11. Supuesta luna de miel

Llegamos a un lugar cálido y húmedo, estábamos en Mikonos, la tierra que lo vio nacer hasta ahora me enteré que el es de aquí de Grecia, ya que ese era la única información que el no me dijo.

Era algo hermoso, sus casas blancas una hermosa playa un sol que te tostaría sin pensarla, el único inconveniente en medio de este paradisíaco lugar era que los cuatro días que estemos aquí tendra que estar en la misma habitación, porque ya no había más habitaciones disponibles.

Al llegar de inmediato me puse mi traje de baño, ya que hace muchísimos años no tengo complejos por mi cuerpo, me coloque un vestido estaba lista para recorrer las calles de este lugar y despues Zeus salió con un short y una camisa se veía apuesto no lo niego y me vio dibujando un sonrisa.

- te vez hermosa, muñequita- asentí, poniéndome un poco roja por su comentario.

- tu también te vez bien Zeus- asintió con media sonrisa.

Camine junto a él para salir del hotel, las miradas siempre estaban puestas en el, ya sean hombres o mujeres, siempre llamaba la atención de ciertas personas, paso su mano por mi cintura acercándome más a él y de nuevo me beso.

Esto me comenzaba a molestar, se supone que los besos y muestras de amor solo serian frente a su madre, ya que su papá se a dado cuenta de nuestra farsa o de situaciones importantes, juro que si lo vuelve a hacer sin motivo alguno dejaré dibujado mis dedos es su mejilla.

Fuimos a un restaurante donde la comida era riquísima, al salir fuimos a visitar las tiendas de reconocidas marcas y el escogió ropa para mi, ya que se llena la boca diciendo que la señora Lamprou debe vestir a la altura de su apellido.

Sabía que el era egocéntrico, narcisista y demasiado vanidoso, pero no lo criticare el nació entre el dinero, termino por escoger todo a su gusto, llevando zapatillas más altas de la que habitualmente uso, hizo su comentario por mi estatura, pero no tolere más y estalle se que era algo absurdo pero decirme chaparra, era una de las palabras que más odiaba, mi estatura es promedió 1.60, el es el gigante yo no tengo la culpa que el mida 1.90.

Me fui dejándolo en la tienda y con sientos de bolsas pasaron los días y fue lo mismo soportar su superioridad con los demás.

Después de Mikonos fuimos a Venecia quedándonos solo dos días y por fin regresábamos a Jacksonville, al entrar a la casa me fui de inmediato a mi habitación, ya que por lo ocurrido en Mikonos no le había vuelto a hablar.

Desempaque para guardar la ropa, pero entró una jovencita para ayudarme y mientras la veía guardar mis cosas no me aguante y le hablé.

- Sophia, ¿verdad?- asintió- ¿hace cuanto trabajas aquí?.

- desde los doce junto a mi mamá, ella es la cocinera- asentí, se me acerco y hablo bajito- señora le puedo hacer una pregunta.

- si claro, pregúntame lo que quieras.

- ¿por qué se casó con el patrón?, el- iba a decirme algo pero la puerta se abrió de golpe, siendo Zeus con su ceño fruncido.

- Sophia si ya terminaste ¡retírate!- solo asintió y se fue casi corriendo- mañana regresaremos a la empresa, ya e perdido bastante dinero.

Solo asentí sin decir una sola palabra el me veía fijamente hasta que se fue, sí que su comportamiento era más que extraño.

Me alisté y salí más que lista para ir al trabajo, desayunamos en total silencio y después nos fuimos, al entrar por la puerta principal todos nos veían en completo silencio Zeus tomó mi mano y subimos el ascensor.

Cuando salimos por fortuna o mala suerte me cruce con Izan nos vimos solo por unos segundos y desapareció, entre a mi oficina llenándome de trabajo para no pensar, llame a mis padres quien se alegraron que estaba de vuelta y quedando para cenar en la casa.

Me levante recogiendo mis cosas al salir me acerque a Zeus quien estaba perdido en su computadora.

- Zeus, nos podemos ver en casa hoy iré a visitar a mis papás- el me veía más que serio hasta asentir.

- está bien, le diré a Mike que esté listo para llevarte- asenti despidiéndome agitando mi mano.

Al salir, pude ver de nuevo a Izan con una pelirroja, iban tomados de la mano, se me estrujo el corazón pero sería lógico, que el busque a otra mujer, ya que yo fui tan estúpida de no darme cuenta a tiempo.

Subí a la camioneta para ir con mis papás, al bajar ellos ya me esperaban en la entrada y los abracé fuerte los extrañaba a pesar de que no los había visto una semana, entramos teniendo lista la cena.

- huele delicioso mamá, ¿cómo han estado?- asintieron, mi mamá se fue a la cocina quedándome a solas con papá.

- y ¿tú?- suspiré por qué sabía a que se refería mi papá.- sabes que cuentas conmigo ¿verdad?.

- si papa, lo sé, pero estoy bien por ahora sabes mientras tenga tu apoyo y el de mamá, tendré las fuerzas suficientes para seguir- asintió dándome un beso.

Sirvió mi madre para comenzar a cenar, pero me levanté caminando a la salida abrí la puerta viendo a Mike sentado en la acera.

- ¡oiga!, Mike, ¿tiene hambre?- él asintió- venga la cena está calientita.

- pero el patrón se enojará- negué tomándolo del brazo para qué entrará.

- de eso yo me encargo, no puedo cenar tranquila sabiendo que usted tiene hambre ande siéntese- el asintió más que apenado.

Cenamos en total tranquilidad, cuando el término se retiró a esperar afuera, me quedé aún platicando con mi papá, ya que mamá de nuevo estaba en la cocina, pero al darme cuenta ya eran casi las doce.

Me despedí de ellos y nos fuimos a la casa, al entrar estaba en el sofá del fondo, con un cigarrillo y un vaso me imagino que de whisky, era la primera vez que lo veía fumar.

-hola, ¿por qué aún estás aquí?- se levantó dejando el vaso sobre la mesa.

- te estaba esperando, ¿por qué tardaste tanto?- me encogí de hombros restando importancia a su pregunta, subí las escaleras cuando me dio la vuelta de golpe.- te hice una pregunta Isabella ¡contesta!.

- me quedé platicando es todo, relájate Zeus el whisky te está afectando, mejor me voy- me di media vuelta y me encerré.

En verdad su comportamiento me hizo temblar, ¿que rayos le sucede?, después de tanto pensar, me duche, puse mi pijama y me acosté necesitaba olvidarme y tratar de llevar una vida en paz junto a Zeus.

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