Capítulo Nº8

Greta hace un tiempo que comenzó a sentir cambios en su estado de ánimo, tiene mucho sueño y no soporta el perfume de Constantino, antes era el perfume perfecto, pero ahora lo odia porque le provoca muchas náuseas. Fiona sospecha que puede estar embarazada, así que van a esperar a que él regrese de una misión e irán al hospital.

El anuncio de la boda no fue recibido como esperaban, muchas familias no estuvieron de acuerdo en la forma en que se realizó y se ofendieron porque no fueron invitados, otros por tal motivo retiraron el apoyo que le brindaban a los Donatti, ya que veían mal esta unión. Pensaban que ella trabajaba para su padre y estaba influenciando en las decisiones de Constantino. Resulta que su padre estafó a muchas personas, no solo a los Rusos, y la consideraban una traidora. Continuamente llegaban cartas con amenazas y tuvieron que reforzar la seguridad.

Greta estaba en el atelier con Fiona tomando el té, cuando sin previo aviso sufrió un desmayo. Cuando abre sus ojos, ya es de noche y su esposo sostiene su mano.

⎯ Al fin despiertas. ¿Cómo te sientes?

⎯ Sal de aquí tienes un olor espantoso, voy a vomitar.

⎯ Pero si recién me di un baño y me puse perfume.

⎯ Es tu perfume, es muy fuerte.

⎯ Me ducharé de nuevo, ya vuelvo.

⎯ Perdón.

Está esperando a que se termine de duchar y ve que sale con una toalla en la cintura a buscar la ropa, no puede resistirse un calor invadió su cuerpo y le dice.

⎯ Constan, ven aquí.

⎯ ¿Qué tienes? Estás muy colorada, llamaré a Fiona.

⎯ No, solo ven.

Se le acerca y se sienta junto a ella, pasa una mano por su frente y ya no aguanta el deseo, se levanta y se sienta en su regazo para comenzar a besarlo, él la separa y dice.

⎯ Espera, no te sientes bien.

⎯ Te deseo y mucho, así que cumple con tus deberes maritales.

⎯ ¿Estás segura?

⎯ Muy segura, date prisa, no soporto este calor.

La recuesta en la cama y hacen el amor, él la trata con mucha delicadeza como si tuviera miedo de romperla y ella desea que sea más salvaje. Al terminar se siente insatisfecha, él tiene una sonrisa en su rostro y Greta quiere llorar, no es como lo imagino, quería más acción, más fogosidad. Se levanta enojada, va al baño y él la mira sin entender porque reaccionó así. Se levanta de la cama y la sigue.

⎯ ¿Qué sucede?¿Te lastimé?

⎯  Como me vas a lastimar si apenas me tocas, es como que ya no te sintieras atraído por mí, solo lo hace suave y nada más.

⎯ Te acabas de despertar de un desmayo, no se si podíamos hacerlo, no quiero hacerte daño, eso es todo.

⎯ Pero yo quiero más, me gusta más cuando me alzas, me tiras a la cama, no como recién tan...tan…no sé qué decir⎯ comienza a llorar.

⎯ No se que pasa contigo, será mejor que duerma en otro lado⎯ él sale del baño y ella lo sigue.⎯ Desde que llegue te molesta todo de mí.

⎯ No, no me dejes.

Se aferra a él y llora con mucha angustia, no sabe por qué actúa así, pero tendrá que hablar con él y decirle que sospecha de un embarazo. Vuelven a la cama y cuando logra calmar su angustia le dice.

⎯ Lo siento, no quise ser tan irritable.

⎯ Descuida, pero me preocupa tu salud, ese desmayo no es normal.

⎯ De eso te quería hablar, Fiona me quiere hacer análisis, sospecha que estoy embarazada pero acá no tiene lo que necesita para hacerme las pruebas.

⎯ Ahora entiendo tu comportamiento, son las hormonas.

⎯ Amor, ¿no estás enojado?

⎯ No. Solo que si estás embarazada tendremos que tener mucho cuidado.

⎯ Lo sé. ¿Puedes organizar todo para mi traslado?

⎯ Si amor, mañana mismo iremos al hospital, yo te acompañare en todo momento.

⎯ Gracias, te amo.

⎯ Yo también.

Al comenzar un nuevo día, se prepararon para ir al nosocomio, varios autos blindados los acompañan, están ansiosos por los resultados aunque es más que obvia la respuesta.  Luego de la extracción de sangre, la muestra de orina y controlar presión, pulso, talla y peso salen a tomar un poco de aire, se sientan en una confitería. Están felices proyectando un futuro cuando se les acerca un auto y comienza a disparar, Constantino salta de la silla y cubre el cuerpo de Greta con el suyo, recibe un disparo en la pierna y cuando ven que el vehículo se aleja, se incorporan.

⎯ Amor, estás herido.

⎯ No es nada, solo un rasguño. Lo que realmente importa es que ustedes estén bien.

⎯ Estoy bien, aun no sabemos si es positivo.

⎯ Amor, hace dos meses que dejaste de sangrar. Yo lo sospechaba pero no te quería asustar.

⎯ ¿Llevas el control de mi periodo?

⎯ No es eso, pero no has tenido tus cólicos y la forma en que quieres tener relaciones todos los días, era algo extraño, siempre en esa fecha no te puedo ni tocar.

⎯ No se que decir, me sorprendiste.

⎯ Mejor vamos a un lugar más seguro y a esperar la confirmación de que seremos padres. Te amo.

⎯ Te amo, pero mejor vamos a revisar esa herida.

⎯ Vamos.

Fiona atiende a Constantino y por suerte él tenía razón, la persona que disparó tenía muy mala puntería y solo le rozo la pierna, casi ni sangra y en unos días ni se le va a notar el disparo. Están en una habitación esperando los resultados, ya falta mucho menos pero Greta comienza a impacientarse y una loca idea pasa por su cabeza.

⎯ ¿Y si tengo algo malo, o si muero como mi madre?⎯ está sudando frío y él la abraza más fuerte.

⎯ Nada de eso va a pasar.

Los guardias están custodiando la puerta, le abren a Fiona que viene con un sobre y dice.

⎯ ¡Felicidades, chicos! Serán padres.

⎯ Gracias, yo lo sabía. ¿Viste, princesa? Mi intuición no falla.

⎯ Tienes razón amor, haces mejor trabajo que Fiona.

⎯ Oye, yo hace tiempo te quería traer. Ahora vamos a la mansión que tenemos que acondicionar un cuarto como si fuera un hospital.

⎯ ¿Qué dices?

⎯ Amor, el niño nacerá en casa para no correr riesgos.

⎯ Esta bien, pero prométeme que todo saldrá bien

⎯ Te lo prometo.

Van rumbo a la mansión, la felicidad que sienten todos se ve opacada por la preocupación de Greta, está en shock, recién se da cuenta que tendrá que afrontar un parto y para colmo en la casa y solo con la ayuda de Fiona. Espera que todo salga bien y no correr con la suerte de su madre, no le gusta la idea de no criar a su niño o dejar solo a Constantino. Lo mira de reojo, él está feliz. Solo queda dejar todo en manos de Fiona y del destino.

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