Autógrafos y chisme, ¿Qué más puedo pedir?

Yo estaba en el teléfono, preguntándole a mi mamá cómo iba la cosa en la empresa, mientras escribía, escuché cómo sonó un “click”, volteé y Camila me había tomado una foto con su cámara, no supe cómo reaccionar, así que simplemente sonreí, y volvió a sonar cómo la cámara capturaba. Camila me dijo:- ven a ver cómo quedaron las fotos-. Me acerqué a la cámara, me quité los lentes rosas para poder ver la foto con claridad, y mientras las veía, le dije:- eres realmente buena tomando fotos- luego volteé a mirarla a los ojos. Ella comenzó a sonreír y se sonrojó de nuevo, y me dijo:-No te coloques los lentes de nuevo, el marrón de tus ojos es lindo. ¿Le puedo tomar una foto a tus ojos?- me sorprendió, realmente no me lo esperaba, creo que yo también me sonrojé, pero le dije:-Claro- entre risas. Ella puso su cámara frente a mí y capturó la imagen. La miró, y volvió a soltar la cámara para revisar su teléfono. Le dije:- ¿No me vas a mostrar cómo quedó la foto?- ella volteó a mirarme y me dijo:-Nope, esa foto es solamente para mí, las otras te las mostré porque te las tomé sin permiso- y siguió mirando su teléfono.

Salieron los jugadores al campo y comenzaron a escucharse los cantos del equipo de nuevo, así que comencé a grabar ese momento, y enfoqué cuando los jugadores salieron al campo de juego. Guardé los lentes que me quité momentos atrás dentro del estuche que me dieron en la tienda y los guardé en el bolso. En ese momento estaba pasando de nuevo el muchacho de las bebidas, le hice señas y vino de nuevo, me dijo:-The same thing?- le respondí:-yeah, please-. Luego de que me entregara las bebidas, le dije:- thank you-. Él solo respondió con una sonrisa, y se fue. Yo comencé a pasar coca cola por coca cola a cada una de las chicas, quienes desde su asiento me gritaron “Gracias David”.

Estábamos en el minuto 89’ y aún nadie había marcado gol, y se pitó un penalty a favor del Cavalry F.C. Era un momento de altísima tensión, el penalty lo iba a patear uno de los mejores jugadores de la liga. El estadio estuvo en silencio mientras se acomodaba el balón, parpadeé y ya el jugador estaba tomando carrera para pegarle al balón, y en ese momento que pateó, todos nos pusimos de pie, y vimos que el portero detuvo el penalty, y el delantero del Atlético Ottawa tomó el balón y corrió a gran velocidad con el esférico en los pies, solo quedaban dos defensas en el campo rival, pero poco pudieron hacer. El delantero iba tan veloz como una bala, y ante la salida del arquero definió con una vaselina espectacular, que para darle suspenso, pegó del travesaño derecho y se coló a la red. En ese momento todos comenzaron a gritar “¡GOL!”, fue increíble, en diez segundos convirtieron un penal fallado en el gol decisivo. El equipo rival sacó en inmediatamente pitaron final del partido. Todos comenzaron a salir del estadio, y yo tomé mi vaso de Coca Cola, mi bolso, y me levanté. Camila me preguntó:-¿Ya te vas?- a lo que respondí con:-Aún no, voy a pedirle al portero que me firme la camisa-. Ella me dijo:- espera, ten un marcador-. Y rápidamente tomó su bolso y sacó un marcador, luego cerró su bolso y se levantó de su asiento y les dijo a Paola y Susana:-Espérenme, yo lo acompañaré a que el portero le firme la camisa- y se dirigió hacia mí y me dijo:-No te escaparás con mi marcador- como digas- le dije riéndome a carcajadas.

Bajamos las gradas y caminamos rápido hacia donde estaba el portero, y le gritamos “¡Goalkeeper!”, Y él se acercó a nosotros, subió hasta las gradas, nos firmó las camisas y se tomó una selfie con nosotros. Estábamos saliendo cuando lo escuchamos decir:-Hey. Girl-. Ambos volteamos, y él desde el terreno de juego arrojó sus guantes, ella los atrapó y dijo:-Thank you-.

Estábamos yendo hacia los asientos en los que estábamos, y veníamos conversando.

-¿Te gustó el partido?- le pregunté.

-La verdad, solamente le presté atención a los últimos 3 minutos- me respondió con una carcajada.

- ¿Te gustó lo poco a lo que le prestaste atención?- le dije entre risas.

-Le presté atención a otra cosa, la verdad, y sí que me gustó- me respondió con un tono más serio.

Al llegar a los asientos en los que estábamos, Susana dijo:-Apúrense tórtolos, me estoy meando-. Todos nos comenzamos a reír, y Camila le dijo con un tono bromista:-síguenos apurando y caminaremos más lento-.

-¡Muévanse que estoy que reviento!- dijo Susana ya un poco más seria, mientras movía las piernas aguantando las ganas de orinar. Así que comenzamos a caminar rápido hacia los sanitarios del estadio, por suerte yo sabía dónde estaban ya que antes fui, así que no nos perdimos llegando, ya que ese estadio es gigantesco y hay pasillos de salidas en todas partes.

Al llegar al baño, Paola me dijo:-Espéranos aquí, Romeo-. Yo simplemente me quedé ahí parado viendo cómo las tres entraban al baño. Me terminé de tomar el refresco que tenía en el vaso desde hace como media hora, y como no vi papelera cerca, pasé a botar el vaso en la papelera del baño. Aproveché y oriné, me estaba lavando cuando por la ventanilla escuché a las chicas hablando, y Camila dijo algo que realmente me llamó la atención, que fue:

-Lo sé, el chico es lindo, y vive en Venezuela también, pero sabemos que no funcionará porque todavía estoy estudiando y estas vacaciones estaré viajando constantemente por el trabajo de mi madre-. En ese momento pensé en la palabra “DEMONIOS”. Me lavé las manos y salí del baño. Tomé mi teléfono y le escribí a Victoria por WhatsApp “Hey, tengo que contarte una vaina, pero es LA VAINA”, y pulsé enviar. En ese momento salieron Susana, Paola y Camila del baño, y Paola me dijo:- ¿Tienes algo que hacer mañana?- me dio una palmada en el hombro, y me vio directamente a los ojos, la verdad me intimidó un poco, pero no dejé que lo notara viéndola fijamente a ella diciendo:- aún no, ¿A dónde vamos?-. Paola me quitó la mirada de los ojos y me susurró:-En la noche haré que Camila te envíe la dirección- luego volteé a verla, y me guiñó.

Yo estaba confundido, yo solo pensaba “¿Okay?”. Comencé a caminar hacia la taquilla que vende las entradas al concierto de Imagine Dragons, y Camila me preguntó:-¿A dónde vas?- yo le respondí:-Voy a comprar mi entrada al concierto de Imagine Dragons-. Susana dijo:-Nosotras las compramos ayer, nos enteramos hace unos días que se presentarían aquí-.