Mí regalo de bodas: atte Camila.

Pasó una semana desde el intento de huida. Si bien las cosas se calmaron con el correr de los días. Victorio apenas le devolvía la palabra a Juliano. Mitad enojado y mitad avergonzado por ser tan idiota. Lucas fue reprendido por su alfa y luego perdonado. A Maledón le tenía sin cuidado el perdón del alfa. No obstante hicieron las pases. Juliano por otra parte se sentía horrible. Había arruinado su casi relación con Victorio para salvar a sus amigos. No se arrepentia en lo más mínimo, solo estaba enojado de que Camila aprovechara la situación. Una cosa había quedado clara: Pablo era una amenaza.

Juliano se encontraba mirando por su ventana, había recuperado su habitación. Victorio había ordenado que hicieran el cambio en secreto. Camila volvió al lecho de su futuro esposo y gimió con más fuerza que nunca por las noches. Al Omega casi no lo molestaba. Desde que se opuso al alfa de alfas transformado para salvar a sus amigos los demás alfas lo trataban con más respeto. Camila había quedado en segundo plano en esa cuestión. Cada visita que algún alfa hacia a la casa lo trataban a él como el esposo del alfa y no a Camila, que ahora ignoraban. Hubo veces que lo visitaban exclusivamente a él y le pedían consejos para su manada.

— Mañana será la boda- dijo entre dientes el Omega- ¡quizás ocurra un milagro!.

—si- reconoció Álvaro- cuando la novia este a punto de dar el sí, le caiga una rama gigante en la cabeza- bromeó el brujo para romper el ambiente. Juliano se veía sombrío. Se notaba lo mucho que le afectaba la boda.

— algunos alfas están en desacuerdo- reconoció Lucas desde la puerta de la habitación- creo que pedirán la destitución del alfa... muchos desean tenerte como su esposo... para mala suerte de Victorio hay varios alfas solteros.

— deberíamos hacer un plan para evitar la boda... ¡se me da bien hacer escándalo!- propuso Maledón.

— no tuviste suficiente con nuestro intento de fuga... si no es Juliano que intercede estaríamos muertos- gruñó Lucas.

— nah, los lobos, Pablo, y el alfa de alfas lo estarían. Yo estaría jugando al truco en algún lado- Álvaro hizo un gesto con la mano para restarle importancia al asunto.

— creo que debería hacer las pases con él- dijo de repente Juliano- antes de que lo pierda para siempre- susurró.

— es muy romántico- bromeó Álvaro- pero insisto en arruinar la boda... puedo hacer que salgan ratas de la torta y ataquen a los invitados antes de que ella diga sí.

— es su decisión- Juliano dió un fuerte suspiro- aunque evitemos la boda él la elegirá. ¡No lograremos nada!... ¡si me amara en realidad no sé casaría!.

— pero quieres despedirte...¿por qué?- Preguntó Maledón comprensivo.

— así tomó mí camino. Las manadas me necesitan... tendré un hijo de él. Esta noche. Cuando el heredero este en mí vientre iré de manada en manada ayudando a las personas. Cuando nazca quiero que conozcas un mundo mejor.

— ¿y qué hay de Victorio?- preguntó Lucas- él querrá educar a su hijo de otra forma.

— si se casa con Camila mí hijo no será suyo. No tendrá padre. Si desea hijos tendrá que tenerlos con Camila.

— ahora entiendo. Ese es tu ultimátum... si él se casa tú ya no serás suyo- dedujo Maledón- creo que deberías ir.

— sí- el Omega tomó un abrigo y se dirigió hacía dónde Victorio le preparó el desayuno sorpresa. Allí se encontraba el alfa, lo había observado un largo rato desde la ventana- eso creo- dijo al salir.

— Lucas- ordenó Maledón- vigila que nadie los interrumpa.

— será un placer- dijo poniendo los ojos en blanco y siguiendo al Omega.

Juliano encontró a Victorio mirando al quincho con nostalgia. Incluso a la luz de la luna pudo dislumbrar una solitaria lágrima rodando en su mejilla.

— es algo tarde para estar aquí afuera- dijo el alfa al ver al Omega.

— necesitaba verte- respondió.

— creí que verme te hacía daño- gruñó el alfa. Su voz sonó triste en vez de enojada.

— me arrepiento de haber dicho eso. De muchas cosas en realidad. Pero hay una que jamás me arrepentiré: de haberme enamorado de ti.

Los ojos de Victorioso brillaron más que la luna. Una inmensa sonrisa reinó su rostro. Hizo un amago de hablar pero el menor lo interrumpió.

— mañana dejaras de ser mío y serás de ella. No te imaginas cuánto me duele eso. Seré fuerte, lo prometo.

— yo... Juliano- Juliano hizo un gesto para que se callara.

— tómame está noche. Cómo si fuera la última vez. Me entrego a ti Victorio, con todo el amor que siento por ti. Hazme tuyo si me amas... si me amaste... Solo eso te pido, pasemos nuestra la última noche en paz.

— ¡este no es el fin!- quiso ilusionarse el alfa, aferrarse a una última esperanza.

— lo nuestro acabará cuando digas el, sí quiero, mañana- dijo frío- espero que esta noche mí vientre se llene de lo que todos esperan.

— encontraré una solución...¡lo prometo!- suplicó el alfa.

— no, ya no más promesas Victorio... te amo pero no soy idiota. Ahora te pido que tengamos nuestra última noche en paz- el alfa calló y con una mano acarició el rostro del Omega. Lo hacía despacho para guardar en su memoria esa sensación. Esa paz que inundaba su pecho. Lo besó tímido y fue recorriendo su cuerpo lentamente. Quería grabarse en su piel aquel calor que emanaba la piel de Juliano. Quería recordarle para siempre, visualizar en su mente cada parte de su cuerpo. Lo amaba, y sabía que lo correcto era dejar esa promesa estúpida que le hizo a su padre y vivir feliz con su amado Omega. Su interior estaba en guerra consigo mismo. ¿el deber o el amor?.

Le hizo el amor allí mismo. Lentamente, con el sabor agrio en su boca, sabiendo que mañana lo puede perder para siempre. Lo hizo suyo como si su vida dependiera de ello. Sabía que iba a morir mañana si seguía su palabra y no su corazón. Se condenaría a vivir sin hacerlo. A ser solo un reflejo de mentiras, a fingir ser feliz sin serlo.

Bajo la luna lo llenó con su esencia. Bajo esa mágica luna el hechizo de Maledón se rompió y Juliano cumplió con la primera parte de su destino. Y sin saberlo, Victorio fue sometido a la doble pérdida. Si escogía a Camila, no solo perdería a su amado, también a su hijo.

Camila había dejado la casa con la escusa de que los novios no deben verse antes de la boda. No obstante allí estaba, en la casa. Había entrado sigilosamente y se dirigía a la Habitación de Juliano. Entró con sumo cuidado y se colocó frente a la cama. En la misma, Un bulto dormía tranquilamente.

— mis chicos no terminaron el trabajo que les pedí... ¡pero yo sí lo voy a acabar!- sacó de los pliegues de su vestido una filosa daga de plata- ¡hasta nunca campesino!- antes de asentar el primer golpe, se le ocurrió la idea de cortarle la garganta para verlo morir. Se dijo que sería un estupendo regalo de bodas. Quitó la sábana lentamente para no despertar a la víctima y cuando su cara quedó descubierta ahogó una exclamación. No era Juliano su víctima. Era Maledón y estaba despierto.

— valla, me esperaba a Pablo, ¡pero ésto será igual de divertido!- dijo soplando en su cara un polvo rojo. Camila dió un paso hacia atrás y luego quedó como hipnotizada- tu mataste a Juliano- le susurró Álvaro al oído- tu terminaste tu trabajo. Juliano está muerto.

Camila asintió y salió de la habitación repitiendo " Juliano está muerto, Juliano está muerto". Al llegar a donde se hospedaba, se dejó caer en la cama y sonrió. Al fin se había librado de ese maldito Omega. Lo había matado y sería por fin libre de ser la esposa del alfa de alfas.

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Comments

(⁠✯⁠ᴗ⁠✯⁠) {G.P.D} (⁠≧⁠▽⁠≦⁠)

(⁠✯⁠ᴗ⁠✯⁠) {G.P.D} (⁠≧⁠▽⁠≦⁠)

jajaja por favor que si jajaja 😂😂

2024-12-21

1

Maria T Polo Marquez

Maria T Polo Marquez

valla no me lo esperaba de alvaro ajjajaj no se xq no se le dicen al alfa idiota ese

2024-01-13

9

🍂🖤 MERAKI 🍂🍷

🍂🖤 MERAKI 🍂🍷

Me encanta demaciado Álvaro siempre dispuesto a ayudar y defender a juliano

2023-02-20

6

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