Investigación

Archer se fue también, Lissy quedó completamente sola, la sábana era todo lo que tenía para cubrirse. Archer se llevó su ropa, toda la ropa de Lissy la tiró fuera de la habitación, ella está desconsolada.

Archer se reunió con sus empleados y dio la orden de ir a casa y el día de mañana lo tenían libre.

- Muy bien, en vista de la incidencia de hoy se van a casa. Mañana tienen su día libre.

- ¿Mañana quién va a servirle su desayuno?

- Iré a mi hotel. Para cuando regresen al trabajo boten y quemen todas las pertenencias de la puta, pero todo lo que ha usado la perra la basura, las sábanas, maquillaje, deben dejar totalmente limpio de toda contaminación. El dormitorio se renovará casi por completo. ¿Quedo claro?

- Sí, señor. -Todos responden a la vez.

Todos se van a sus casas, Archer va a su hotel y llama a su secretario.

-Simón, apenas terminan su fiesta, vienes a mi hotel no importa cómo.

Simón no puede articular una sola palabra. Pero ya se imagina lo que ha pasado. Su mayor preocupación es ahora la seguridad del bebé y de Emilia. Pero la cita era urgente, por lo tanto, tenía que ir y se fue.

Archer estaba fumando al pie de la ventana de su suite cuando el secretario entró.

- Buenas tardes, señor presidente.

- Quiero investigar a Lissy, necesito saber desde cuándo me ve con cara de estúpido.

- ¿Pasó algo grave? - Se hace el tonto.

- Estuvo en mi propia cama, con dos hombres a la vez y uno de ellos me dijo que Lissy era una mujer sola y muy estresada por el trabajo, que necesitaba compañía, así como también, que solo unas cuantas firmas más y sería rica.

- ¿Eso fue lo que dijo? – estaba sorprendido, eso sí era novedad - la señorita Lissy dijo algo al respecto.

- Juró que eran mentiras, pero el amante la tildó de mitómana.

- Entonces hay algo grave detrás todo.

- El amante dijo unas cuantas firmas más y será rica ¿En qué se ha metido? ¿Quiero saber todo?

- Como usted diga ¿Me permite ingresar a la residencia por si en su estudio algo ha tocado?

- ¿Usar mi estudio?

- Esta investigación tiene que empezar de casa, ella ha pasado mucho tiempo allí. Debemos ser meticulosos justo en los lugares donde ha pasado mucho tiempo y supuestamente sola. No vaya a ser que el amante sea el ayudante de conseguir papeles para que firme la señorita Lissy.

- Está bien, pero irás con el abogado. Él entiende mejor esos asuntos.

- Gracias por la confianza ¿Algo más?

- ¿Sabes algo de Emily? Tiempo que no la veo, no pude darle más castigos por los negocios. - su mirada dice lo intencional que fue para hacer hablar a Simón. - Pero esta vez es para pedir unas disculpas.

- No, señor presidente, no sé nada al respecto. – miente e intenta controlar sus nervios - ¿Desea que le haga un seguimiento y brindarle actualizaciones?

- No es necesario. Puedo hacerlo yo. Puedes irte.

- Gracias, que descanse.

Simón se retira, está en pánico, necesita mover los hilos y rápido para protegerlos, Emilia y el bebé corren peligro ¿Cómo reaccionará Archer al descubrir la mentira de su secretario? Lo primero que le ocurre es entregar el sobre con las fotos y videos. Sólo le queda buscar al mayordomo.

- Hola Simón. ¿Qué pasó?

- Hola, las cosas salieron como esperaba en parte, ahora Emilia está problemas debo moverme rápido. Necesito con urgencia el sobre con las fotos y videos.

- Está en la residencia, pero tenemos el de libre.

- ¡Maldición!

- Pero la señorita Lissy quedó encerrada en la residencia, así lo ordenó el señor Blackville.

- De seguro te llamará para informarte que voy con el abogado para inspeccionar el estudio. Yo voy por el resto de las evidencias.

-Estaré atento a la llamada.

- Iré con una mochila, a espaldas del abogado me das el sobre.

- Muy bien.

- De paso tenemos que secuestrar el celular de Lissy antes de que borre las evidencias.

- Perfecto.

- Buenas noches.

La llamada fue cerrada de inmediato, el mayordomo no pudo despedirse. Dos horas después recibe un mensaje del mayordomo.

Rufino

- Simón, el señor Blackville me llamó para que le pudiera abrir las puertas de la casa.

Simón

- Perfecto. Estaré allí con el abogado a partir de las ocho.

Rufino

- Tenga cuidado con la señorita Lissy. Puede estar rabiosa.

Simón

- Pediré ayuda al guardaespaldas.

Rufino

- Muy bien. Nos vemos mañana.

Allí estaban los tres hombres a las ocho en punto, el abogado subió directo al estudio y revisó cuidadosamente los papeles. Mientras que el mayordomo pone el sobre en la mochila de Simón, éste y el guardaespaldas van a ver a la señorita Lissy.

- ¿Archer? Mi amor ¿Eres tú? Sabía que vendrías. - Eso dice ella al sentir la puerta.

Ella abre toda enrollada con la sábana.

- ¿Usted? - está petrificada con la presencia de estos dos hombres.

- Buenos días – entra a la habitación.

- Largo de aquí. - parece un perro con rabia.

El guardaespaldas busca el celular, apenas lo vio lo guardó y se fue.

- No pienses que te dejaré ir malnacido, devuelve mi celular.

- Disculpe – interrumpe Simón.

- Le diré a Archer para que te boten cómo un perro. Dame mi celular, malnacido, me las vas a pagar.

El guardaespaldas salió de la casa con el celular confiscado. Simón sale de la habitación y baja a la sala esperando al abogado que termine su labor. Lissy quiso dar su merecido al secretario y guardaespaldas, tomó una estatuilla que decoraba la cómoda en la habitación, baja las escaleras y tiene las intenciones de incrustar la estatuilla en la cabeza del primero que encuentre. Pero al sujetarse del brazo al secretario y levantar la otra mano con la estatuilla, una mano la detiene, era el guardaespaldas que entraba. Ella ni cuenta se dio que su desnudez está a la vista de todos. Muy molesta se fue, pero solo se cubría adelante.

- Te iba a matar.

- Felizmente entraste.

- Entré porque me acordé de algo.

- ¿De qué?

- El otro celular que al final usó Emilia para comunicarse con el señor presidente.

- Tienes razón, hay que buscarlo.

Cuatro horas después, de intensa búsqueda en el estudio y del celular, llegaron a la oficina del presidente Blackville.

- Señor presidente – habla el abogado – Los papeles no estaban en orden, eso es evidencia que efectivamente alguien ha rebuscado. Y falta la minuta de su residencia.

- ¿Qué más habrá hecho?

- Señor presidente –era Simón – tengo los celulares de la señorita Lissy. Necesito que nos autorice para investigar los movimientos que hizo usando las llamadas y mensajes.

- Si es necesario para la investigación, tienen mi permiso.

- Con las evidencias que vamos a encontrar, la investigación avanzará rápido. - Confirma el abogado.

- Mejor entonces ¿Tomará mucho tiempo?

- Toda va a depender de cuánta información hay que descargar y de la configuración del equipo. Porque si hay mensajes eliminados, será difícil recuperarlos. - Simón ya sabe el proceso.

- Entiendo, los dejo trabajar. Esperaré a que me digan cuando podré obtener la información.

- Con su permiso.

Simón se retira. Y queda el abogado.

- ¿Qué haremos ahora?

- Por ahora esperar. Si en el celular aparece el número de alguien la ayuda a hacer estos trámites. Será fácil atraparlo.

- No entiendo cómo fue capaz de hacerme esto.

- Ella nunca pidió un poder o algo por el estilo ¿Habrá complicidad entre Emily y Lissy?

- ¿Habrá esa posibilidad?

- Son solo especulaciones, no haga nada hasta nuevo aviso. No podemos estropear algo solo por especular. Esperemos las pruebas y con las pruebas arremetemos con todo y sin compasión.

El ingeniero informático tardó en descargar toda la información de los celulares de Lissy, al día siguiente se presentó el contenido de lo avanzado.

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