cap 20

— ¡ahhhh! Pervertido por qué no tocas.

Dijo mientras corría y se lanzó a la cama, Alejandro se paralizó, pero no por mucho, camino hasta la mesa de noche y puso un botiquín en el.

— estás herida, déjame verte.

— estoy bien, puedo tratarme sola.

— puedes curar su propia espalda.

— "...."

— eso pensé, sal solo trataré su espalda.

Ella abrió el dosel un poco y saco su cabeza

— solamente la espalda, de acuerdo.

— no tengo interés en ti, no te preocupes

— cómo puede ser, soy la mujer más bella de todo el mundo.

El camino cerca de la cama.

— quien te dijo esa mentira.

— nadie lo dijo, yo lo sé.

— entiendo gira.

Ella lo miro a los ojos.

— no necesito tu ayuda.

— lo dudas por el tatuaje en tu espalda.

El rostro de Amaya estaba sin emoción.

- de qué hablas.

— he investigado todo sobre ti.

Ella aún lo tomo con calma.

— ya veo.

— así que se lo que ocultas.

ella hizo un mohín, luego se giró.

Alejandro tomo el isopo de algodón, miro la espalda de la mujer, había varios moretones y rasguños, aparte de la marca de su clan.

Sus manos se movieron rápidamente, desinfectando sus heridas

— no quieres decirme quién está detrás de tus hijos.

— no es necesario

— por lo menos dime qué tan fuerte son, ahhh, haslo con más cuidado.

" Duele tanto, cómo puede ser tan brusco"

— solo dedícate a protegerlos, de lo demás me encargaré yo.

Ella dejó de hablar, si no quería decirle simplemente no preguntara.

— por cuánto tiempo estará el contrato.

Las manos de Alejandro se detuvieron.

— ¿que viniste hacer en mi familia? no piensas que creeré eso de que te va mal en tu profesión.

Ella dejó de hablar, el dejo el algodón de nuevo en la mesa y tomo la Gaza.

— voy a vendarte

— lo tengo

Ella levanto un poco sus senos, Alejandro paso sus manos por su abdomen y luego por su hombro, pero se detuvo por un momento, luego quitó la Gaza de nuevo.

— que sucede

El la giro suavemente y la acostó, ella lo miro sorprendida.

— que haces.

Sus ojos se encontraron, el se acercó a ella, sus latidos se aceleraron, después de todo no podía negar que el era todo un Adonis.

El detuvo su rostro muy cerca, con un pequeño movimiento sus labios se juntarian, ella se perdió en su mirada.

— ¡Ouch!

Lo miro sorprendida tras el fuerte dolor, pero no tenía fuerzas para gritarle.

— Augh, que haces

Dijo en voz baja, el se alejo, luego la levanto suavemente.

— tenías el brazo dislocado.

— yo sola podía arreglarlo

— es mejor si lo hago yo, ahora girate.

De igual manera ella no lo quería verlo, cómo se atreve a hacerle esa jugada.

El ato la Gaza y luego tomo el botiquín.

— todo está listo, descansa.

Luego salió de la habitación, Amaya suspiro y se acostó.

Miro la puerta cerrada y suspiro.

— que buen control tengo, el jefe es demasiado guapo no sería extraño si lo atacan desprevenido.

Ella se levantó después de descansar un rato, se puso la pijama y la bata y salió.

— es hora de encargarme de los

intrusos.

Los alrededores de la mansión estaban en silencio, solo era acompañado por el resplandor de la luna.

En medio de la noche la camioneta de color negro se confundió muy bien con su entorno.

— sabes, nos pagarán muy bien solo por monitorear.

Dijo el hombre sentado al lado izquierdo, este se encargaba de ver lo que había en la primera planta de la casa y la parte de tras del jardín.

El de la derecha se encargaba del segundo piso y el frente.

— no te confíes, esta gente no es fácil.

— no tienes por qué preocuparte, he sido entrenado muy bien, podré matar a cualquiera que intente interrumpir jajajaja.

El de la derecha negó, luego extendió su mano y le pasó un vaso de café.

— se dice que después de una semana no tendremos que hacer esto de nuevo.

El derecho solo se burló Mientras veía las cámaras.

— últimamente hay una mujer en esa casa, es bastante buena, si me dieran la oportunidad me gustaría tener algo, ya sabes...

El de la derecha negó.

— eres despreciable.

— jajajajaja que tienen de malo, jugar con ella un rato, después te deshaces del cuerpo, no lo has hecho muchas veces ya

El otro no le contesto.

— por cierto dónde está mi café.

El de la izquierda lo miro desconcertado.

— de qué estás hablando hace rato te lo di.

— no, no me lo diste

Mientras discutían, una mano puso el vaso en la mesa de las computadoras.

— estaba un poco amargo... No es de mi gusto.

— Mi**da

Se le vanto el de la derecha y saco el arma.

— quien eres

— digamos que la mujer de la cual esconderán el cuerpo

Los ojos de Amaya se oscurecieron al ver a las dos personas.

— quien de ustedes me dará la información que quiero.

— vete al diablo.

Dijo el de la derecha y le apunto, pero ella se movió más rápido.

El movimiento en el auto se detuvo después de unos minutos.

La puerta trasera de la camioneta se abrió y Amaya salto aterrizando suavemente.

— bien, por hoy todo listo

Se sacudió las manos.

— aún estás herida, que haces afuera.

Ella miro alejandro, estaba sin camisa, solo tenía una bata azul oscuro y pantalones de terciopelo negro.

— que buena vista jefe

Dijo mientras se acercaba.

" Esto es una buena forma de recompensar después de un arduo trabajo"

Pensó mientras miraba al hombre, Alejandro tembló un poco.

El extendió su mano y la tomo del cuello.

— que estás haciendo.

Ella negó frenéticamente.

— nada, nada.

El la soltó y entro en la mansión, por un momento se sintió como si lo fueran a atacar.

Amaya acaricio su cuello.

— debo tener más cuidado.

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Comments

Maria Victoria Ruiz Alcaide

Maria Victoria Ruiz Alcaide

Menuda cura jajaja 🤣😂😅

2024-05-05

0

Diana Quintero

Diana Quintero

los tenían vigilados y ella los descubrió y Alejandro por que la atacó? 🤔🤔 no entendí ese pedacito 😔😔

2024-02-18

2

Biankis Marin

Biankis Marin

ummm

2023-04-16

2

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