Me quedé helada allí donde estaba, el solo hecho de oír su voz ya me producía un terror inmenso en todo el cuerpo, pero su aura, su aura era veneno puro. Se podía sentir su odio, su bronca, su asco hacía mí. No entendía nada, ésto no podía ser cierto, él no podía ser mi mate.
- Oye? Me estás oyendo estúpida?.
- Alpha Kinnaman, basta! No voy a permitir que la trate de esta forma.- El señor Corr, Intercedió nuevamente por mí.- No sabía del arreglo de esta reunión.- Dijo ésto y miro en dirección al anciano Maynar, que fue quien nos puso al corriente sobre la marcha de aquel encuentro.- Sin embargo, ya que está aquí, intentemos guardar las formas, por favor. No olvidé que usted es un adulto y ella no deja de ser un niña.
- De acuerdo, y que hay si la rechazo?. Vió algo de eso aquel oráculo en su "visión"?.
- No, solo lo que le hemos informado.- Al oír aquello él Alpha Kinnaman esbozo una risa burlona.
- De acuerdo, entonces.. si ésta es "mi mate", quiero hablar con ella.. a solas.
- No.- El señor Corr fue el primero en responder, negando rotundamente aquella posibilidad.
- Kyle.- Oí a su Beta que decía aquello como si fuera una madre llamando la atención a su hijo caprichoso, casi como una advertencia.
- Por supuesto.- No podía ser otro que el anciano Ed Maynar, quien me entregaba con moño y todo sin pestañear dos veces. Todos ellos le respondieron casi al unísono luego de oir lo que él quería. Éste no hizo más que reír y luego su rostro se torno serio, su semblante era sombrío y aterrador.
- No les estoy preguntando, es lo que va a pasar. Si es mí mate, tengo todo el derecho de hablar con ella.. a solas. Sobre todo "dadas las circunstancias", no señor Corr?.- Le dijo a éste casi provocandolo. El señor Corr solo le dió una mirada de desaprobación, pero el anciano Maynar no demoró demasiado en hablar.
- Claro Alpha, usted puede quedarse a solas con ella y hablar para empezar a conocerse.
- Maynar..
- Corr, es necesario. Tú mismo lo has dicho, dadas sus circunstancias, necesitan de todo el tiempo posible para crear un vínculo. Aún faltan seis años para su transformación, es mejor aprovechar que tenemos tiempo a favor. Puede hablar con ella a solas para conocerse.
- Sin embargo estaremos afuera, y al menor indicio de que algo va mal, entraremos.- Quien dijo ésto no fue otro que el señor Corr, mientras el Alpha Kinnaman levantaba sus manos en señal de paz y hacia una mueca de inocencia en su rostro, que no era más que para burlarse de toda la situación y de todos allí. Sin más empezaron a salir de a uno, el señor Corr fue el último.
- Estaré afuera Akela, no temas. No dudes en gritar por ayuda.- Al decir ésto miró en dirección al Alpha Kinnaman y éste puso sus ojos en blanco y yo solo asentí tímidamente. Una vez que salió, cerro la puerta y yo sentí que el aire ya no quería entrar a mí cuerpo, estaba allí inmóvil. Él tomo asiento en una silla y se quedó observándome y luego me hizo seña para que me siente frente a él.
Así lo hice, tome asiento en una silla que él acomodo frente a la suya, de manera de quedar ambos de frente. Él solo me miraba serio, sin decir nada, como si estuviera inspeccionando con su mirada no solo la mía sino diría que hasta mis pensamientos. El miedo que tenía era enorme, apenas y podía evitar que se note el temblequeo de mis manos, las cuales apretaba fuerte una con la otra, para que aquello no fuera evidente. Hasta que él al fin hablo.
- No creo nada. Nada de lo que dicen es cierto. Tú no puedes ser mi pareja destinada, solo mírate... eres horrible, un.. adefesio.- Él decía estás palabras pero más que para mí, parecía que las decía para él mismo, como si buscará convencerse de lo contrario. Me miraba con desprecio y juraría que casi con asco. Que me odiara no sería algo raro, dada la historia que ya nos unía.- Así que Akela.. que nombre asqueroso, tanto como tú.- Él dijo ésto claramente para mí, yo solo estaba allí sentada, con el cuerpo tenso. Sentir su voz, fuerte y casi ronca, me ponía la piel de gallina, mis manos sudaban y las apretaba tan fuertes una con otra como buscando calmar mí miedo, que ya para ése entonces me desbordada.- Tienes miedo?.- Él dijo ésto y dibujo una sonrisa en su rostro, y luego miró hacia mis manos y su sonrisa se ensanchó.- No necesito que respondas, puedo verlo en tu rostro, en tu postura, y no te olvides que soy un gran Alpha, puedo sentir tu miedo con mí olfato.- Dijo aquello y su semblante fue sombrío, casi aterrador. No pude evitar mirar hacía la puerta del miedo que me causaba aquel hombre.- No se te ocurra! Sea lo que sea que estés pensando, ni se te ocurra acercarte a aquella puerta adefesio, porque la pasaras muy mal. Ahora bien, será mejor que empieces a hablar porque ésto se está tornando aburrido. Qué tienes con ése tipo, el tal Corr?.- El Alpha Kinnaman me preguntó esto mientras se miraba las uñas, como si nada. Ante mí silencio, él giro su rostro hacía mí, poniendo su entera atención en mi rostro, y con una cara seria, de pocos amigos, dejo en claro que quería una respuesta de mi parte.
- Yo...- Mi voz no quería salir, había estado tanto tiempo callada, y haciendo tanta fuerza con el cuerpo para dejar de temblar que parecía que mi garganta se había secado y no solo eso, también se había cerrado. Tosi un poco para aclarar mi garganta y poder dar la respuesta que él seguía esperando, cada vez con menos paciencia, según dejaba notar su semblante.- Yo solo lo conozco del consejo señor, nada más.
- Solo del consejo?.
- Si, usted sabe..- Él me interrumpió y fue tajante tanto en su voz como con los gestos de su rostro.
- No, no lo sé. Por qué mejor no me cuentas de una puta vez?.
- Él señor Corr forma parte del consejo, y fueron ellos quienes me han ayudado y cuidado de mi bien estar todos éstos años.
- Ya veo. Ellos te han dado éste hogar.
- Si, señor.
- Pero vives sola aquí?.
- Si, señor.
- No tienes criados?.
- No, señor.
- No han podido pagarte al menos un criado los hombres del consejo? Tan avaros pueden ser?.
- Nadie a querido trabajar para mi señor.- Al oír aquello él dibujo un sonrisa en sus labios.
- Por supuesto, toda mí manada me es leal, incluso manadas aledañas, jamás se relacionaran con una alimaña cómo tú. De todas formas... el interés de éste hombre en particular por ti, no lo sé... de que forma te relacionas con él?.
- Ya.. ya le dije señor, solo lo conozco...
- No, hay algo más. Tú.. tienes algo con el?.- Él dijo ésto como la cosa mas normal y mí rostro de abochornó. Podía sentir la sangre subiendo a mí cabeza, para esta altura mí rostro estaría más que rojo, estaría escarlata.
- Señor, no se..
- Qué no sabes?. Por qué te has puesto tan roja? Solo te hace lucir más horrible.
- Creo que.. creo que tiene una idea errada señor, yo..
- Has estado con él?.
- Qué?!.- Mí cuerpo se heló, como si la sangre hubiese dejado de transitar por mis venas, como si mis arterias estuvieran secas, estaba escandalizada por lo que estaba queriendo dar a entender.
- Si has estado con él? A parte de fea e ignorante, eres sorda?.
- De ninguna forma señor.
- Como se que es cierto?.
- Señor.. solo tengo doce años.- Solo podía esquivar su mirada por la vergüenza que sentía de estar teniendo aquella conversación. Él debió notarlo y no hacía mas que buscar mis ojos con los suyos, solo para perturbarme más.
- Y eso? Cuando las mujeres son zorras y quieren poder, la edad no es un problema.
- No me sinto cómoda con ésto.- Hablé casi en un murmullo, no podía más con ésta charla, me daba asco, me revolvía el estómago que pensará así de mi y del señor Corr. En todos éstos años era el único hombre bueno y decente que había conocido. Él sonrió, se paró de su silla y se acercó a mí. Inclinó un poco su cuerpo y tomó mí barbilla con su mano con algo de fuerza, y levanto mí rostro de forma de quedar viéndonos a los ojos.
- No quiero mí mercancía dañada. Te estaré vigilando, y cuando llegue el momento vendré por ti.- Y sin más me soltó y salió por la puerta. Me quedé allí donde estaba aún temblando de miedo. Que quería decir que vendría por mí? No es que no había sentido el vínculo? Él ya había tenido su transformación, si yo fuera su pareja él ya lo habría sentido incluso la primer vez que nos vimos, que fue cuando asesino a mi padre. Él ya tenía diecinueve años en ése entonces, no solo no me reclamo sino que quiso matarme y luego puso un precio a mí cabeza. Qué era lo que quería conmigo?.
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...Buenas a todos y todas!! 🤗...
...Espero anden bien!...
...Lamento no haber podido actualizar éstos días, estoy con algunos problemas de salud....
...Trataré está semana de dejarle varios capítulos!...
...Les agradezco sus comentarios, y si votan a la novela me harían un enorme favor, ya que está formando parte de un evento de la aplicación! 🙌...
...Les deseo que tengan una hermosa noche y un buen comienzo de semana 💫...
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Comments
Carmen Terreros
es un maldito bastardo porque la culpa lo tuvieron ellos y ahora él se vengó de personas que eran inocentes y lo peor se va a desquitar con ella eso no se vale parece que todos están en contra de ella
2024-03-26
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Sky Black
yo espero que la potra se de su valor y no le tenga miedo a ese cuero macho, y si en algún momento el se arrepiente espero que ella no lo perdone ni aunque se arrodille y le lamba los pies, me estresan esa historia donde los hombres solo por ser hombres, y tener un poco más de poder, hacen lo que quieren con sus mujeres, la engañan, humilla, maltratan tanto física como psicológicamente, pa después venir de desvergonzados a pedir segundas oportunidades porque según ellos no se habían dado cuenta del mujeron que tenían en frente, y le piden perdón hasta de rodilla, como que eso curará todo el daño emocional y físicamente que le hicieron, y más me da pique por que ellas los perdonan como si nada. tch... espero autor@ y está prota le haga sufrir y pagar por todo lo que le está haciendo a ella y le hizo a su manada
2023-12-30
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Sky Black
hablas por tu experiencia de ser un cuero macho, tu lenguaje deja mucho que decir de ti perro
2023-12-30
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