Mi mamá ya sabía lo que yo quería.

Ninguna se negó, así que fuimos todos a la taquilla. Susana y Paola comenzaron caminando adelante, mientras Camila y yo estábamos caminando detrás de ellas, de la nada me preguntó:-¿Qué edad tienes?- mientras miraba el piso, la miré y le dije:- 16. ¿Qué hay de ti?- volteándose hacia mí, dijo:-Tengo 16, igual que tú, todas tenemos 16-. Los dos nos miramos a los ojos e inmediatamente seguimos caminando viendo al piso. Nos acercamos a la taquilla y se podía ver una fila bastante larga de personas que querían comprar las entradas, así que les dije a Paola y Susana que se pusieran en la fila un momento, quería ver qué tan larga era la fila, y Camila me acompañó a ver.

Me acercaba a la taquilla y me llevé una sorpresa enorme, a quien vi pagando las entradas fue a mi madre, le dije a Camila:- Ya no es necesario que hagamos la fila, mi mamá es quien está pagando en este momento las entradas-. Ella en ese momento dijo:-En serio, admiro la suerte que tienes, nosotras tuvimos que hacer toda esa fila ayer. Iré a decirles que ya no es necesario que hagan fila-. En cuanto se dio media vuelta, yo fui en completo silencio y me paré detrás de mi mamá, y tocándola por la espalda le dije para asustarla:-¡Ajá!- como era de esperarse, mi mamá se asustó, en cuanto vio que era yo, me dijo:- Desgraciado, no me asustes así-. Yo muerto de risa le dije:- Perdón mami, tenía que hacerlo, juraba que estabas en la empresa- mi mamá guardando los tickets en su cartera me dijo:-salí hace unos minutos y vine directamente a comprar los tickets, esta era sorpresa que te había comentado en el avión-.

Camila, Susana y Paola se acercaron, esta última le tomó la mano a mi mamá y le dijo:- Mucho gusto señora mamá de David, la felicito por el hijo tan cool que tiene-luego la abrazó, mi mamá simplemente la abrazó y le dio un par de palmadas en la espalda.-Okay, no sé qué es más extraño, que nos hayamos topado con más venezolanas o que vengan y me abracen de la nada- dijo mi mamá, en ese momento Paola la soltó y le dijo:- disculpe, no pensé que le molestaría. ¿Cómo supo que somos venezolanas?- mi mamá acomodando su abrigo le dijo:- este acento es reconocible en cada rincón del mundo-. Susana se acercó, le dio la mano a mi mamá y le dijo:- mucho gusto, señora, mi nombre es Susana, el de la loca de los abrazos es Paola y la tímida de atrás es Camila- mi mamá les dijo:- es un placer conocerlas a todas, ya yo me voy ¿Se van o se quedan? Les podemos dar un aventón-. Camila le dijo a mi mamá:- ¿No es mucha molestia que nos deje en el hotel “Royal Ott”?, queda al final de la Toronto avenue-. Mi mamá pensó un momento y dijo:- ese hotel me suena, vamos, dejé al chófer esperando por mí afuera.

Fuimos caminando hacia la limusina, hablando sobre lo genial que estaría ese concierto, en cuanto nos subimos a la limusina, mi mamá se sentó en el asiento del copiloto, dice que aunque esté en un taxi, siempre está más cómoda viendo por dónde pasa el auto cuando ella no conduce, y nos dejó todo el sofá de la limo disponible para nosotros cuatro. Estábamos hablando, y no sé en qué momento llegamos al hotel de las muchachas, me pareció bastante corto el trayecto. Una vez el coche de detuvo, me bajé y les abrí la puerta a las chicas, Susana y Paola se despidieron muy normal, con un beso en la mejilla y diciendo “bye David”, pero Camila se despidió distinto, ella me abrazó y me dijo:-Estaremos hablando, David-. Luego me comenzó a oler, yo en mi cabeza estaba diciendo “¿okay?”, luego se fue y yo entré a la limo, pero antes de que el chófer arrancara, escuché que desde las escaleras le gritó a las otras dos: -¡Dios! ¡Qué rico huele!-.

En cuanto el chófer comenzó a acelerar, saqué mi celular de mi bolsillo, y en cuanto encendí la pantalla, mi mamá bajó el vidrio negro que divide a los pasajeros del piloto, y me dijo:-creo que a la mocosa le gustaste-. Yo solo recogí los hombros e hice como si nada hubiese pasado, mi mamá subió la ventana interna de la limo, y me metí en el WhatsApp, quería subir la selfie que se tomó el portero con Camila y conmigo, cuando de repente recibí una llamada de Victoria, por Skype, que atendí rápidamente, viendo que estaban Vic y Bulma juntas en el asiento de la Hummer en la que nos llevó al aeropuerto, y le dije:- ¿a dónde vas?

-Voy a una reunión en las oficinas del club, no tengo idea de para qué, se supone que ya la temporada terminó y comenzamos nuevamente los entrenamientos colectivos en agosto- me respondió Victoria con voz de fastidiada. -¿Qué tienes? No pareces muy animada, deberías estar feliz, te están invitando a las oficinas, quizás están preparando unos amistosos de pretemporada-. Le dije mientras el auto se detenía frente al hotel. Tomando mi bolso y abriendo la puerta, me bajé del auto, no esperé a que el portero del hotel nos abriera la puerta a mi mamá y a mí, mi mamá se acercó a mí y se metió en la videollamada. -Hola Vicky, muéstrame a Bulma-. Bulma ni siquiera tuvo que esperar que enfocaran la cámara hacia ella, al escuchar la voz de mi mamá comenzó a subirse encima de Victoria y a chillar, y mi mamá con una voz más chillona me decía:- ay mi gordita, mamá estará aquí solo un par de días más, solo llevo un día aquí y ya te extraño gordita, te amo-. Luego de decir esto, solo me dijo:- suficiente, sigue hablando con Victoria-. Y continuó caminando.