todo a su paso y llega junto a su marido que está en un charco de sangre.

⎯ Resiste, amor, ya voy.

⎯ ¡Estás viva!

⎯ Si, corazón, ya llego junto a ti.

Está a unos pasos de llegar a su lado cuando tiene la necesidad de pujar, lo hace y antes de darse cuenta lo que ocurre, Constantino agarra con sus manos ensangrentadas a otro bebé, justo antes de que caiga al suelo. Ella se cae de rodillas, junto a su amado y le dice.

⎯ Eran dos.

⎯ Hay que cortar el cordón, en mi bota está la navaja, ponle un poco de Whisky.

⎯ Estás herido, no hagas esfuerzo, deja yo busco todo.

Le saca la bota, encuentra la navaja, toma el vaso de Fran que aún tiene un poco de alcohol y la limpia.

⎯ Espera, quiero hacerlo, por lo menos le dirás que su padre murió cortando su cordón.

⎯ No digas eso, te pondrás bien.

Greta se sienta a su lado después de ver cómo él le hace un nudo en el cordón y le entrega al bebé, se acerca y toma su rostro, la besa y el gusto a ácido le indica que tiene sangre en su boca. Cuando se separan ella trata de mirar su herida y se lo impide, toma su mano y siente como está muy débil, se acuesta sobre su regazo y miran a su bebé.

⎯ Prométeme que al cerrar mis ojos saldrás de aquí y se pondrán a salvo.

⎯ Lo haremos, pero no hables, tú vendrás con nosotros.

⎯ No puedo, ese bastardo al fin acertó en el tiro.

⎯ No te des por vencido, saldremos juntos⎯ sus lágrimas se mezclan con las suyas.

⎯ No busques al otro niño hasta que sea más grande, vayan a España, allí tengo una residencia, todas las indicaciones están en la caja fuerte⎯ escupe su propia sangre.

⎯ No hables⎯ ve que con cada esfuerzo que hace al hablar se ahoga con su propia sangre.

⎯ Escucha bien, en la casa de Sevilla hay una caja fuerte, tiene la misma combinación que está.

⎯ No se si podré acordarme esos números⎯ le acaricia el rostro con su poca fuerza y siente como su sangre le mancha la mejilla.

⎯ Tu cumpleaños…los amo.

⎯ Yo también te amo.

⎯ Adriano, recuérdalo⎯ ve como cierra sus ojos y besa por última vez en sus fríos y azulados labios.

⎯ No, amor…nooo, despierta, no me dejes…despierta⎯ lo mueve incansablemente.⎯ No me puede dejar, despierta, no me dejes.

⎯ Señorita, ¿qué pasó?...Mi niño…¡Oh por Dios, mi niño!

⎯ Fiona y Francesco nos atacaron, ayúdame.

⎯ Sí, señorita, no puedo creer que mi niño ya no esté más con nosotras.

⎯ Ofelia, debemos irnos, deja de llorar y despierta a todo el mundo, nos vamos a España. Ayúdame con mi bebé, debe tener frío⎯ da instrucciones abrazada a su marido, se aferra a él buscando las fuerzas que necesita para seguir.

⎯ Sí, señorita, pero usted también debe cambiarse.

⎯ Déjame despedirme un minuto más, solo eso pido.

⎯ Su bebé es hermoso, lo llevaré a limpiar y le pondré ropa caliente.

⎯ Si, está bien…y, nana, eran dos.

⎯ ¿Cómo? ¿Qué pasó con el otro?

⎯ Fiona y el maldito de Francesco robaron a mi primogénito, ahora nos iremos pero me cobraré con sangre la muerte de mi esposo y que me hayan separado de mi bebé.

Intenta levantarse pero un dolor agudo en su bajo vientre la hace sostenerse del sillón, ve que algo nuevamente se desprende de su cuerpo, siente como se escurre un líquido viscoso y espeso entre sus piernas, es la placenta que unía a sus bebés, esta quedó tirada junto al cuerpo de su amado Constantino.

Una vez que tienen preparado los equipajes, bajan y vuelve a besar a la persona que más feliz la hizo en su corta vida, ya su cuerpo está helado, sus ojos cerrados y del vigoroso hombre no queda nada más que su recuerdo.

⎯ Descansa, amor. Nunca te olvidaré.

Fueron las últimas palabras que le dedicó a su esposo antes de subir al auto con sus acompañantes y emprender el viaje a España. Entre los papeles, pasaportes, dinero y joyas que había en la caja fuerte encontró una carta con la instrucción de ser leída al llegar a su nuevo hogar.

No se sorprende saber que Constantino tenía todo organizado para su seguridad, todo el tiempo que estuvieron juntos lo único que hizo fue protegerla. Lo amo y amara por siempre por eso. No pudo darle el entierro que se merecía pero no debía dejar pruebas de que estaba viva, así que a medida que se iban alejando veían las llamas que iban consumiendo a la mansión y con ella el cuerpo de su amado. En el auto solo se escuchaba el los sollozos de las mujeres y el cantar de los grillos que anunciaban un nuevo día.

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