Luego de conseguir mi venganza me dirigí hacia mi casa, esta sin duda había sido la mejor noche de Halloween de todas, logré por fin librarme de los problemas que invaden mi vida, al levantar la vista mientras caminaba por la calle vi a Lara mientras corría hacia mí. Lo primero que pensé fue no haber tardado mucho, sonreí y continué caminando, estaba demasiado exhausta para correr.
El saco lleno de dulces pesaba demasiado, pero no estaba dispuesta a dejarlo.
-¿Estás bien? -Preguntó Lara al llegar donde estaba.
-Si, solo estoy algo cansada. -Le respondí a Lara con una sonrisa.-Aún tengo mis dulces.
Levante mi saco y se lo enseñe a Lara.
-Genial, pero ¿Dónde estabas? -Dijo Lara comenzando a caminar junto a mi rumbo a su casa.
-Estuve cerca del cementerio. -Le contesto Déborah.
-Sabes que en halloween por ahí es donde Brie y los demás le roban dulces a los niños. -Le dijo Lara sorprendida.
-Lo se, quería verlos. -Le confesó Déborah con una sonrisa.
Deborah lanzó una risa sombría.
-No, les habrás hecho algo. -Le dijo Lara.
-No. -Le contesto Déborah negando con su cabeza.
-¿Y tus guantes? -Preguntó Lara observando las manos.
-Me los quite, es que me caí en el fango y se me arruinaron. -Respondió Deborah sin dejar de observar al frente mientras caminaban hacia la casa de Lara.
-Es una lastima, estaban bonitos.
-Exclamo Lara.
Al entrar en la casa las madres de Lara las esperaban en la sala.
-Mamá, llegamos. -Exclama Lara luego de entrar a su casa.
La señora Orea y Fair fueron a recibirlas, al acercarse a ellas la señora Orea las abrazo a ambas.
-¿Dónde estaban? -Las regaño La señora Fair.-Estuvimos esperandolas.
-Estamos aquí afuera en la acera conversando y se nos pasó el tiempo. -Miente Lara.
-La próxima avisen que llegaron, y a esta hora no deben estar en la calle.-Suplica la señora Orea aliviada.-Estábamos preocupadas.
-Si, mamá lo haremos. -Responde Lara.
-¿Consiguieron muchos dulces? -Preguntó la señora Orea observandolas con una sonrisa.
-Rompimos nuestro propio record. -Respondió Deborah levantando con ambas manos su saco totalmente lleno.
-Esta llenisimo! -Exclama la señora Fair boquiabierta.
-Tienen un tesoro bastante grande. -Dijo la señora Orea.
-Tenemos más suficientes, nos durará hasta el final del año e inicios del próximo. -Exclama Lara emocionada.
-¿Cómo lo hicieron? -Preguntó la señora Orea sorprendida.
-Los vecinos nos dieron muchos. -Responde Lara sonriente.
-Y fuimos a muchas casas. -Agregó Lara.
-Bien, vengan a la mesa a cenar. -Exclama la señora Orea.-Deben estar hambrientas.
-Bastante. -Respondió Lara sonriente.
-Vengan entonces. -Dijo la señora Orea.
-Voy a calentarlo, así lo comen calentito. -Exclama la señora Fair yendo a la cocina.
Aprovechando que La señora Fair recalentar la comida la señora Orea les tomó una foto a Lara y Deborah disfrazadas junto a su gran botín de golosinas. Luego de cenar Deborah y Lara fueron a la habitación, luego de cambiarse de ropa (poniéndose sus pijamas).
Lara encendió su equipo de música en bajo volumen y decidieron vaciar sus bolsas para ver que les habían dado.
-¿Cuál vemos primero? -Preguntó Lara.
-Comencemos con tu bolsa. -Respondió Lara sentada en posición de loto.
Lara extiende su mano para tomar su bolsa y vaciarla sobre una manta que había puesto para que no cayeran sobre el suelo.
-Este año nos han dado muchas cosas buenas. -Exclama Lara con una sonrisa.
-Muchos chocolates. -Añade Deborah viendo los dulces.
Lara extiende su mano para tomar una manzana acaramelada sujetándola del palito.
-Este año la señora me ha vuelto a dar manzanas acarameladas, voy a tener que tirarlas.
-Si yo por eso dude en llamar a esa casa, son un asco las manzanas acarameladas. -Dice Deborah dirigiendo una mueca de repugnancia a la manzana.
-Es más porque mi madre no me deja comerlas. -Explica Lara.-Tiene miedo de que alguien ponga navajas de afeitar en su interior.
-¡Ah, si! Vi algo de eso en la tele. -Responde Deborah.-Y las demás cosas también pueden tener veneno.
-Si, por eso mi madre no me deja comer nada que no esté en su paquete y bien sellado. -Explica Lara.-El año pasado tuve que tirar muchas cosas, pero al parecer este año no voy a tener el mismo problema..., solo con esa manzana.
Lara le paso la manzana a Deborah para que la tirara al cesto de basura antes de comenzar a separar los dulces por tipo. Una vez estaban separados fue volviendolos a meter al saco mientras los contaba, había más de mil dulces los cuales se dividían en 360 paletas, 30 caramelos de menta, 110 caramelos de miel, 290 caramelos de dulce de leche, 540 barras de chocolate y 619 caramelos de fruta.
Antes de contar sus dulces Deborah también tiró la manzana acaramelada que le habían dado a la basura. Al contar sus dulces ella también llegó a tener más de mil la cantidad la cual era el doble de lo que solían conseguir se debió al extra que consiguió Deborah de los que habían robado Brie y los demas.
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