Luego de despedir a Lucas, Juliano fue conducido por una Omega al comedor. Al entrar se quedó sorprendido de lo inmenso que era. Parecía un salón de fiestas medieval, con estandartes y largos ventanales.
— ¿en serio voy a comer aquí?- preguntó.
— si lo desea podemos llevarle la comida a su habitación- ofreció, con respecto, la Omega.
— ¡no lo desea!- dijo una voz detrás de ellos- sirve la comida que cenaremos aquí- ordenó Victorio entrando, imponente, al comedor- ¡y que sea rápido!... ¡me muero hambre!.
— alfa- saludó la Omega y salió en busca de más sirvientes para servir la comida.
— ¿no debería estar yo con la servidumbre?- preguntó Juliano retador, quiso decir si solo soy un Omega pero miró la pulsera carísima en su muñeca y se calló.
— ¡eres especial Juliano!- habló el alfa con impaciencia mientras se sentaba en la cabeza de la mesa- ¡por eso estás aquí!
— creí que estaba aquí para que no asesinaras a mí pueblo.
— era parte del trato.
— sin embargo te olvidaste de comentar que soy el ÚNICO Omega varón que pude dar un heredero híbrido, terminar una guerra y darle el poder casi supremo a un alfa.
— ¡detalles!- aparecieron los sirvientes y sirvieron todo tipo de manjares, desde empanadas, tartas de arándanos y dulce de zapallo.
— detalles de vital importancia para todas las manadas del sur. ¡que, oh, casualidad sos el alfa de alfas!.
— ¿por qué no te sientas a comer?- Victorio señaló su falda- y discutimos los detalles de nuestro acuerdo.
Juliano miró los muslos musculosos del alfa y se odio por ser tan débil. ¡ Quería sentarse sobre él. Su Omega interior quería sentir el roce de la piel de ese alfa.
— tomaré una silla- dijo nervioso. La idea lo volvía loco, tanto que ya se imaginaba sentarse sobre sus muslos, sentir tu torso viril detrás suyo y enloquecer por tener su respiración sobre su cuello. Por un instante, y pese al hambre que sentía, la comida dejó de importar.
— ¡creo que no!- habló el alfa autoritario- ¡te sentararás en mí falda o lo lamentarás!.
— ¡para ser un alfa eres insufrible!- se quejó sentándose tímidamente sobre él. Al hacerlo el calor del alfa y la dureza de sus piernas lo hicieron temblar. Una corriente eléctrica lo atravesó. En ese instante comprendió lo que sucedía, el maldito Alfa sabía que se sentía atraído por él y usaba eso en su contra. Le demostraría que con Juliano no se juega. Más tarde pensaría que hacer. Ahora se permitiría el lujo de ser débil y caer en sus garras.
— ¿que quieres comer?- preguntó Victorio rodeándolo con sus brazos.
— ¡puedo alimentarme solo, gracias!- intentó sonar irónico pero no sucedió. Su voz estaba afectada por el extraño sentimiento que le provocaba la cercanía del alfa.
— ¡pero yo quiero alimentarte!- se quejó Victorio. El Omega se dió la vuelta y lo miro a los ojos, percibió que estaba haciendo cara de enojado pero no lograba ocultar la ternura de sus ojos.
— ¡está bien!- dijo indeciso y se dejó alimentar bajo la risueña sonrisa del alfa.
****
Al caer la noche Juliano se encontraba en un extraño éxtasis. La cena con Victorio le había dejado un sabor raro en la boca del estómago. Había algo en ese alfa que lo atraía. Sabía que era una bestia y lo había secuestrado bajo la amenaza de destruir su pueblo y todos esos humanos inocentes pero no podía odiarlo. Simplemente no podía, había un no se qué en ese Lobo que se lo impedía.
Entró a la habitación confundido. Se quitó la ropa y quedó solo en bóxers. dió una última ojeada a su alrededor y se acostó en la inmensa cama que tenía la habitación.
No logró dormir. Unos fuertes brazos lo sujetaron por detrás, mientras un inmenso cuerpo se metía entre las sábanas.
— ¿qué haces?- preguntó intentado quitárselo de encima.
— ¿Dormir?- preguntó con inocencia el alfa.
— ¡esta es mí habitación!- se quejó el Omega.
— ¡mientes, esta es mí habitación!, ¡yo dormía antes que tú aquí!.
— ¿me estás diciendo que estoy en tu habitación?, ¿hiciste que me acomodarán en tu habitación?... ¡estás loco!.
— me cansé de dormir solo- bromeó el alfa.
— estoy seguro que ninguna de las noches dormiste solo. Un sinfín de Omegas pasaron por esta cama.
— eso no es cierto- Victorio fingió enfado. Lo cierto era que la situación lo divertía.
— ¡puedo olerlas!- Juliano sintió una oleada de celos pero los reprimió a tiempo.
— te prometo que serás el último- dijo meloso el alfa.
— ¡más te vale!- al instante que lo dijo cerró la boca y maldijo por lo bajo. Le acaba de dar al alfa una muestra de que estaba ganando la batalla.
— ¿que dijiste?- preguntó el alfa sonriendo.
—¡nada!- gritó.
— ¡dijiste algo!- insistió.
— ¡solo déjame dormir!- se quejó Juliano.
— está bien.
— ¿que haces?- Juliano reprimió un gemido al hacer la pregunta. las manos de Victorio comenzaron a recorrerlo. subían de su ombligo y se cerraban en su garganta.
— no sabes las cosas que te haría- murmuró el alfa a su oído.
— no creo que debamos- Juliano tuvo que ir contra todo su cuerpo para decir esas cuatro palabras.
— no te tocaré hasta estar seguro que todo esté en orden. Pero eso no quiere decir que no pueda hacer algo al respecto- Mientras Victorio trabajaba en su cuerpo como si fuera un juego vil. Juliano cerraba los ojos y se transportaba hacía otra dimensión. Un nuevo mundo que hasta ahora le era desconocido.
Juliano se vio rodeado de un placer que no conocía. Trató de respirar normalmente pero no lo logró, los cantos de deseo salían solos de sus labios. Victorio había echado sobre él un hechizo que lo volvió loco, tanto que explotó a más no poder entre sus brazos.
— ¡me vas a dejar marcas!- jadeó Juliano.
— eso quiero, para que sepan que eres mío- le susurró con un tono sensual el alfa.
Juliano no soporto la voz sensual del alfa y se dió vuelta para abrazarlo. Victorio sonrió y se lamió los labios antes de darle un beso en la frente.
— Dulce de Omega. ohhh. Juliano- El Omega quiso devolver el gesto y torpemente decidió transportar al Alfa al lugar donde antes él había estado. A Victorio le sorprendió la reacción del menor, pero se dejó guiar. Había algo que aquél delicado chico hacía hervir en su pecho, aún no sabía que era, pero le gustaba dicha sensación.
— descansa Juliano- dijo el alfa mientras lo atraía hacía su pecho luego de alcanzar las estrellas por el gesto del Omega- mañana será un día largo.
*****
mientras desayunaban entró una criada y se dirigió al alfa en silencio. Al cabo de un rato salió corriendo hacia afuera del comedor.
— ¿que sucede?- preguntó Juliano.
— ya lo verás- dijo el alfa.
La sirvienta apareció con Lucas y un extraño sujeto de cabellos verdes y vestido muy extravagante.
— alfa Victorio- saludó con respecto Lucas- El terror el sur ya está aquí.
— ¡no me llames así!- río fríamente él de cabello verde. Juliano reconoció por su aroma que era un brujo- llámame Maledón, el señor del sur. ¡O simplemente Álvaro!. ¡valla, alfa!- dijo acercándose a Juliano- si que es un hermoso Omega.
— Maledón- saludó Victorio con una sonrisa- mí casa es tu casa. ¡siempre es bueno volver a ver a un viejo amigo!.
— a si es mí sexy y ardiente alfa. Siempre es bueno volver a ver a un viejo amigo.
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Updated 32 Episodes
Comments
nanay
no me gusta que siempre el Omega sea virgen ._______.
2024-02-04
12
Ariadna Baltà
yo sé que victorio le cojera demasiada ternura a Juliano por qué es que el es una ternura
2023-09-11
17
Konekochan212
Claro, porque eso no hace ninguna diferencia.
2022-10-20
5