DIA 19 PARTE II VENGANZA

¿Cariño que es lo que ocurre? ¿Quien tocó la puerta? Dijo la monja. desde adentro de la oficina.

- Tranquila querida, es sólo un cliente insatisfecho. Dijo el señor retrocediendo con las manos alzadas.

- No soy cliente tuyo; Cerdo asqueroso. Están mal los dos, ¿Cogiendo mientras los chamacos andan por allí? No, eso no es lo peor, que diablos es todo eso allá atrás. Este lugar no es un 0rfanato, este lugar es un mercado de carne ilegal, se los entregan a esos degenerados para que hagan de todo con ellos, mientras ustedes aquí revolcándose como animales. Cierren la puerta, tendremos una conversación. Le dije a la pareja de sinvergüenzas.

- ¿Como diablos es que logró entrar aquí? sólo con esa pistola. ¿Que le hiciste a mis guardias? Dijo el señor sentándose en una silla mientras retrocedía.

- Pues creo que sintió el cañón de mi arma bastante caliente. Eso fue por matar a sus hombres allá afuera. Yo que usted, me preocuparía más por mi vida, que por ellos en este momento. Le dije.

- Por favor señor no nos haga nada, le pagaremos tres veces más lo que le pagaron, por amor de Dios, tenga un poco de misericordia en su corazón, Dios lo puede perdonar aún.

- Ya cállese la put4 boca señora, y siéntese en esa silla al lado de su esposo. No me haga perder la paciencia o le daño ese hábito a punta de bala. Le dije.

Mientras estaban allí sentados, miraba la señora e imaginaba como se vería su cuerpo alto sin ese hábito.

Saqué el proveedor de la pistola, y le metí otro lleno de balas.

- ¿Señora es cierto que mide un metro noventa y cinco? Le pregunté

- Así es señor, ¿porque la pregunta? Dijo.

- Sólo curiosidad.

Afuera del orfanato empezó a caer una fuerte tempestad, caían rayos y se empezó a sentir un frío congelante.

Mi teléfono empezó sonar. *Número desconocido* Era la llamada que estaba esperando. Abrí la llamada y empezó a correr, 1,2,3,4,5. Seg. Una voz alterada para no ser reconocida empezó a hablar:

...📳...

- Buenas noches señor Ross, muy buen trabajo. Me habían recomendado sus servicios, de verdad no creía que fuese tan bueno. Le presento mis sinceras disculpas. Ahora por favor póngame en alta voz para que me escuche el padre y la monja. Dijo la voz del teléfono.

Me acerqué más a dónde estaba la pareja y les puse el teléfono en alta voz.

- Ok ya te están oyendo. Le dije a la voz del móvil.

- Hola padre, que irónica es la vida ¿No le parece? Hace veinte años me llevaron a su orfanato porque todos hablaban bien de usted. Supuestamente ayudaba a los jóvenes. Pero usted y yo sabemos que eso no es cierto a menos de que hubiese dinero de por medio. Apenas caí en sus manos me llevaba a las habitaciones y allí me entregaba a esos depredadores hijos de p, que hacían tantas cosas conmigo tantas veces. Luego usted me iba a buscar y me lavaba lo que quedaba en mis pequeñas partes. Arruinó mi infancia padre, pero ahora usted esta en mis manos, como lo estuve yo en aquel tiempo. La persona que tiene enfrente suyo representa todo ese odio y asco que le tengo, él representa mi venganza.

- No puedes juzgarme, nadie puede. No he hecho nada malo. ¿Que coño esperabas que hiciera, los malditos mocosos no hacían más que pedir comida y cagar. De donde crees que salía el dinero para mantener a todos esos chiquillos, la caridad solo daba migajas. Deberías agradecerme por no dejarte morir de hambre quién quiera que seas.

- Padre, ¿Recuerda aquella mañana de semana Santa? Que usted me ofrecía como carnicero cuando negocia su carne. Por ponerla en mi boca, eran dos mil dólares, penetración cuatro mil dólares, nada más por tocarla eran cincuenta dólares. Por cada beso que le tenía que dar en sus decrépitas bocas, cien. Dígame padre, ¿Recuerda los precios que nos tenía? Por que yo los recuerdo muy bien. Dijo la voz telefónica.

...🔊...

El padre mientras escuchaba la voz, esa voz grave, Serena, cortante y electrónica. Rompió en un llanto amargo. La monja de la vergüenza tenía la cara hacía el piso, sabia que la culpa era compartida entre ellos.

- Perdón, Dios creó el perdón para que sanaramos de nuestras aflicciónes. Acepta nuestro perdón hijo, y nos iremos muy lejos.

- No se atreva a meter a Dios en esto, vieja cochina. Usted sabía lo que hacía el padre y aún así decidió guardar silencio. Es tan culpable como él. Dijo la voz telefónica.

El padre dejó de llorar y ahora tenía el ceño fruncido.

- No soy el único culpable aquí, tendrías que matar a mucha gente. Te sorprenderías de la cantidad de gente que hay metida en esto. Es inevitable hijo, siempre van a existir personas como yo.

- Descuide padre, ya caerán. Tengo más Marcenarios detrás de ellos. Dijo la voz electrónica.

- Mas trabajo para mí. Dije. ¯( ͡° ͜ʖ ͡°)

- Ross quiero que hagas exactamente lo que te voy a indicar. La señora monja debe quitarse la ropa, y debes coger con ella delante del padre. Luego te coges al padre.

- No, no, no. No mames, eso no estaba en el contrato. Le dije.

- Jajajaja Estoy bromeando. Apuesto a que se asustó padre. Sólo f0llate a la monja, luego saca al padre de su miseria, y déjame en alta voz, quiero escuchar todo.

- Como quieras. Le dije.

Amarré al padre a la silla, y a la monja le quité la ropa, le sujeté las manos con una cuerda.

Era cierto la estatura de la monja, tenía unos muslos grandes, y unas n4lgotas.

- Apuesto a que se enamoró de ella por su trasero padre. Le dije al señor pero el no respondió nada.

Le quité la ropa a la monja y empecé a f0llar con ella de pie, de manera que estábamos enfrente del padre. La señora tenía medias bucaneras lo que hacía más brutal el acto.

La monja se corrió rápidamente, y le empezaron a temblar las piernas.

Luego sus quejidos se tranquilizaron.

- ¿Que siente que se estén cog1endo a su esposa justo en frente suyo padre? Dijo la voz telefónica.

- Porque no ordenas que nos disparen de una vez y acabamos con ésto. Dijo el padre.

Terminé con la monja y le disparé en la cabeza desde atrás.

- Nooooo! Mi querida, espérame, ya voy por ti. Gritó el padre.

- Espera. Dijo la voz. _ Al padre mejor disparale de abajo hacia arriba, de manera que le dañes las piernas primero y luego la cabeza.

Así lo hice, le disparé en las piernas, él gritó muy fuerte, los disparos fueron subiendo hasta llegar a su frente. Dejó de hacer ruido y su cabeza quedó mirando hacia abajo, mientras goteaba el líquido zarzamora.

La persona que estaba en la llamada dijo:

- Buen trabajo, espera mi próxima llamada. Adiós.

Me puse mi ropa y salí del lugar. Directo a descansar.

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Comments

Alex

Alex

Genial Ross. Ya tienes pa comer.

2023-05-28

2

Alex

Alex

Qué perdón ni que perdón, quiero vengan.

2023-05-28

1

Alex

Alex

No, como se atreve a involucrar a Dios. Tremenda hija de put4, lo que hace no tiene nada que ver con Dios.

2023-05-28

1

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