Me Obligaron A Casarme Con El Duque Ciego.
-Ella es tan sucia, solo es una hija ilegítima y aún así se casará con un Duque.
-Shhh, ya tranquilícese, ella ahora es una duquesa.
Juliet se detuvo a pocos metros de su carruaje. Aunque sus voces eran suaves, también eran lo suficientemente fuertes como para que todos las escucharan. Más aún, sin embargo, se mantuvo callada y mantuvo sus hermosos ojos azules bajos, incluso mientras apretaba su vestido blanco.
Su padre, el Conde Suárez, quien venía detrás de ella, golpeó el hombro de su hija con su bastón.
-No tenemos todo el día, date prisa. Debemos conocer a tu esposo.
Como de costumbre, no le importaba quién insultara a su única hija hembra.
Su cabello rubio aún estaba bastante arreglado y aún se conservaba grueso pese a su edad. La ropa de su gordo cuerpo también estaba debidamente lavada y planchada. Miró con frialdad a su hija quien entraba en el carruaje.
Cuando Liliana, su niñera, iba a ingresar al carruaje, usó el bastón para impedirlo y le dijo:
-Mantén un ojo en ella. No debe morir, mucho menos lastimarse hasta que dé a luz a un hijo del Duque.
-Lo tendré en cuenta, mi señor.
El viaje duró dos semanas, en ese tiempo, hubo muy poca conversación entre los pasajeros.
Juliet pasó la mayor parte del tiempo viendo el panorama por la ventana, había un hermoso paisaje por donde pasaban.
Cuando estaban muy cerca de su destino, su niñera habló con amargura.
-Estoy sumamente agradecida de que haya una familia noble que acepte a una hija ilegítima como tú. Escúchame bien, de ahora en adelante quédate como si fueras una muñeca. Si obedeces al duque en todo lo que te pida, todo saldrá bien.
El rostro de Juliet se oscureció, pero la comisura de su boca se elevó.
-De todas maneras, todos me odiarán sin importar cuán obediente sea.
Recordó sus días en la mansión de su padre, todos se burlaban de ella debido a que su padre nunca prestó atención a sus necesidades, ni le importaba lo que dijeran de ella. Sufrió de constante bullying, incluso las sirvientas la menospreciaban. Todo por ser una hija ilegítima, producto de la aventura del conde y una prostituta.
La única persona que siempre la defendió y estuvo a su lado fue Elías, su hermano menor.
Aún recordaba cuando la había defendido de una vieja loca que decía que su madre se había acostado con su marido.
-Por culpa de tu asquerosa madre, perdí a mi marido -la vizcondesa fue y la agarró del pelo. Juliet simplemente lo soportó en silencio. -No me importa lo rica que sea tu familia, ¡no deberías ser la hija de una ramera! ¡Busca a tu asquerosa madre y devuélveme a mi marido!
La primera persona que había entrado corriendo en la habitación había sido Elías.
-Tú... Vieja loca... ¿por qué culpas a mi hermana de los pecados de su madre? -apartó las manos de la vizcondesa de Juliet. Juliet se tambaleó, cayendo al suelo.
-¿Por qué crees que mi marido se fue de un día para otro? ¡Es una bruja! ¡Y ella, por ser su hija, también lo es!
La vizcondesa vio que Elías era más fuerte, así que agarró el bastón que había tirado al suelo. Juliet se lanzó entre ambos para defender a su hermano.
PLASF
El sonido del bastón golpeando el rostro de Juliet resonó por toda la habitación.
-Detente ya... ¡Yo no tengo la culpa de que tu marido te haya traicionado y te haya abandonado!
Las doncellas entraron rápidamente a la habitación. La miraban fijamente mientras sostenían a la anciana que lloraba.
Juliet, sintiéndose mal, mantuvo la cabeza gacha como una pecadora, agarrando fuertemente a su hermano para que no se levantara y le echara más leña al fuego.
Elías se volvió enojado hacia su hermana tan pronto como la anciana salió de la habitación.
Detalló a Juliet. Su cabello rubio estaba alborotado, los labios sangraban y tenía las mejillas hinchadas. Incluso se podía ver moretones que comenzaban a formarse a lo largo de su párpado donde fue golpeada por el bastón.
-¿Por qué demonios me detuviste? ¡A mí no me importa cuántos bastones tenga esa vieja! Y... ¿por qué demonios estás tan flaca? ¡Pareces un árbol muerto!
-Elias, esto no es nada. Pronto serás la cabeza de nuestra familia, no debes dejar que tus sentimientos te controlen.
-Ay, siempre eres así, ¡lo único que haces es aguantar! ¡Esto no es vida!
-Ya cálmate, somos hermanos, pero parece que solo yo soy paciente.
Elías estaba a punto de responder, pero la puerta de la habitación se abría e hizo que se contuviera.
-Padre -dijo Elías.
Juliet se tensó, prefería estar nuevamente lidiando con la vizcondesa, que tener que enfrentarse a su padre.
Pero a diferencia de ella, Elías pareció aliviarse con la presencia de su padre.
-Deberíamos llamar rápidamente a un médico. Justo ahora la vizcondesa...
-Elías, yo me ocuparé de todo, así que sal y no dejes que nadie entre hasta que termine de hablar con tu hermana.
Elías asintió y se marchó.
La atmósfera que quedaba en la habitación era tan pesada como el plomo. Los hombros de Juliet se tensaron cuando su padre la miró.
-Prepárate para tu matrimonio. Conseguiré un médico, uno de los caros para que se encargue de las cicatrices de tu cara.
-¿Casarme? -Los ojos de Juliet se agrandaron por la sorpresa- Pero...
El conde levantó una ceja en respuesta.
-Ya te he dicho en innumerables ocasiones, no pienso dejar a una mujer sin hijos en mi familia.
Juliet se mordió los labios. Por cierta parte, sabía por qué su padre actuaba de esa manera. No obstante, una necesidad desesperada de hablar se apoderó de ella.
-¿Y qué pasa si no puedo...?
-Juliet, escúchame muy bien, si no te casas con un miembro de una familia noble, volveremos a ser plebeyos. ¿Acaso quieres vernos perderlo todo? -su padre no se detuvo ahí- Tenemos que encontrar a una familia noble que pueda apoyarnos. Sé que has contribuido mucho. El negocio de las piedras mágicas, desde el principio hasta la distribución, sigue bajo mi control. -hizo una pausa y luego agregó- Pero aún así tienes que casarte, niña estúpida. ¿Sabes qué hay gente detrás del negocio de las piedras mágicas? Es por eso que debes casarte, para que podamos recibir apoyo. De lo contrario, todos tendremos que vivir en la calle como cuando eras niña.
Juliet dejó de respirar al recordar cuando vivía con su madre, quien la golpeaba constantemente. Su vida era miserable y debía mendigar un bocado de comida. Su madre no dudó en abandonarla cuando tuvo la oportunidad, fue cuando el conde Suárez llegó diciendo: "-Parece que eres mi hija, entonces ven-". La trajo a casa y la reconoció como mitad de los Suárez. Los ojos del conde brillaron al darse cuenta de que había logrado lo que quería: que Juliet recordara su miserable inicio. Pero no solo eso, ella debía cuidar de sus hermanos menores. "-Escucha Juliet, tus hermanos no saben lo que es la pobreza. Como la hija mayor y la única mujer, ¿realmente dejarás que tus hermanos menores mueran de hambre miserable? -al ver que Juliet bajaba los hombros con resignación, agregó - Debes dar a luz a un niño lo antes posible, no importa si tu esposo es un hombre feo o no. Si das a luz a un niño, podrás vivir tu vida como una dama noble". El último recuerdo de Juliet de ese día fue cuando el conde acarició su barbilla. Ella sabía que para su padre no era más que una yegua de cría en los establos. La única razón de su patética existencia era tener el cuerpo de una aristócrata y dar a luz a un niño. Para su padre, solo era una herramienta, por eso la obligaba a casarse con un hombre que no conocía.
Noah estaba en su mansión resignado. Días atrás había llegado una solicitud del conde Suárez pidiendo que se casara con su única hija mujer, pero la solicitud había llegado directamente del imperio. "-¿A qué te refieres? ¡¿Casarte con una hija ilegítima?! -¡No podemos aceptar a un demonio como ella como la gran Duquesa! ¿Acaso no sabe cómo llaman a esa mujer? -¡Una asesina enloquecida!" Aunque Noah no podía ver debido a su discapacidad, podía sentir el aura de todos a su alrededor. Sabía que no había ningún presente que no estuviera enojado. Él mismo tenía la carta en la mano, la cual leyó con sus dedos. "Supuestamente quemó a su niñera hasta la muerte y sus sirvientas no aguantan ni una semana".
Pronto escuché cómo cada uno de los presentes se arrodillaba al suelo.
-¡Por favor, reconsidérelo!
"Todos me dicen que debo rechazar esta oferta de matrimonio. Pero no puedo hacerlo, si lo hago entonces el imperio apuntará hacia los míos. ¿Podré soportar vivir con esa mujer? ¿Con la hija de mi peor enemigo? No, si no lo hago, entonces mis jóvenes se volverán un sacrificio para la espada del imperio, entonces solo hay una respuesta..."
-He escuchado sus opiniones, pero aceptaré la propuesta de matrimonio.
-Pero, mi señor...
-¡No puede hacerlo!
-Es mejor para nosotros ir a la guerra que aceptar a esa mujer como nuestra duquesa.
-No cambiaré de idea. El imperio no se quedará sentado si rechazamos la oferta. Y yo no puedo darme el gusto de tomar ese riesgo. -Noah sonrió para tranquilizar a los presentes - Estoy bien con ello, solo necesitamos tener un niño y asunto arreglado.
"Puedo salvar a todos si me sacrifico yo, ¿qué importa si no estoy bien con ello?"
-Enviaré una carta de aceptación al imperio.
Fue así como empezó la historia de una hija ilegítima y de un hombre ciego, que es considerado el monstruo que acabó con cuatro reinos.
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Updated 59 Episodes
Comments
Marina Hinostroza
Que triste historia de ella, y lo que se inventan.
2023-09-25
6
Elide Rubio
que feo caso
2023-08-22
2
꧁♾️✨️Betty Cristaldi✨️♾️꧂
y porque no te pones a trabajar tu en ves de vender a tu hija
2023-07-15
11