Sordo y ciego

Santiago se fue de la casa, está muy disgustado con la descabellada decisión de Lissy. Media hora después llega Archer. Estaba con cara de mal día, el proyecto casi fracasa.

- Señor Blackville. Se le ve muy cansado ¿Desea un baño caliente para relajarse?

- Sí, lo necesito ¿Alguna novedad?

- La señorita Lissy ha tenido visita hasta hace media hora.

- Voy a verla. Mientras me prepara el baño.

- Sí, señor.

El mayordomo hace preparar la bañera. Archer al entrar al dormitorio, enciende la luz y ve el desorden.

- Lissy, ¿Qué pasó? ¿Qué es todo ese desorden?

- No siento mis piernas y me duele mi zona. No puedo moverme.

- Llamaré al doctor.

- Sólo quiero descansar. Déjame en paz.

- Di lo que quieras, pero el doctor va a venir te guste o no.

Archer llamó al doctor y se fue a hacer su baño de agua caliente. El doctor vendrá por la mañana a primera hora.

Hoy es segundo domingo de mayo, es el día de la madre y a las 7 de la mañana llegó el doctor para revisar a Lissy.

- Doctor, buenos días. Pase por favor, avisaré al señor que ya llegó.

- Buen día, señorita. Muy amable, aquí lo espero.

Archer baja en pijama y todo soñoliento.

- Doctor, buen día. Disculpe si lo estoy recibiendo de esta manera.

- Descuide, la imprudencia es mía. Pero lo que me dijo era muy importante atender ¿La paciente está descansada?

- Sí.

- Entonces podré revisarla.

- Pase por favor.

- Gracias.

En la habitación principal, el doctor pide desabrigar a Lissy. Ella está desnuda y con una mano protegiendo su zona v.

Archer sale de la habitación y ordena el desayuno para el doctor. Él va a su estudio y firma un cheque para el pago del doctor.

Tras casi una hora esperando en la puerta, Archer pregunta.

- Doctor ¿Qué es lo que Lissy tiene?

- Necesito hablar con usted. - Su tono no era amigable

Archer, solo piensa que es algo grave, lo invita a su estudio.

- Tomé asiento y dígame.

- Usted es una bestia, discúlpeme, pero no encuentro otro calificativo.

- ¿Yo que hice? ¡Doctor no entiendo!

- Cómo se le ocurre tener una jornada tan exhaustiva de sexo con su novia sabiendo que ella abortó hace un mes ¿La quiere matar?

Archer está petrificado con el diagnóstico, la dureza con que el doctor le habló, aún más.

- ¿Está seguro de lo que dice? Mi novia para sola en casa. Eso es imposible.

- Llame a esta clínica y que ellos le digan de los abortos que su novia se ha practicado.

- ¿Abortos? Esto es una infamia, usted me está insinuando que mi novia tiene otro hombre.

- Mire señor, la he revisado con cuidado y ella me ha confesado de haber hecho un trío no hace mucho y no me diga que usted siendo el novio no lo sabía.

- Esto es una calumnia, todo el mundo odia a mi novia.

- Ya le di el diagnóstico, y llame a esta clínica y salga de dudas. Yo hice mi trabajo y lo curioso es que su novia me suplico de no revelarle nada. Ella es una caja repleta de sorpresas.

Archer no podía tragar la saliva.

-Tomé el cheque con su pago y lárguese de mi casa.

La discusión fue breve pero muy dura. Archer está ciego y sordo, no le gustó que hayan hablado mal de Lissy. Su delicada y amada Lissy.

Por otro lado, en el penal, Luna presenta un cuadro de depresión y la tuvieron que internar. Hoy es el día de la madre y no le han permitido ver a su hija.

Muchas mujeres están recibiendo visitas de sus madres, hermanas, hijos adolescentes, pero niños no. Y las reclusas que son madres de niños pequeños están tristes, anhelan tanto ver a sus pequeños, abrazarlos, besarlos, pedir perdón por la mala cabeza. Solo quieren ver a sus hijos, no les interesa la fiesta, no les importa la orquesta, no les importan los regalos. Sus hijos son los más preciados. No hay nada que les levante el ánimo para seguir en pie de pucha para lograr la libertad.

Para rematar las cosas, una de las reclusas recibió una carta, dónde su esposo le solicita el divorcio y le quitó los derechos sobre los hijos. Ella parecía volverse loca, se quiso matar. Ya el año pasado, una se suicidó, una situación parecida la tuvo tan nerviosa que se tiró de cabeza desde el tercer piso. No hay felicidad para ellas, todo es dolor, soledad y arrepentimiento.

- Emilia, cuando tu bebé cumpla los dos años, te lo van a quitar. - Aracely comenta.

- No será que me quieras asustar.

- Así son las reglas del penal.

- Yo no tengo a nadie. ¿A dónde lo llevarán?

- Con su padre.

- Él me odia, matará al niño.

- Sí no acepta al niño. Será llevado a un albergue.

- Pobre niño, ¿Por qué son tan crueles?

- No tienen en cuenta nuestros sentimientos. Se diría que es un método para castigarnos por nuestros errores.

- No sé qué pensar.

- Emilia, nos llaman para asistir a la fiesta.

- No soy madre.

- Pero estás embarazada. Tu bebé es un no nacido, él está allí. Ya te hace compañía.

- No sé si ir. - Esta totalmente desganada.

- Vamos, antes de que vengan por nosotras.

- Está bien.

El día transcurre tranquilo, las mujeres reprimen su tristeza y disfrutan su día con total falsedad. En cambio, Lissy se la pasó quejando de dolor y a su lado estuvo Archer, quien se la pasó calmando a su novia.

- Amor, tranquila, buscaremos un buen doctor para que te vea.

- No quiero. Ya vino uno y basta.

- Aun así, están con tus berrinches. Que son estas manchas en el cuello.

- ¿Cuáles manchas?

- Parecen golpes a simple vista, pero parecen algo más, ¿Te duele cuando los toco?

- Déjame dormir.

- Ok. Cómo tú mandas.

Al día siguiente, dos mujeres están limpiando la gran oficina del presidente y están chismeando sin darse cuenta de que el presidente está parado en el umbral de la puerta junto con el secretario.

- Oye, a propósito del grupo, ¿Sabes algo de Emilia?

- No, ni siquiera contesta a los mensajes.

- Sus padres como estarán.

- Su mamá tiene Alzheimer y su papá cáncer.

- Y ella sola se encargaba de ellos. Pero desde que ayudó a la ricachona a que la sustituya en su boda, Emilia desapareció.

Archer quería interrumpir, pero el secretario le pidió paciencia, que las deje terminar.

- Pero la ricachona se fue muy alegre con el guapote.

- Hasta ahora me pregunto ¿Dónde sacó un cuero como él? Ya me lo imagino en mi cama.

- ¿Qué cosas no? Renunciar a la boda para fugarse con el amante que tiene mejor presencia que el novio. Eso fue de película.

- Así es la vida de los ricos, más cuernos y mentiras, más te amo.

- Jajajaja. Si el presidente se llega a enterar de lo que pasó, será el escándalo del año. Menos mal que somos pobres, no me gustaría tener una vida tan triste.

- En mi opinión, el presidente está sordo y ciego.

- El amor es ciego y la locura que lo acompaña.

- Te imaginas al jefe matar al tigre y tenerle miedo a la piel.

- Eso es ser tonto. Pero no quiero ni pensar si algún día el presidente tiene que mendigar cariño.

- Eso ya es humillación, es perder la dignidad.

- Pero uno cosecha lo que siembra.

- Es verdad, es la rueda de la vida. Me dolería saber que el presidente llegue a mendigar cariño para sanar una herida.

- ¿Terminaste?

- Ya tengo la bolsa de la basura.

Al salir ven al presidente, inexpresivo y al secretario que les guiña el ojo. Ellas estaban horrorizadas por ser descubiertas.

- Señoras, por favor, el presidente y yo necesitamos de la oficina.

- Sí señor, disculpe. Buenos días, señor presidente.

Las dos mujeres de limpieza se fueron a la velocidad de la luz. El secretario cierra la puerta.

- ¿Cómo pueden expresarse tan mal de Lissy? ¿No será que ellas están confabuladas con Emilia?

- Señor presidente. Ellas no sabían de su presencia y se asustaron.

- Se asustaron porque tienen la conciencia sucia. Mi amada Lissy es objeto de burla de todo el mundo.

- Señor presidente, Emilia dijo lo mismo, recuerde que ella tenía el celular de Lissy.

- La basura lo tenía todo calculado. Y para mí sorpresa ella trabajaba aquí.

- Señor presidente, le sugiero que hagamos una investigación. Tenemos que ver cómo lo logró Emilia. Para mí entender, un secuestro así, como lo describe la señorita Lissy es demasiado raro. Hay cosas que no me cuadran.

- ¿Estás dudando de las palabras de Lissy? Lissy fue secuestrada, por suerte no le hicieron daño y pudo escapar.

- ¿Por qué los secuestradores nunca pudieron un rescate? ¿Cómo obtuvieron el número de la tarjeta y la clave si el celular lo tenía Emilia? ¿Cómo pudieron hacer pagos si la cuenta solo puede aparecer una única vez apenas es activada en la aplicación de banca móvil? ¿Por qué venían del extranjero las notificaciones de los gastos? ¿Lo recuerda señor presidente?

- No puedo creer que Emilia tenga una mente tan brillante para hacer esto. Me gustaría descubrirlo.

El secretario se sorprende con la conclusión del presidente, pero tiene la aprobación para continuar con las investigaciones.

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