3. Lamprou S.A.

ISABELLA.

Ya estaba a solo horas de ir a mi trabajo, aliste mi uniforme, puse el reloj hasta irme a dormir, tenía que descansar, ya que mañana me levantaría muy temprano para que no se me fuera a hacer tarde.

Al sonar la alarma me levante con mucha energía, me di una ducha relajante, al salir me cambie, me maquille hasta ponerme perfume, salí para prepararme algo pero mi madre ya estaba esperándome con el desayuno.

- hola mamá, ¿que haces despierta?- me sonríe mientras me sirve.

- quería darte de desayunar y también para desearte suerte en tu primer día hija- asentí sentándome.

Comencé a desayunar mientras platicaba con mi madre, pasó el tiempo percatándome que ya se estaba haciendo tarde y no pretendía llegar tarde en mi primer día.

- madre ya me voy, nos vemos por la tarde- asintió, abrazándome.

- que te vaya bien, que sea maravilloso tu primer día- le di un beso en la mejilla antes de abrir la puerta.

- gracias ma, adiós- y salí de la casa.

El camino se hizo muy corto, al entrar en recepción pregunté el área de contaduría, y me fui directo, estaba un poco confuso del cómo llegar, pero lo logré presentándome con el encargado.

Me llevo a mi escritorio en una pequeña oficina, me mostró la red de la empresa, y los documentos en cada archivero con su clasificación, se fue el encargado que no me dio ni su nombre y solo pasaron algunos minutos entro por esa puerta una chica, bajita muy delgada pero demasiado sonriente.

Y en ese día ella me ayudaría a empaparme sobre la empresa y lo derivado, mi primer día se fue tan rápido, porque cada cosa, tema y documento era más que interesante para mí, era la hora de salida despidindome de Aurora.

Al estar esperando el taxi vi a un hombre muy bien vestido salir abordando una camioneta, después de distraerme me subí al auto hasta llegar a casa, siendo recibida como siempre, con mucho amor y alegría.

Cene y me fui a mi habitación, estas zapatillas literal me estaban matando.

Y así fueron transcurriendo los días hasta ser semanas, en un ambiente más que neutral, donde cada quien se dedicaba a su trabajo, sin mirar a nadie y mucho menos hacer chismes o críticas.

Con mis primeros sueldos ayudé a papá y mi objetivo era que dejara de trabajar, se veía más que cansado por ese horrendo trabajo, esperaría un poco más y le diría a papá que sería momento de solo estar al lado de mi mamá...

Los meses pasaban cumpliendo ya seis meses en esta empresa, el trabajo cada vez era mayor...

Hoy al terminar mi jornada por fin le diría a papá, así que al salir antes de ir a casa, compre cena y me fui.

Al llegar, llevé a mis padres al comedor para cenar, mientras comíamos mi padre tenía esa misma cara de preocupación de hace bastantes meses atrás, y sin más tenía la curiosidad del porqué de su semblante.

- papá ¿sucede algo?- él niega pero sé que algo pasa- dime papá, ¿que pasa?.

- todo está bien hija, no tienes por qué preocuparte - niego tomando su mano.

- bueno papá, e estado esperando este tiempo para decirte que, ya no quiero que trabajes- se sorprende igual que mi madre.

- pero hija, no quiero ser..- lo interrumpo.

- nunca lo serían, me pagan muy bien y yo lo único que quiero es que estés con mamá- lo veo dudoso- papá, por favor tú ya estás muy cansado y es el momento que yo te ayude ¿no crees?

- está bien hija solo que..- se calla hasta que vuelve a hablar.- no sé si pueda, ya que en la fábrica aún no termino de pagar una pequeña deuda.

- ¿de cuánto papa?- niega.- bueno, no me digas solo yo me haré cargo, el dinero que les daré, puedes comenzar a dar abonos de esa deuda.- asiente mi padre pero aún está su semblante extraño.

- gracias hija- dice mi mamá, abrazando a papá.

Me despido de ellos y me voy a mi habitación para organizar lo de mañana.

Siguieron avanzando los días, por fin mi padre ya estaba en casa junto a mi madre y cada que llegaba me recibía más que feliz.

Eso era mi propósito tener a mis padres descansando mientras yo trabajo para devolverles lo que han echo por mí.

No volvimos a tocar el tema de la deuda dichosa, solo espero que la cantidad que sea muy pronto la termine de pagar.

Los días avanzaron y estábamos preparando el informe para la junta anual con todos los accionistas y el ceo, que a pesar de que todo lo que tengo aquí nunca lo e conocido, solo por comentarios de Aurora, que es un Adonis, alto, musculoso muy atractivo pero con un carácter demasiado difícil de manejar, dice que es el sueño o pesadilla de cualquier mujer.

La verdad no lo sé, solo estoy nerviosa porque yo seré la encargada de explicar sobre el informe, ya que el ceo no tiene asistente o algo así, y Zac dijo que yo era la persona ideal para dar el resumen y explicar sobre las finanzas de la empresa.

Estoy a escasos minutos de que inicie la junta tan esperada para otros y martirio para mí, ya que me tenía que llevar trabajo a la casa para terminar el informe a tiempo.

Se abren las puertas y me llevan a la sala de juntas donde veo al vicepresidente, se acerca a saludarme y característico de él, más que sonriente y amable.

- hola, señorita Walker ¿cómo vamos?, ¿le gusta el trabajo?- asentí, iba a responder cuando una voz demasiado fuerte, hablo para iniciar la junta.

Me senté junto al señor Izan, escuchando el discurso del CEO, al verlo no niego que es muy atractivo y demasiado sexi, pero ¿ser sueño de las mujeres?, no sé cuáles pero al menos mío no, después de divagar en mi mente escuché su voz hablarme para qué iniciará.

Y me levante más que asustada y nerviosa, mientras entregaba las carpetas camine al frente respire profundo poniendo en marcha mi explicación, de cada punto, entrada y salida de dinero, y un análisis a futuro.

Termine más que satisfecha y los accionistas estaban más que contentos igual que el vicepresidente y el CEO pues tenía su rostro más que indescifrable, sin dejar de verme, cuando finalizó la junta solo me fui a mi área para seguir trabajando y contarle el cómo me fue a mi amiga.

Seguían avanzando los días, con menos trabajo gracias a Dios parecía que el agua volvería a su cause después de una locura en las oficinas.

▪️▪️▪️▪️▪️▪️

ZEUS.

Al verla con su uniforme ajustado tomando mi pedido se veía tan sexi a pesar de su voluptuoso cuerpo, sus ojos, su cabello, su rostro, sus labios, toda ella era más que hermosa, era una pequeña muñequita de porcelana.

No sabía que pedir, ya que era la primera vez que venía a esta cafetería, me quedé viéndola más de la cuenta y creo que ella sé incómodo, así que solo termine pidiendo café americano, cuando me lo trajo no volvió a verme solo dejó las cosas y se fue.

Hice todo lo posible para quedarme solo para verla, pero una llamada me haría regresar a la empresa, de nuevo mi asistente, antes de irme solo dejé el dinero en la mesa, ya que ella no volvió.

Al salir todo el camino la traía en mi mente, era la primera vez que una mujer no se derretía ante mí o se me insinuaba y creo que eso me hacía tener atracción por ella, la verdad no lo sé.

Cuando llegue a mi oficina era más que un caos, mi secretaria se peleaba con mi asistente, me frote las sienes y las separé para saber que sucedía.

- señoritas pueden explicarme, ¿que es este espectáculo?- mi asistente me sonrió acercándose a mí.

- Zeus, tu secretaria no quiere darme la dirección de tu apartamento- la veo más que extrañada.

- y ¿cómo para qué necesitas esos datos?- la noto nerviosa, cuando mi secretaria habla.

- lo siento señor Lamprou, solo hago mi trabajo de seguir al pie de la letra sus órdenes- asentí haciéndole señas para que regresara a su puesto.

Tome del brazo a mi asistente llevándola hasta mi oficina donde al cerrar quería besarme, la separé de mí, más que fastidiado.

- solo te diré una cosa, no porque tuvimos sexo, quiere decir que tengas el derecho de ser altanera con los trabajadores y querer pretender algo que jamás serás, con este incidente a sido tu cuarto reporte más de lo que la empresa tolera, así que estás despedida, en recursos está tu liquidación y tu hoja de despido.- abro la puerta y sale más que furiosa.

- te arrepentirás Zeus Lamprou- sale por todo el pasillo gritando.

Los días siguientes fueron más que tortura no encontrar una asistente adecuada, los meses pasaron entre ir y venir de asistentes incompetentes.

Y a pesar del tiempo la imagen de aquella hermosa mesera no la puedo sacar de mi mente, visite a diario esa cafetería pero no la volví a ver, le pregunte al dueño y solo me dijo que había renunciado, le pedí su nombre pero por políticas no me lo podía decir.

Así que sin éxito seguí trabajando bajo estrés por no saber nada de aquella mujer fantasma y con el puesto aún vacante de asistente, ya que las que llegaban a la semana o máximo dos semanas se iban, yo las despedía o no aguantaban mi paso y terminaban huyendo.

Hoy sería el informe anual de la empresa y de finanzas, así que ese lo deje a cargo de esa área, ya que no tenía una asistente para que me ayudara, estaba sentado en mi silla viendo al techo cuando entró mi secretaria.

- señor Lamprou, la junta está por comenzar y los accionistas están a la espera- asentí tomando mi saco, y unas carpetas.

- ¿Zac ya está en la sala?- ella negó mientras salíamos de mi oficina.

- no señor, pero mando a Isabella en su lugar- asentí más que irritado, solo espero que no lo estropee.

Al entrar a la sala hable fuerte porque todos estaban platicando, pase las carpetas dando inicio a la reunión, explique cada tema que contenía la carpeta al finalizar, le cedí el turno a Isabella, que para este momento no me había fijado como era ella.

La vi entregar las carpetas y al dejarme la mía, mis fosas nasales pudieron oler un sutil aroma del que recuerdo bastante bien, al escucharla de inmediato mi vista la busco y era ella, la misma hermosa mujer de la que busque por demasiados meses.

No salía de mi asombro, estaba trabajando para mí y yo nunca me di cuenta, ¡por Dios!, me quedé más que anonadado en la manera tan segura de llevar a cabo el trabajo de Zac, definitivamente, si ya la encontré no la alejaría.

Haré cualquier cosa para tenerla cerca de mí, cuando termino la junta no me dio tiempo de poder hablar con ella así que el único que podría decirme es Izan.

Me levanté tomándolo del brazo hasta llevarlo a mi oficina, él me veía más que extrañado por mi comportamiento.

- ¡hey!, ¿que te sucede?, Zeus, ¿te sientes bien?- asentí sus estúpidas preguntas.

- si estoy bien, ella, Isabella, ¿desde cuándo trabaja aquí?- se sienta, desabrochado su saco y yo estoy que lo mato porque no me contesta.

- ¿ella?- asentí y lo vi reír- desde hace un año, ella es la última que tú ya no quisiste entrevistar ¿te acuerdas?, pero ¿por qué tu pregunta?, ¿la conoces?

- conocerla no, ella es la que te platique, la del café- asiente acordándose de nuestra plática.

-mmm, ¿y? - me siento frente a él dándole un vaso de whisky.

- que ya sé quien será mi asistente- me ve confundido- no me veas así, ella es la ideal para este puesto.

- y ¿para tenerla cerca?- asentí y él solo niega, se levanta y antes de salir vuelve a hablarme.

- solo espero que no juegues, y no hagas esa cara sabes de que hablo- asentí restando importancia a su comentario.

Solamente espero que ella pueda fijarse en mí, así como yo aún no puedo olvidarla después de muchos meses sin tener razón de ella de Isabela Walker.

ZEUS LAMPROU.

IZAN LENNOX

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Comments

Socorro Ramirez

Socorro Ramirez

ay autora. eso chicos me fasinan. podrías mandarme uno???

2024-11-30

1

GiovannaXchelMayaCejudo

GiovannaXchelMayaCejudo

está mucho mejor Izan que Zeus

2024-11-09

1

Karina Stipelcovich

Karina Stipelcovich

quiero un jefecito asi

2024-06-14

3

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