Capitulo 02

Hacíamos casi todo juntas, Lara se sentaba junto a mí en clases, también durante la hora del almuerzo y en el recreo. De hecho, en el recreo nosotras aprovechabamos para jugar juegos en las mesas del comedor; a veces jugamos a las cartas, otras veces jugabamos con juegos de mesa que traia alguna de las dos. Nosotras nos turnabamos para llevar algo para jugar en el recreo.

Como era de costumbre Lara y yo caminamos juntas desde la escuela mientras conversabamos;

-Las historias del profesor Croner son generalmente buenas, pero debo admitir que esta no me gusto mucho que digamos. -Exclame caminando Junto a Lara.

-Es raro que digas eso, más de una historia que parecía de terror. -Me contestó Lara.

-¡Tú lo dijiste! Parece de terror, pero no lo es!. -Repuse en tono irónico.

-Creo que sí es una historia de terror.-Objeto Lara.

-Las historias de terror deben tener algo de terror, aunque no de miedo. -Replique deteniéndose para ver a ambos lados antes de cruzar la calle. -Si no da miedo y no tiene absolutamente nada de terror entonces no es algo de terror.

No había semáforo así que debíamos tener cuidado, ya que en la cuadra de la escuela si pasaban muchos vehículos.

-¡Es casi imposible darte miedo a ti! El fin de semana pasado cuando vimos películas de terror estabas como si nada y a mí si me había dado miedo-Protesto Lara.

-Es que yo estoy acostumbrada a ver películas de terror y por eso sé como son. -Replique mientras cruzaba la calle junto a ella.-En esta historia el fantasma no mató a nadie ni hizo nada! Eso no da miedo.

-Conto de ese tipo al principio del mes, tal vez ahora quiso ir bajando la intensidad. -Pensó Lara.

-¿Qué te pareció la leyenda que contó hoy sobre Halloween?. -Le pregunté a mi mejor amiga.

-Fue interesante, aunque a mí no me gustó tanto. -Me respondió Lara.

-A mí me encantó, de hecho creo que es mi favorita.-Exclame mientras caminaba junto a ella.-¿Cuál es tu historia favorita?

Lara volvió a verme haciendo un gesto que indicaba que estaba pensando.

-A mí me gustó cuando contó la historia de la primera noche de brujas.

-En serio?. -Pregunte algo incrédula. Es que no podía creer que esa historia le hubiera gustado. Había varias historias de asesinos seriales

-¿Y por qué no iba a ser en serio? -Me preguntó Lara caminando junto a mí.

-Es que no me parece que esa sea una historia muy interesante.-Repuse.

-Lo que hace que me guste esa historia es lo que dijo que las personas que eran acusadas de ser brujas murieron quemadas es algo que hace reflexionar sobre la ignorancia de la gente. -Explicó Lara.

-En eso tienes razón. -Le dije.

-¿A ti cuál te gusta? -Preguntó Lara con curiosidad.

-Me gusta la historia de la bruja de Zugamurdi. -Le respondí.

-Esa es casi la misma, ahi tambien ahi brujas condenadas a muerte. -Objeto Lara confundida.-

-Si, pero en esa ahi bastante sangre. -Le respondí viéndola de reojo.

-¡Qué asco! -Exclamó Lara dirigiendo un gesto de repugnancia. A ella no le gusta mucho la sangre, de hecho, se tapa los ojos en las películas en los momentos que alguien se lastima o algo.

En ese momento noté que Lara me estaba observando de una manera extraña, en realidad, no creo que me estuviera viendo a mí. Ella solo presta atención a mi cabello y después del tipo de atención que recibe mi cabello en la escuela no es algo que me guste.

-¿Por qué me ves así? -Le dije malhumorada.

-Tu cabello es único! -Se quedó observando cómo mi cabello naranja relucía con la luz del sol. La luz tenía un efecto extraño en mi cabello lo hacía brillar, resaltar y relucir demasiado.

Mi cabello a la luz resaltaba casi iluminante, como la flama de una vela encendida una noche a oscuras.

Lara es una niña delgada, de piel clara y cara con forma de corazón. Sus ojos color café que combina perfectamente con su cabello color castaño intermedio (marrón claro), similar a la madera barnizada. Ella lleva su cabello sujeto estilo cola de caballo, y fleco recto.

Deborah, por otro lado, es una niña de piel clara intermedia (color durazno), cara ovalada con ojos color verde esmeralda y cabello largo de color unico y sobresaliente. En la oscuridad sus ojos verdes brillan como los de un gato.

-Mi cabello solo es único en buen sentido para ti. -Porfie frunciendo levemente el ceño.-Pero para los demás mi cabello es único para burlarse y jugarme bromas pesadas.

-Eres una chica pelinegra, eso no tiene nada de malo. -respondió volviéndose a ver a ambos lados para cruzar la calle a la cuadra de la casa donde vivo.

-Esto ya me tiene bastante disgustada! -Proteste enérgicamente. -No se cansan de hacerme enojar y principalmente es por mi cabello.

Existen dos tonalidades de pelirrojos, pelirrojo claro que tienden hacia un color más anaranjado o, por el contrario, a un tono más rojizo que es del pelirrojo oscuro. Sin embargo, mi cabello era puro naranja; parece que me hubiera aplicado tinte color fantasía naranja, lo malo es que cuando era de noche, estaba nublado y no había luz baja. Si ese era el caso mi cabello tenía exactamente el mismo color que una calabaza, de hecho, puedo decir que si ponen dos calabazas junto a mí les costaría trabajo adivinar cuál es mi cabeza.

El hecho de que su cabello tenga el mismo color de una calabaza cuando no le daba la luz hizo que me ganara el sobrenombre de "Cabeza de calabaza". Eso era algo que yo odiaba con todo mi corazón además de las bromas pesadas que me jugaban esos tontos a los que algunos llamarían compañeros.

-Como hoy me han dicho cabeza de calabaza.-Le recordé a Lara poniendo cara seria.

-Ese fue Walter. -Le responde Lara a Deborah deteniéndose junto a ella frente a su casa.-No le hagas caso, su cerebro no pasó del jardín de niños.

-No es solo Walter, son todos. -Repuse poniendo cara seria.-Y tampoco son solo los apodos; el otro día en clase me arrojaron semillas de calabaza al cabello usando la caña de la lapicera como si fuera una cerbatana.

-Si, lo recuerdo. -Me respondió.

-¿Lo ves? -Le pregunté a Lara.-No sé por qué tienen que burlarse de mí.

-Aunque... no todos... -Dijo Lara.

-¿Quien no? -Le pregunte volteando a verla de reojo.

-Aquel niño nuevo Shemp. -Exclamo Lara con una sonrisa.-El te defendió.

-Oh..., el. -Exclame recordando aquel momento.

-Te sonrojaste! -Exclamo Lara sonriente.

-Eh! claro que no! -Le respondí negando con mi cabeza.

La calidez que sentía en mi rostro decía otra cosa pero no tenía que ser eso, ¿yo sonrojarme por alguien? eso no puede ser cierto.

Lara comenzó a reírse aunque había una forma en la que podría regresarsela:

-Si fuera tu no me teoría. -Le dije vengativa. -No es un secreto que le gustas a ese tonto de Walter.

-No digas eso! es feo! -Protesto Lara.

-¿Ya ves? -Pregunto ella con una sonrisa.

-An así no puedes ocultar que el te gusta. -Dijo Lara sonríente.

-Esta bien, pero que debo hacer? -Le pregunte.

-Decirselo. -Contesto Lara.

-Creo que tienes razón.

-Ya los imagino sentados bajo un árbol y a ti alargando su cara. -Bromee en tono burlón.

-Callate, tiene cara de rata hay no!no digas eso sabes que me da mucho asco! -Me dijo Lara.

Eso era cierto y es algo que todos saben ya que Walter había intentado salir con Lara desde que la conoció pero ella lo rechazó una y mil veces, de hecho.

-Como sea ese tonto ya me tiene harta. -Le dije volviendo al tema anterior.

-No debes hacerles caso. -Me respondió Lara deteniéndose junto a mí al llegar a mi casa.

-A veces quisiera vengarme de todos y hacerlos desaparecer.-Me cruce de brazos frunciendo el ceño levemente.

-La mejor venganza será tu éxito. -Me respondió Lara.-Los mismos chicos que hoy se burlan mañana estarán detrás de ti, y diciendo que te conocen cuando logres lo que quieres y ellos están quejándose de que la vida es injusta.

-Es lo malo, ser buena persona no alcanza para que te traten bien, se necesita algo.-Le dije a Lara aun con cara seria.

-Por eso sabes que el karma les va a llegar algun dia.-Exclamó Lara con una sonrisa.

Yo no sentía ánimos de responder verbalmente, así que solo asentí con mi cabeza.

Lara se despidió mi Deborah con una sonrisa. Claro que cuando vi a Lara alejarse esa sonrisa se borró en segundos.

-Tal vez algún día me vengo yo en vez de seguir esperando el karma.-Me dije Deborah a mi misma antes de entrar a su casa.

Claro que sí, ese era un pensamiento recurrente que yo tenía, de hecho, a veces me quedaba dormida intentando imaginar cómo serían sus gritos de dolor. Tuve que escuchar sus risas burlonas mientras me hacían sus bromas pesadas todos los días y yo creo que venía siendo hora de que pudiera oír sus gritos de dolor mientras suplican por su vida.

Al llegar a casa mi madre estaba aún en la escuela de arte así que aproveché para ir directamente a mi habitación. Podríamos decir que mi habitación es mi fortaleza o refugio privado porque es el lugar donde puedo estar sola y después de un día duro en la escuela (básicamente todos los días) es algo que me encanta.

Me quité las zapatillas y me senté sobre mi cama cruzando las piernas para ver la televisión.

Más tarde sonó el teléfono que estaba sobre la mesita de luz.-Hablando de la reina de Roma.-Le dije a mi madre observándola con una sonrisa.-¿Puedo invitarla a dormir entonces?

-Si su mamá le da permiso.-Me respondió mi madre.-Si es así podría llevarlas mañana a la escuela.

-Si! -Le respondí Deborah a mi madre mientras con emoción me apresure a contestar el teléfono.

Mientras contestaba el teléfono mi madre fue a preparar la merienda.

-¿Hola? Lara, sí, estoy bien, estaba esperando tu llamada.

Lara Orea había quedado en llamarme en la tarde para arreglar para ir a buscar calabazas para Halloween.

Pasado mañana ya era Halloween y había que poner los adornos.

-Vente ahora. -Le dije a Lara por teléfono.-¿Crees que tu madre te dé permiso de quedarte a dormir? Mi madre quiere pintarnos, ya que hoy se graduó de su clase de arte, y dijo que mañana podría llevarnos ella a la escuela.

Entonces esperé la respuesta de Lara quien había ido a preguntarle a su madre:

-Si, me dio permiso y dijo que te manda saludos.

-Mandale mis saludos tambien-Le dije a Lara.

-Si, un momento. -Exclamo Lara apartando la bocina para decirle a su madre que. Yo le enviaba saludos. Espere unos instantes hasta que la escuche decir un simple "listo".

-Te espero y hacemos la pijamada. -Le dije.

-Si, ahi estare. -Me respondio Lara.

Charlamos por un rato hasta que Lara dijo que iría después de merendar. Aprovecho para merendar también y esperar a Lara para ir juntas a comprar unas calabazas gigantes a la verdulería para hacer los faroles de Jack.

Fue algo difícil para nosotras mantenerse quietas sobre todo con los chistes de "toc toc" que contaba mi madre. No sé por qué lo hacía si nos decía que no nos moveremos, sospecho que siente algún tipo de placer perverso al hacerlo. No, solo es broma, eran chistes muy graciosos a pesar de que los inventaba en el momento. Solo lo hacía porque la ayudaba a concentrarse, además de que le parecía divertido ver las muecas que hacíamos intentando no reír.

-Ya terminé. -Dijo mi madre dejando el pincel a un lado.

-Porfin!.-Pense cuando dijo que terminó, incluso levanté mis brazos vitoreando de emoción porque ya podía moverme.

-Pensé que me convertiría en piedra de lo quieta que intentaba estar. -Bromeo Lara sonriendo.-Ya me dolía la cara de tanto intentar no reir. Lara comienza a sobarse las mejillas.

-¿Qué tal salió?. -Pregunte volteando a ver a mi madre.

Entonces mi madre se levantó de su silla y tomó la pintura de los lados con cuidado.

-¡Miren! -Dice volteando la pintura para que podamos verla.

-¡Están igualitas a nosotras! -Exclamó Lara sorprendida.

Lara y yo dimos unos pasos hacia ella para verla más de cerca, no podía creer lo idéntica que quedó su pintura a nosotras. Parecía que ver esa pintura era como vernos en un espejo.

Es una pintura fantástica y muy realista, de hecho, su pintura parecía tan real que daba la impresión de que las Deborah y Lara del retrato en cualquier momento podrian salir de la pintura para ponerse a conversar con ellas o hasta irse caminando.

-Le salió muy bien, señora S. -Le dijo Lara a mi madre aproximándose a la pintura. -Le salimos idénticas.

-Es verdad, quedamos igualitas, mami. -Exclame mientras observa la pintura emocionada acercando mis dedos para tocar mi rostro de su retrato.

-Y aún está fresca. -Repuso mi madre alejando la puntura de mis manos levantando sobre su cabeza.-Ten cuidado. Mi madre sonríe, le hace sentir orgullosa que nos haya encantado su pintura y se veía en su rostro que exhibe una amplia sonrisa y brillo en sus ojos.

Mi madre vuelve a poner la pintura en su caballete mientras Lara y yo fuimos detrás de ella a seguir viendo la pintura.

-Me gusta como queda mi cabello en la pintura. -Exclamó Lara señalando la pintura.

-A mí también me gusta.-Le responde mi madre sonriente. -La luz del techo hizo que tuvieras un lindo brillo en el cabello y ojos, eso me dificulto un poco replicar el naranja brillante.

-Yo quisiera tener el cabello diferente. -Dije en tono serio.

-¡Estás loca! -Exclamó Lara volteando a verme. -¡Yo quisiera tener ese cabello tan bonito! Me da envidia cada vez que lo veo.

Lara no sentía complejos por su cabello lacio, sin embargo, envidiaba abiertamente mi cabello anaranjado y ligeramente ondulado cerca de las puntas, o eso decía ella.

-A mí no me gusta, con mi cabello tan naranja parezco una calabaza de halloween. -Les dije cruzándome de brazos malhumorada, es claro que a mí me gustaba mi cabello, y por esa razón ni siquiera pensaba en pintarlo. El problema es que las burlas constantes sobre mi cabello me habían hecho sentir insegura.

La señora se acerca a su hija.

-¿Cómo puedes decir eso de tu cabello? -Dijo mi madre mientras me acarició cariñosamente el cabello anaranjado.-Esta tonalidad naranja calabaza es única.

-Lo mismo le dije. -Interrumpió Lara.-¡Mataría por tener el cabello así!

-Sí, desde luego que nos encantaría eso. -Coincide mi madre. Ella sujeta con sus dedos índice pulgar uno de sus mechones. Ella tiene su cabello pelirrojo claro y ondulado. Al ser su cabello pelirrojo claro tiene un color naranja rojizo.

-¿Ves la diferencia? -Me preguntó enseñándome su cabello.-Ningún cabello pelirrojo tiene ese tono naranja rojizo claro, y de saturación moderada que tiene tu cabello.

En ese momento tomé uno de los mechones de mi cabello y observé que efectivamente el tono naranja es más fuerte en su cabello que en el de mi madre (o el de cualquier persona pelirroja). Me quedé en silencio un instante y con un leve movimiento mis labios formaron una gran sonrisa de orgullo al saber que es única y eso no era malo, simplemente era diferente.

-Si realmente no te gusta podemos pintarlo, después de todo es tu cabello. -Me dice mi madre resignada.-Aunque sería una lástima.

-No quiero pintarlo. -Le respondí a mi madre.

-¿Estás segura? -Me pregunto mi madre.-Como te sientas más comoda

-Asi me siento cómoda.-Respondí con toda seguridad.-Me gusta mi cabello.

-Asi se habla. -Me dijo Lara.

-Solo tuve un mal día. -Les expliqué.

-¿Quieres contarme? -Me preguntó mi madre preocupada.

-No te preocupes, mami. -No quería contarle a mi madre que era la burla y hacerme reír de básicamente todo el colegio.

Lara sabía perfectamente que es lo que pasaba, pero no quería que me molestara con ella por decirle a mi madre lo que intentaba ocultar.

Intentando cambiar de tema decidí preguntarle a Lara inmediatamente:

-¿De qué habías dicho que piensas disfrazarte en Halloween?

-Voy a disfrazarme de gato. -Responde Lara sonriente.

-¿De gatito? Eso es fantástico. -Dijo la señora Sorsone sorprendida.

Lara bajó la cabeza sonriendo apenada mientras soltó una risita.

-Gracias.

-¿Qué tipo de gato? -Le pregunté a Lara.

-Un gato negro y blanco.-Me responde Lara.-¿Y vos de que vas a desfrazarte?

-Mi mamá me hizo un disfraz de princesa. -Le respondí a mi amiga.

-¿De princesa? -Pregunta Lara sonriente.

Asentí con mi cabeza.

-Si, y quedó parecido.

-Sí, vimos un disfraz de princesa en las galerías..., a ella le gustó el vestido así que le hice uno similar -Explico mi madre sonriendo orgullosa por cómo quedó el vestido.

-Que suerte, mi mami no sabe coser así que mejor me compro el disfraz de gato.-Le dice Lara a mi madre.-¿Puedo verlo?

-Sí, está en la habitación de Debbie.-Responde mi madre.

En ese momento tomé a Lara de la muñeca.

-Ven, te lo muestro. -Le dije a Lara.

-Si, pero despacio no me jales. -Exclamo Lara.

-No exageres. -Le dije jalandola de la muñeca llevandola a mi habitación para enseñarle el vestido.

Al entrar en la habitación me dirigi directamente a mi armario mientras ella se sentó sobre una silla pequeña de madera que había junto a mi mesita de juegos. Del armario saque el vestido para enseñarselo, era de color celeste, luego de enseñarselo saque tambien de mi armario algunos juegos de mesa que tenía guardados ahi.

Al saber que debíamos entrar tarde al día siguiente pensamos que podíamos desvelarnos, pero cuando menos lo esperamos nos quedamos dormidas. Despertamos con el sonido de alarma que anunciaba que ya era hora de levantarnos para ir al colegio.

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