-Murió el caballo? -Le pregunto Yelsica Acebedo.
El profesor Croner sonríe y se queda en silencio unos segundos dando suspenso para luego romper aquel silencio diciendo;
-El caballo era fuerte y Wes se encargó de cuidar de él, a partir de ahí se les buscó sin tregua por todo el Oeste ofreciendo fantásticas recompensas. -Responde el profesor Croner.- Pero al final fue un chico de 20 años el que logró matar a Wes, lo llamaron "el cobarde Rogelio Flor" y pasó a la historia por siempre.
-¿Cómo lo mataron? -preguntó Carlos Cantero.
El profesor Croner suspira y se queda un instante en silencio antes de responder:
-Lo asesinaron... -Dos palabras pronunciadas con tristeza por parte del profesor Croner.
-El que lo hizo debió ser un pistolero increíble. -Exclamó Julio.
-No, no lo era... -Respondió el profesor Croner.-Lo asesinó de un balazo en la nuca mientras colgaba un cuadro en una casita que era su escondite en las Rocosas.
Cuando el profesor Croner dijo eso nadie pronunció ni una palabra, el salón era el lugar más silencioso de la escuela hasta que el profesor Croner continuó con su relato:
-El chico que lo mató pudo hacerlo porque era un admirador suyo y acababa de ser reclutado por otro secuaz de Wes mientras esté cuidaba a su cuidaba a su caballo, pero resultó que ese chico era más admirador de la recompensa que de Wes... -El profesor Croner recuesta su figura boca abajo junto a la figura de su caballo.-Así que mató a Wes a traición y corrió a cobrar la recompensa, en ese momento murió el hombre y nació su leyenda la cual dice que en realidad ni llego a morir.
En ese momento el profesor Croner toma la tiza roja que había tomado de la lata y la acerca a su figura diciendo:
-Porque antes de que muriera Satanás se apareció frente a él, aquella entidad estaba esperando la muerte de alguien con las habilidades tan increíbles de Wes, así que de inmediato le ofreció un trato que ni siquiera él rechazó y menos en ese momento. -Explicó el profesor Croner moviendo la tiza roja como si fuera otra figura.
-¿Qué le ofreció? -Preguntó Flavio Calviño.-¿Quiso su alma?
-No, lo único que pedía a cambio que trabajara para él, era que trabajara para él como su cobrador, Wes debía ir y cobrar las deudas de las personas que hicieron algún trato con el diablo y matar a los que intentan engañarlo.-Le responde el profesor Croner a Flavio. -Para eso le brindaría Juventud y buena salud eternas para que pueda servirle durante 100 años. Eso le venía de maravilla, ya que lo que más deseaba Wes en ese momento era su venganza.
El profesor croner vuelve a poner de pie la figura de Wes para continuar su relato:
-Wes acepto es trato como se podrán imaginar, así que estrechó la mano flameante del Diablo, al hacerlo se dio cuenta de que las flamas del diablo no le quemaban. Es más, ya no sentía dolor, ni agonía, simplemente se recuperó de todas sus heridas por eso, cuando se puso de pie frente al diablo, se asustó como nunca al ver que el diablo tocó a su caballo con la misma mano llameante e inmediatamente su fiel compañero recuperó toda su salud.
Yelsica suspira aliviada para luego susurrarle a su compañera de asiento
-Ya me había asustado, pobre animalito.
-Tú lo has dicho, Wes tuvo su venganza, pero el precio fue demasiado alto, ya que por más que lo intento no pudo escapar a su parte del trato.-Exclamo el profesor Croner en tono triste.-El diablo lo volvió el encargado de cobrar a todos los que tuvieran deudas con él, la leyenda dice que fue Wes quien asesino a Jack-o-Lantern a pedido del diablo..., desde entonces Wes se convirtió en el forajido negro y está condenado a vagar por la tierra como el mercenario y cobrador del diablo hasta que se cumplan sus 100 años de servicio y pueda descansar en paz con su caballo.
-¿Si está inspirado en hechos reales significa que esa leyenda es real? -Le pregunto Lara al profesor Croner.
El profesor Croner se rio entre dientes.
-No, la parte real de la historia es hasta que muere Wes asesinado, lo demás es fantasía inventada por sus fanáticos para poner algo de misterio y cosas paranormales a la historia.
-Pero ¿qué pasó con la persona que lo mató? -Le pregunto Lara.
-La persona que lo mató fue asesinado por otra persona que quería fama. -Respondió el profesor Croner.-Eso es testimonio de las escrituras porque como bien dijo Jesucristo el que a hierro mata a hierro a de morir, aunque en este caso sería el que a plomo mata a plomo a de morir.
Era infaltable que la historia tuviera cosas religiosas y así, lo que sí era raro que faltara fue la estupidez de los demás, de hecho durante todo el día no había recibido burlas de su parte. Tal vez el castigo que les dio la profesora los hizo recapacitar (eso fue lo que pensé en ese momento y que tonta fui).
La historia del profesor Croner no dio miedo, dio lástima por el triste final, aunque supongo que no se puede esperar un final feliz en una historia que está inspirada en un suceso que terminó de una forma terrible. El único consuelo es que los tontos del salón estuvieron tranquilos hoy, no sé si fue por el castigo que la profesora Nilda les puso ayer, o si simplemente fue que hoy no tuvieron mucho tiempo, ya que solo eran 2 horas de clase.
Lo cierto es que sea por la razón que sea el día de hoy estuvieron muy tranquilos y silenciosos, tanto así que logramos llegar al final de la clase sin haber tenido que aguantar ninguna burla ni ningún comentario molesto. Al sonar el timbre de salida llegamos en paz a la hora del almuerzo, ya solamente faltaba almorzar y podríamos irnos a nuestras casas a descansar.
Claro que prefería ir a almorzar a casa, ya que mi madre Lara estaba contenta también por eso, porque ella almuerza en el colegio para hacerme compañía. Mi madre me preparaba el almuerzo para almorzar en el colegio porque mientras ella estaba en su clase de arte no podría preparar el almuerzo en casa, pero ahora que ya es una artista recibida está en casa para cuando salgo de clases.
Almorzar en su casa es algo que Lara agradece inmensamente, debido a que la comida de la cafetería es algo horrible, de hecho solíamos bromear sobre eso. Lara solía decir que comer la comida de la cafetería era peor que comer tierra a lo que yo respondía que tal es la comida que servían era solo tierra que sacaban de algún jardín.
Ambas decidimos casi desde que comenzaron las clases que íbamos a llevar la comida de sus casas. Ahora no era necesario, pero quise aprovechar para almorzar una última vez aquí juntas así que le dije a mi madre que almorzará en la escuela una última vez.
En esta ocasión mi madre nos había preparado milanesas de carne con papas fritas así que ambas comenzamos a comer mientras charlamos un rato.
-Hola... -Escuche que decía alguien detrás de mi.
-Hola ¿Como estas? -Dijo Lara.
Al voltear pude ver al niño nuevo, Shemp, parado junto a nosotras con una bandeja en sus manos.
-Puedo sentarme con ustedes? -Pregunto timidamente aquel chico.
-C-claro. -Le respondí sonriente.
Lara me observaba de reojo con una sonrisa pícara, al verla puse mis ojos en blanco.
-¿Que trajiste? -Le pregunto Lara.
-Pizza ¿y ustedes? -Pregunto sonriente.
-milanesas de carne con papas fritas. -Respondio Lara.
-Genial. -Respondio Shemp.
Lara y yo vimos que aquel chico comenzó a comer la pizza con cuchillo y tenedor algo que se nos hizo raro pero no dijimos nada, después de todo cada quien es libre de comer como quiera.
-Shemp ¿tu apellido es poco común tienes algo que ver con Arthur Perry? -Pregunto Lara.
-¿Arthur Perry el millonario? -Me dije a mi misma.
Artur Perry es miembro de una de las familias más ricas y poderosas del país.
-Si..., es mi padre. -Respondio con vergüenza.
-Lo sabia. -Le dijo Lara.
Bueno no era difícil adivinar que ese chico venía de una familia de clase alta, su cabello peinado hacia atrás, el reloj en su muñeca que parece ser realmente caro pero nada de eso podía hacerme sospechar algo así.
-Lo sabías? -Le pregunte.
-¿como no saberlo? -Pregunto Lara. -El otro día lo vinieron a buscar en un automóvil un hombre con uniforme de chófer y ese mismo chófer lo ví en las noticias cuando mostraron a Arthur Perry llendo a una conferencia de prensa.
-Oh, no lo ví.. -Exclame apenada.
-Si, mi padre tiene ahora otro chófer y ese ahora es mi chofer personal, es la forma de mi padre de dar regalos de cumple años. -Respondio Shemp molesto.
-Que envidia. -Exclamo Lara.
-La verdad que sí. -Dije sonriente.
-Saben todos me molestaban por quién es mi padre... -Nos comento Shemp. -Son las primeras personas que me tienen algo de envidia.
-Entonces somos tus primeras amigas. -Le dije sonriente.
-Podemos ser muy amigos, ¿verdad Deby? -Pregunto Lara en tono pícaro.
Le di una patada en el tobillo disimuladamente por debajo de la mesa.
-Hay! Guatemala! -Grito Lara disimulando que le había dolido.
Shemp soltó una carcajada.
-Gracias, son mis primeras amigas aquí. -Dijo apenado.
-¿Que hace alguien como tú en una escuela tan común? -Le pregunto Lara.
-No me siento diferente a ustedes y los prefiero a cualquiera de los creídos de las escuelas privadas. -Respondio Shemp.
-Eso es genial. -Le respondí.
Los tres conversamos y ya habiendo terminado de almorzar parecía que el día en la escuela terminaría bien hasta qué...
-7:30 suena bien, pero mejor 7:00 pm -Exclamó Lara Orea.-Así podemos ir a varias casas antes de que se haga muy tarde, quiero aprovechar cada minuto.
-Entonces a las 7:00 pm quedamos en tu casa ¿verdad? -Respondió Deborah Sorsone.
De repente Walter Greendle, Graciela Naya y Andrea Fisher se acercaron a Deborah Sorsone y a Lara Orea.
Graciela apartó una silla junto a Deborah y se sentó junto a ella, mientras Andrea apartó una silla junto a Lara para sentarse.
-¿Qué haces cabeza de Calabaza? -Le pregunta Gabriela a Deborah.
-Largo de aquí. -Le responde Deborah a Graciela.
-¿Qué quieren? Tontas -Les preguntó Lara en tono serio y cortante.
-Las tontas son ustedes por hablar así a quienes no les están haciendo nada. -Le respondió Andrea a Lara poniéndo la mano en el hombro de Shemp.
-¿Qué no hacen nada? -Pregunto Lara con notable enojo.-Nosotras estábamos tranquilas antes de que vinieran a molestar con sus apodos de idiotas.
-Chicas voy a tener que pedirles que nos dejen tranquilos. -Exclamo Shemp en tono calmado aunque molesto.
-Además, ayer metieron una calabaza podrida en mi mochila! -Agrego Deborah.
-Y ahora queremos pedirles disculpas y hacer las paces. -Les dice Gabriela a Deborah.
En ese momento Walter se acercó con una bandeja, al acercarse intentó no hacer ruido mientras ambas estaban distraídas. Graciela y Andrea se pusieron de pie y se pararon junto a Deborah y Lara hablándoles para que no voltean mientras Walter se acercaba con un plato con algo encima.
Graciela y Andrea llevaron una mano detrás de su espalda para que Walter les pusiera algo en sus manos; en la mano de Graciela puso un puñado de puré de calabaza y en la de Andrea puré de papas.
-¿Nos perdonas? -Le pregunto Gabriela a Lara.
-Las perdono. -Le responde Deborah a Gabriela.
-Mejor vámonos. -Le dice Lara a Deborah a punto de ponerse de pie.
En ese momento Gabriela y Andrea les ponen el puré que tenían en la mano en la cara a Deborah y Lara.
Graciela y Andrea se hacen hacia atrás riendo para chocar sus manos en señal de victoria.
Lara llevó su mano a la mesa y tomó unas servilletas de papel para limpiarse la cara mientras Deborah se puso de pie violentamente de un brinco tirando la silla sobre la que estaba sentada.
-¡Quítame esta mierda de la cara! -comenzó a vociferar lanzando una bofetada al aire. Intentando golpear a Graciela o Andrea, pero ellas se habían hecho hacia atrás para celebrar. Walter, Graciela y Andrea quienes se estrecharon las manos en señal de victoria.
-Maduren!-Les gritó Lara molesta.
Deborah se quitó la pasta de la cara, en el caso de ella lo que le echaron no era puré como a Lara era otra vez restos de calabaza podrida. Con un gruñido furioso, Deborah bajo furiosa la mirada a la mesa y tomó el cuchillo con el que estaba comiendo, pero en ese momento Lara la sujeto de la muñeca.
Deborah volvió a ver a Lara con una mirada de furia en su rostro pegajoso.
-Cálmate Deby. -Le suplico Lara.
Deborah dejó el cuchillo sobre la mesa y se volteó para ver a su alrededor para ver a los alumnos que se encontraban en el comedor; todos estaban riendo de ella, algunos incluso la señalaban con el dedo.
-Ven Deby, déjame ayudarte a limpiarte. -Le dijo Lara tomando unas servilletas.
En ese momento me di cuenta de que era mucho pedir estar sin que me molesten, por mala suerte para Lara yo no podía escucharla, en realidad, no podía ver ni escuchar absolutamente nada más haya de esas risas.
-Déjame ayudarte a limpiarte. -Insistió Lara.
Me apresuré a poner los cubiertos dentro del taper para taparlo inmediatamente, luego de eso lo tomé en mis manos y dándome media vuelta salí corriendo del comedor.
-Estoy ya fue demasiado lejos! -Dijo Shemp dándole un empujón a Walter.
-¿Que haces niño rico? -Le pregunto Walter a Shemp.
-Disculpense con ella. -Le ordeno Shemp.
-¿O que niño rico? -Le pregunto Walter.-Tu padre despedirá al mío?
-Ya lo escucharon! disculpe se con Deby! -Grito Lara mientras se volteo y le dió una ofertada a Andrea.
Mientras tanto Deborah corría a buscar sus cosas intentando no llorar.
Me las van a pagar, me voy a vengar de todos, me propuse mientras corría por el pasillo hacia mi locker.
Al llegar tomé mi mochila rápidamente y la abrí para guardar dentro el taper, al hacerlo pude notar que todos los del pasillo estaban observando mientras murmuraban. No podía escuchar lo que decían, aun así sabia perfectamente que estaban hablando de mí.
Al cerrar el locker volví a correr hacia mi casa, corrí con tanta fuerza y rabia que cada paso resonaba en el suelo de cemento.
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