Concubino/ Alfa Moreno.

— ¿estás nervioso?- preguntó Maledón.

— ¡si, demasiado!- respondió Juliano mientras miraba su atuendo en el espejo- es necesario que utilize está porquería- señaló la tónica blanca de lino que vestía.

— aún falta este maldito y falto de gusto cinturón- Maledón miró con asco aquella cinta de lana multicolor- ¡los lobos no tienen sentido de la moda!.

— ¿como será la ceremonia?- el Omega gimió y se le salieron las garras. Respiró hondo y las devolvió a dentro.

— solo son... Ciento cincuenta lobos alfa que te vean desde sus asientos, escucharán a Victorio y luego levantarán sus manos. Nada que temer.

— ¿y yo se supone que debo estar callado a su lado?- preguntó Juliano indignado.

— demasiada conservador para ser un estado joven- agregó Maledón- Las Omegas tienen esperanza que tú, al vivir con los humanos tanto tiempo traigas la modernidad que ellos poseen.

— solo seré un concubino- gruñó el Omega- un pedazo de carne para Victorio.

— solo si tú lo permites- agregó comprensivo el mago- ya sabes... El puede ser muy ardiente, pero... Tú debes poder dejar atrás esa prisión de deseo y sexo y ser alguien más.

— solo soy un Omega de pueblo. ¿Crees que me tendrá en cuenta?.

— Victorio tiene fama de bestia, pero yo siempre digo que las bestias pueden ser una muy dócil mascota si se las sabe domesticar.

— explicate brujo- la atención de Juliano se centró en Álvaro.

— lo veo en sus ojos... Arden de deseo por ti. Su lobo y su alfa pierden la conciencia con solo rozar tu piel. Puedes usar eso a tu favor si el amor no llega a unirlos. Puedes disfrutar de buen sexo o puedes también usarlo como método de control.

— hablas como si fuera un cualquiera- se enojó Juliano- tengo dignidad.

— en minutos te van a presentar como un concubino, eso es ser cualquiera de manera oficial. ¿Por qué no esposo?. Si fueras un esposo nadie dudaría de la legitimidad del heredero. Pero sin embargo el alfa de alfas prefiere que seas su concubino.... ¿Tendrá pensado casarse con alguna hija Omega de algún alfa?. ¿Dónde quedarías tú si se da eso?.

— no lo sé... Y la verdad me aterra... Creo que él, estoy comenzando a sentir algo por él.

— lo noté, por eso te expliqué todo esto. Debes ser astuto, los lobos ven en ti algo más que el fin de una posible guerra. Te ven como una esperanza... Hay mucha injusticia en esta manada.

— ¿Álvaro y si él no me ama?- los ojos de Juliano se llenaron de tristeza.

— no pienses ahora cosas malas... Una cosa a la vez. Si llega el momento ya veremos qué hacer.

Dieron dos golpecitos a la puerta y a la voz de adelante entró Lucas.

— Juliano- dijo Lucas- es hora... Sígueme- Álvaro hizo un amago de seguirlos pero el Runa lo detuvo- Alvaro, el alfa me pidió que estés en la sala secreta que te enseñó ayer para vigilar.

— ¡ese alfa es muy exigente!- se quejó Maledón- ¡lo voy a freir en plata!

Juliano fue dirigido hacia una de las salas de la casa. Al salón más amplió y decorado con muebles coloniales de la época del Río de la Plata. Allí había reunidos un sinfín de Alfas variopintos, sentados en inmensos tronos de algarrobo. Victorio estaba al otro extremo de la puerta, de frente a los demás alfas. Juliano recordó las imágenes humanas de la cámara de diputados de la nación.

— ¡atentos!- habló Victorio con voz fuerte y autoritaria. Los demás alfas se callaron y observaron al Omega- ¿lo sienten?- preguntó- ¡es un homega varón!. Él único ser que puede engendrar un híbrido, mitad lobo mitad yaguareté.

Se oyeron murmullos hasta que el omega quedó al lado del alfa de alfas. Victorio le acarició el rostro y le sonrió.

—¡reclamo este omega como mí concubino!, ¡Él único en mi haren de alfas!.

— ¡objeto!- gritó una alfa Runa desde su asiento- ¡un Omega varón debe tener el privilegio de una Omega mujer de ser considerado esposo!, ¡Que sea tu favorito de tu harén solo denigra a cualquier hijo que pueda dar!.- muchos alfas murmuraron en acuerdo.

— Alfa Lavale, olvida las costumbres, el Omega es inferior porque no desciende de ningún alfa. No puede ostentar el título de esposo porque su cuna es inferior- Juliano se puso rojo de la ira. Victorio, que hacia tres noches lo acariciaba y lo tocaba mientras compartían la cama, ¡lo estaba tratando de inferior! ¡¿quién se creía?!.

— lo siento alfa Victorio- se disculpó la alfa- no quise ofender las costumbres... No obstante le pido a este consejo que averigüe la línea genealógica del Omega Juliano. Y sí es descendiente de un alfa en su linaje... Usted alfa de alfas, tendrá una luna para convertirlo en su esposo o será destituido del cargo.

Victorio le lanzó una mirada asesina a la mujer y dijo:

— quién vota por lo que dice la alfa Lavale- habló de mala gana. La mayoría de los alfas levantaron la mano- ¡Que así sea!.

Entre los alfas uno sonreía. Su nombre era Pablo, el alfa de una de las tribus más poderosas de las manadas del sur. Había venido desde Brasil para asistir a la reunión y visitar a su primo, el alfa de alfas.

— mí Primo se arruinó solito. Esto no me costará mucho... Si secuestro al Omega y lo hago mí esposo automáticamente me convertiré en el alfa de alfas. ¡Debo alertar a mis aliados, los magos del consejo de Brasil!. ¡Mí manada reinará por sobre las otras y el estúpidos de mí primo perderá la cabeza!.

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Mientras todos tomaban mate en uno de los saloncitos de la casona. Luego de despedir a todos los alfas del consejo apareció un alfa alto, Moreno y muy atractivo.

— ¡primo Pablo!- lo saludó Victorio con entusiasmo fingido.

— aquí estoy primo- habló el otro con voz cínica- como siempre, listo para servirte.

— ¡menos mal!- los interrumpido Álvaro- ya era hora que alguien sirviera el té, Jajaja.¡ Tanto mate me iba a poner verde!- bromeó con la forma que Pablo dijo servirte.

El alfa se enfureció y a medio transformar se arrojó al mago. Maledón lo espero sentado en su silla. Al estar a medio centímetro de su alcance el mago hizo un gesto con la mano y el lobo comenzó a ser atrapado con cuerdas invisibles que lo llamaban al suelo. Álvaro levantó la otra mano y tocó al alfa, este volvió a su forma humana horrorizado.

— ¡ese brujo!- lo señaló- ¡práctica magia oscura! ¡Hay que quemarlo!. ¡Me ha quitado mí lobo!.

— eso no es cierto alfa Victorio- se defendió Maledón- solo se lo bloqueé por algunos días. Para la próxima luna ser lobo de vuelta.

—¡ Si sabes lo que te conviene me devolveras mí lobo- exigió en portugués.

—no quiero- lo desafió el mago- ¡tendrás que obligarme!.

— ¡vasta los dos!- gritó Victorio ganándose la risa tímida de Lucas y Juliano.

— primo Pablo- dijo más tranquilo el alfa de alfas- eres bienvenido a mí casa, tu casa es la mía. ¡Quédate el tiempo que desees!.

— ¡tendré una lindas vacaciones!- bromeó el alfa Pablo mirando a Juliano. Ese Omega no es sólo una herramienta para el trono, también es muy Hermoso, ¡me dan ganas de poseerlo ahora mismo!.

— ese alfa moreno es muy apuesto- pensó Juliano- pero algo me dice que no es lo que aparenta.

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