Conociendo el mercado canadiense.

Una vez habiendo salido del hotel, noté que hay un negocio en el cual alquilan bicicletas justo al lado de éste, no sé porqué no lo noté antes, supongo que estaba cerrado. Me recosté del asiento y me abroché el cinturón de seguridad. Viendo por la ventana, y notando que no había pasado por ahí antes, le pregunté:-¿Hacia dónde me llevas?-.

-Estamos yendo a ByWard Market, ahí se encuentra el mejor puesto de comida canadiense de toda la ciudad-. Me dijo mientras paraba en un semáforo en rojo. Al llegar, entramos a estacionamiento subterráneo, del cual salimos simplemente entrando a un ascensor. Cruzamos la calle, y saqué mi celular para tomar unas cuantas fotos, el panorama estaba muy lindo, las fachadas de las viviendas en esa calle eran muy bonitas, continuamos caminando por la acera y llegamos a un mercado gigantesco, habían muchas personas, tanto comprando como vendiendo, frutas, miel, comida y todas esas cosas, en realidad me asombró un montón, hacía bastante tiempo no visitaba un lugar así. Me detuve para observar detenidamente cada puesto del mercado, una chica se acercó a mí ofreciéndome un litro de miel, me dio a probar con una cuchara, estaba realmente rica, no tuve más opción que sacar mi billetera y pagar 5$ por esta delicia, habían muchos puestos de licor, había más que todo whisky, cerveza y vodka, pero no me interesaba, seguí caminando, más adelante vi al Sr Davies buscándome, al verme me dijo:-no deberías perderte así, luego no sabrás cómo volver-. Viéndolo a su barbuda cara le dije:- yo no me perdí, simplemente estoy conociendo, ¿Para qué vine entonces?-. Él simplemente se dio media vuelta y siguió caminando.

Atravesamos todo el mercado, para finalmente llegar a un puesto con una par de mesas de madera afuera, y una barra de madera en frente de la cocina, donde estaban unas personas comiendo, se veía bastante cómodo todo. El Sr Davies me dijo:- siéntate, yo voy a pedir ¿Qué quieres comer?-. Yo sentándome del lado donde podía ver el mercado le dije:- Escoge tú, pero me ordenas café, por favor-. Saqué mi teléfono y comencé a tomar fotos de nuevo, estaba maravillado por como era ese mercado. Luego de tomar un par de fotos, guardé mi teléfono en el bolsillo derecho de mi pantalón. En ese momento, el Sr. Davies trajo el café para mí, y una cerveza para él. Sinceramente, he probado mejores cafés, este estaba muy suave para mi gusto, pero ya qué, ya tenía que pagarlo. Eché un vistazo alrededor, y vi un enorme edificio junto al mercado, me dio curiosidad saber qué era, así que le pregunté al Sr. Davies:-¿ Qué es aquel edificio?-. Volteó a ver el edificio al cual me refería, y volviéndose hacia mí me responde:- Es la galería nacional, te recomiendo que vayas, es un sitio increíble para ver-. En ese momento tomé mi celular y pulsé el “guardar ubicación” del GPS de mi teléfono para venir luego sin necesidad de ser escoltado.

Pasaron unos minutos, mientras esperaba mi comida revisaba mi teléfono, veía las fotos que había tomado y los vídeos que había grabado durante el día, hasta que finalmente llegó el mesero con un platillo con una inmensa hamburguesa, muy llamativa por la cantidad de carne que traía, y un montón de mostaza. Le dije al muchacho que trajo esto:-what’s the name of this dish?-. Quien respondió:- it’s smoked meat sandwich-. Y se retiró.

Me comí la hamburguesa rápidamente, al terminar, me levanté para ir a llevar los platos y demás utensilios que utilizamos, luego de eso, le dije al Sr. Davies:- Llévame de vuelta al hotel, por favor-. Quien con una mirada incrédula me preguntó:-¿No ibas a ir a la galería de arte?- simplemente lo miré fijamente y dije:-por favor, llévame de vuelta al hotel-. Él hizo un suspiro muy largo y silencioso, posteriormente se levantó de la silla, se guardó el teléfono en su bolsillo y me dijo:- espera en esa acera- apuntando con el dedo hacia la acera en frente del puesto de comida. -te recogeré ahí- agregó, luego partió por donde vinimos.

Me levanté, tomé mi botella de miel y me paré en la acera para esperar al Sr. Davies, quien rápidamente llegó en el escandaloso auto. En serio, esta es la última vez que subo en un auto con este tipo al volante, maneja como un lunático.

Al llegar al hotel, eran las 5pm, “¡No puede ser, qué rápido pasan las horas aquí!” Pensé. Subí a mi habitación para dejar la miel, al entrar, mi mamá seguía dormida, dejé la miel en mi mesa de noche, tomé una sábana y arropé a mi mamá. Me senté en mi cama y puse a cargar mi teléfono y mis audífonos, tomé el control del Xbox y comencé a jugar NBA 2K22, con todo el volumen disminuido, no quiero despertar a mi mamá.