cap 19

Amaya se deslizó, después de todo no tenía uñas de acero.

— rayos.

Se quitó el tacón y mordió la punta, cuando quitó la cubierta, había una daga, ella la clavo en el auto, y empezó a escalar.

Pronto llego a la ventana y la rompío.

— pero que rayos.

Grito el conductor mientras veía a su compañero con un tacón incrustados en el cuello.

Luego la puerta se abrió y el hombre cayó.

— deten el auto.

El hombre Asintió, intento frenar pero no pudo.

— ¿que paso?

Dijo ella desesperada.

— los frenos, no funcionan

Dijo el hombre con el rostro pálido, amaya no perdió el tiempo,le arrancó las llaves de la puerta trasera y atravesó el asiento, los dos niños dormían profundamente, ella los tomo, el hombre movió el auto de un lado al otro, se alejo de la carretera.

— que rayos estás haciendo.

— el auto, este se está manejando solo.

— joder.

Grito ella, el auto corrió hacia una pendiente, ella abrió la puerta rápidamente, abrazo a los niños, y saltó, para aterrizar puso su espalda, para recibir todo el impacto, dió algunos giros y luego se detuvo.

El auto cayó por la prendiente y explotó.

Ella mordió su labio y se levantó.

— joder quien los queire muertos, es bastante minucioso.

Dijo mientras soltaba una sonrisa adolorida.

— señorita está bien.

Pregunto el hombre que hablaba con ella en el restaurante.

— yo estoy bien, me llevarías al hospital.

El hombre Asintió, pero esta ves llamo a un taxi, el los siguió en la moto.

Los gemelos están acostados en su regazo.

Protón llegaron al hospital.

— porfavor ayude a los niños.

Ellos fueron llevados a la camilla y entraron, ella espero afuera.

Después de media hora la doctora salió.

— los niños están en buen estado, no tienen nada malo, solo algunos rasguños.

Ella suspiro aliviada.

En ese momento Alejandro llegó, se acercó a ella.

— cómo están

Ella sonríe

— cómo van a estar, están bien, solo están durmiendo y tiene un poco de rasguños.

El Asintió, su pecho aún latía fuertemente.

Cuando los niños salieron y fueron puesto en una habitación, el entro.

— señorita, le gustaría que la revisaramos.

— no, muchas gracias, solo tengo algunos rasguños.

— Ya veo eso es bueno.

Dijo la enfermera, la verdad aún no le creía, después de todo, algunas heridas aún tenían sangre saliendo y había varios moretones en su cuerpo.

Cuando la enfermera se fue ella camino hasta la silla, de hecho tenía heridas en varias partes del cuerpo, aún más en la espalda, pero no podía ser tratada aquí.

Después de unas horas, los niños se despertaron, al ver a su padre, lloraron en su hombro, Amaya se recostó en la viga de la puerta.

— mira a estos pequeños, son problemáticos, saben que estarán castigados, sin postre por tres meses, ¿verdad?

Los niños dejaron de llorar al escuchar su voz con burla

— lo sentimos

Se disculparon rápidamente, ella Asintió.

— pero aún así estarán sin postre.

Los dos se relajaron tras el castigo, era como si no hubiera pasado nada.

Los cuatro salieron, del hospital.

— señorita te encuentras bien.

Ella se sonrojo y Asintió, el hombre miro su cuerpo lleno de heridas, quería que fuera tratada.

Mientras los dos se miraban la voz fría de Alejandro los interrumpio.

— ella estará bien, gracias por ayudarla.

El hombre lo miro, era el mismo que en la videollamada.

— ya veo

Alejandro no le prestó más atención, le dijo algo a su asistente y luego se llevó a los niños y a Amaya.

Mientras estaban en el auto, ella suspiro.

— es una lastima, se veía tan buen tipo, si el destino lo permite, quiero volverlo haber.

Alejandro miro a sus hijos dormidos y no dijo nada, solo tenían un acuerdo, ella los proteje por un tiempo, y el le dará dinero y una mansión.

El auto llegó a la mansión.

— tengo una pregunta.

Dijo mientras sostenía a aiden en sus brazos y caminaban hacia la puerta.

Alejandro que sostenía a aidan Asintió.

— que sucede.

— por qué no hay guardias al rededor de los niños.

Alejandro se detuvo, la miraba como si fuera obvio su pregunta.

— no pude detectarte a ti, ahora piensa en cuántos guardias están trabajando con esas personas.

— ah, ya veo.

Ambos entraron y acostaron a los gemelos en la habitación de Alejandro, esa era la única habitación que ella no dejo que los otros arreglaran.

— iré a mi habitación entonces.

— deacuerdo.

Cuando regreso a su propia habitación, su rostro tranquilo se distorsionó con dolor, bajo la cremallera de su vestido y se miro en el espejo de cuerpo completo en la habitación, efectivamente había varias herida en su espalda.

Bajo su vestido con mucho cuidado, este cayó al suelo, en Medio de su espalda había un tatuaje, una pequeña flor amarilla, era tan pequeña que si no te acercas no podras verla bien, lo interesante de esto eran las varias raíces que salíande esta flor, subían derecho y luego se regaban en la parte de arriba, por los hombros.

Para algunos podría no ser nada, pero para quien lo reconociera, sabría que es la marca de el clan de asesinos.

En el hospital podrían haber personas escondidas, no podía arriesgarse.

— Amaya quería decirte algo...

Alejandro abrió la puerta, al verla así ambos se paralizaron.

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Comments

Diana Quintero

Diana Quintero

jajajajajajaja entro en el mejor momento, con eso la ayuda a curarla 🤭🤭

2024-02-18

2

Ángela Flores

Ángela Flores

Alejandro puedes ser el dueño pero eso no da para entrar sin tocar

2023-05-14

1

Biankis Marin

Biankis Marin

está raro que apareciera la tía

2023-04-16

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