¿Quién se imagina que sea su hija?

Eran las 7pm y ya estaba aburrido de jugar Xbox, así que tomé mi teléfono, que te estaba cargado, y bajé a la recepción a ver si había algo interesante. Venía viendo Instagram, cuando salí del ascensor, había un completo escándalo que venía de la pista de patinaje, me acerqué a ver qué ocurría, y estaban haciendo un tipo de coreografía sobre hielo. Pregunté en inglés al sujeto que estaba junto a mi qué estaban celebrando, y me dijo que era una bienvenida al verano, que es una tradición del hotel. Me fui acercando cada vez más a la barra en el borde de la pista para ver el espectáculo de cerca, y me topé con la grata sorpresa de que quien estaba fotografiando el espectáculo era Camila, a quien estuve observando durante todo el show, que al finalizar, fue hacia la barra del restaurant del hotel, y pidió que le sirvieran agua. Me senté junto a ella y le dije:- De todos los sitios en Canadá, no esperé verte aquí-. -¿Por qué no?- me dijo mientras se giraba hacia mi para verme de frente.

-Sabía que eras buena con la cámara, pero no pensé que estuvieras aquí por trabajo-. Le dije.

-No fui contratada para ese evento, la verdad, lo hice porque me gusta tomar fotos- me dijo mientras recibía su agua, aproveché y pedí una limonada.

-¿ Con quién viniste? No vi a ninguna de las chicas ahí-. Le dije.

-Vine con mi papá, mis amigas están haciendo sus cosas en el hotel donde nos estamos quedando- me dijo luego de tomar un sorbo de agua.

En ese momento, recibí mi limonada, y sentí una mano en mi hombro, volteé a ver quién era la persona que estaba detrás de mi, y era el Sr. Davies, quien dijo:- los presentaría pero veo que ya se conocen-. Me quedé boquiabierto por un momento, nunca pensé que Camila lo conociera. -¿Él es el chico al que te encargaron? Ya lo conocía, y no es tan terrible como me has contado, papá-. Dijo Camila con una sonrisa en su rostro.

-¿¡Papá!?- exclamé, si no me imaginaba que se conocieran, menos imaginaba que fuesen padre e hija.

-Si, es mi hija, y una excelente fotógrafa- dijo el Sr. Davies, sentándose junto a ella. -ya basta de avergonzarme, papá-. Dijo Camila, la vi, y estaba un poco sonrojada. Se levantó y dijo:- ¡Qué lindo verte! Espero verte por ahí más seguido. Adiós-. Me dio un beso en la mejilla, tomó su cámara y se fue, caminaba como una modelo, súper derecha y erguida. Me quedé observándola hasta que cruzara la entrada del restaurant, donde volteó, me guiñó un ojo, y siguió. Su padre, el Sr. Davies, seguía ahí sentado, había un silencio muy incómodo, yo me tomé la limonada muy rápidamente y me levanté, al marcharme le dije:- tenga una linda noche, Sr. Davies-. Quien respondió:-Igualmente, David-.

Salí del restaurant y fui hasta la azotea del hotel, que tenía unas cuantas mesas para los huéspedes que quisieran comer al aire libre, con una hermosa vista hacia el atardecer, y el río que pasa por todo el centro de la capital, tomé unas cuántas fotos y me senté en una de las mesas individuales junto a la baranda de seguridad, el mesero se acercó a mí y me preguntó:- do you want anything?- a lo que respondí con:- lemonade, please-.

A decir verdad, ahora mismo yo debería estar recorriendo la ciudad, pero no lo hago porque no quiero quedarme sin lugares a los que visitar el primer día de estadía, así que prefiero salir a conocer a fondo la ciudad mañana.

En cuanto vino el mesero, tomé mi celular y puse el traductor de español a francés, y le pregunté:- ¿Hay alguna actividad que me recomienda hacer?-. El hombre dejó mi jarra de un 1 litro de limonada junto a una copa que tenía un poco de granadina y miel decorativas en ella, y me respondió:- deberías ver el cambio de turno de la guardia real en el palacio, es una ceremonia que se acostumbra a hacer a las 10:00am, si lo quieres ver, debes llegar antes, muchas personas lo desearán ver-. Luego me sirvió limonada en la copa y dejó la jarra sobre la mesa, fue hasta el pequeño toldo que tiene el hotel para servir bebidas y me trajo una cubeta con hielo, le agradecí y se fue.

Entré a WhatsApp, mi mamá preguntaba dónde estaba, le dije que en la azotea, luego me salí de ese chat para escribirle a Camila.

“Hey, Camila. ¿Tienes planes para mañana?” le escribí. No estaba en línea, así que dejé mi teléfono con la pantalla encendida sobre la mesa mientras me bebía la que probablemente era la mejor limonada que he bebido en toda mi vida. Sorpresivamente, me contestó en ese momento.

“Depende de a dónde pienses ir, ni de coña iré al mercado que le gusta a mi padre” respondió. Fue una respuesta interesante. ¿Será que a ella también la llevaron a ese mercado conduciendo como un loco desenfrenado? En fin, no viene al caso, lo que le dije fue: “No, la verdad me recomendaron ir a un acto cultural en el palacio a las 10am, ¿Quieres venir conmigo?” luego le envié un emoji de una carita fachera (la de lentes oscuros).

“Espero que valga la pena levantarme temprano, te espero a las 8:30am, me contaron que hay que llegar antes a esos eventos”. Me respondió. Luego se desconectó de WhatsApp.

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