Promesas que no se cumplirán

Juliano miraba por la ventana el día gris, a su lado, Victorio le besaba lentamente el cuello. Juliano hacia caso omiso a las caricias fogosas del alfa. Intentaba ser frío con el mayor por mentirle, al menos eso se decía, la cuestión iba más allá de omitir su futuro casamiento con aquella chica. sentía celos de ella, la detestaba. Sabía que se había enamorado de aquella bestia desde que la vio por primera vez en su pueblo. No obstante sería fuerte y no caería en sus garras. Su corazón le pertenecía a Victorio, su cuerpo solo lo anhelaba a él. Pero tenía dignidad, no iba a permitir que se la quitara también.

— Juliano, ¿ocurre algo?- preguntó el alfa mientras besaba el cuello del menor- estás muy silencioso.

— es un día gris- dijo el Omega.

— ¿te ponen mal los días grises?- preguntó interesado el alfa.

—no- contestó seco- sigue besandome el cuello- ordenó. Victorio captó la indirecta y comenzó a besarlo en silencio.

Cómo suele suceder en una pareja joven y llenas de deseo como ellos. El alfa interior de Victorio reclamó al muchacho y en un feroz abrazo se subió sobre el y comenzó a devorarlo hasta hacerlo suyo. Juliano permaneció frío como el mármol mientras el mayor lo penetraba sin piedad. En sus pensamientos Juliano se moría de placer, tener a aquel alfa encima lo llenaba. Era todo lo que necesitaba, no pedía otra cosa más.

Victorio termino de tomarlo y salió furioso de la cama. Se vistió y salió al patio a tomar aire. ¡Era obvio que Juliano no disfrutaba de sus caricias!. ¡parecía como si lo estaba forzando hacer algo que no quería. ¿acaso Juliano lo odiaba?, eso lo llenó de miedo y tristeza. Amaba al chico pero no era lo suficientemente valiente para aceptarlo. Al conocerlo por primera vez juro protegerlo. Ahora Juliano necesitaba protección... ¡pero de él!. Sus decisiones le hacían daño y no podía remediarlo.

— valla, valla, ¡el gran alfa está con cara de perro retado!- el alfa se dio la vuelta y se encontró con el brujo Maledón frente a frente. Debió de hacer aparecido súbitamente.

—¡necesito estar solo!- ordenó al brujo. Álvaro lo miró sonriente y no se movió.

— ¡problemas en la cama!- afirmó al fin.

— ¿que sabes tú sobre eso?- preguntó Victorio molesto.

— demasiado- el brujo se colocó a su lado- está molesto por tu desconsiderada

mentira.

— me ayudas en mucho brujo- escupió el alfa.

— si, las defensas están casi listas y mí segunda parte del trabajo es proteger al Omega... ¡adivina qué!... ¡tú me obstaculizas el trabajo!.

— ¡no se qué hacer!- gruñó el alfa.

— eres el alfa de alfas y ¡no conoces nada del poder!. En vez de casarte con quién sea la chica, podrías casarte con el único Omega varón en cien años. ¡el poder y el prestigio que te daría eso!. ¡Le temes al poder!.

— ¡hice una promesa!... ¡prometí a mí padre casarme con esa chica!.

— y los alfas de alfas después de las guerras runolobicas prometieron casarse con el primer Omega varón, engendrar un híbrido y terminar cualquier indicio de discordia. ¡Tú eres un alfa de alfas!... ¿dime, vale más las promesas de papi que tu deber de rey?.

— ¡lo amo!- declaró en un susurro el alfa.

— lo sé, no soy idiota. y el también a ti. viene a llorarme por ti casi siempre.

— ella vendrá pronto... no puedo humillarla diciendo que no voy a casarme.

— es hija de un alfa, debe conocer el deber ¿no?.

— ¿que puedo hacer para que me perdone?- preguntó casi desespero el alfa.

— sé romántico, a los Omegas les encanta... y ah... también les encanta que los maltraten en la cama pero supongo que eso ya lo haces.

*****

Juliano fue a desayunar en silencio, consciente que todos lo mirarian a él y se preguntarían ( Maledón en voz alta y burlona) que le sucedía. Grande fue su sorpresa al no encontrar a nadie en el comedor. frunció el ceño y miró hacia dónde se sentaba el alfa. allí había una nota.

La nota decía:

¡sigue el camino de rosas!

Juliano hizo caso a la nota muy sorprendido. ¿Será una especie de broma de Maledón?. Siguió el camino curioso y preparado para cualquier cosa, cruzó casi toda la casa hasta tomar por un sendero que llevaba a los bosques detrás de la casona. Al final del camino le esperaba una sorpresa. En pequeño y pintoresco cenador cubierto de rosas trepadoras blancas y amarillas, lo esperaban Victorio. El desayuno estaba servido en la mesa y el alfa lo esperaba sonriente.

—¿ que es esto?- preguntó el Omega sobrepedido.

— un pequeño gesto para ti- sonrió el alfa- ¡música!- dijo golpeando las manos y comenzó a sonar un violín muy romántico.

— esto es... ¡maravilloso!- dijo Juliano al borde de la emoción.

— prepare tus platos favoritos- Juliano sonrió sin poder controlarlo. Odió y amó a su alfa en partes iguales. El intentaba borrarlo de su corazón para dejar de sufrir por él y puff... Victorio salía con ésto. Se encontró perdonando lo inconsciente mente.

Victorio guió a un muy confundido Juliano a la mesa y le sirvió unos cupcakes de arándanos, dulce de arándano y chocolatada.

— creo que no fuí sincero contigo- comenzó hablar el alfa algo nervioso- yo...creo que siento cosas por tí.... ella solo será un casamiento.... de conveniencia.... jamás la amaré como a ti.

— no sé si pueda aceptarlo- declaró al final Juliano. Le ardían los ojos por las lágrimas.

— no te pido que lo hagas... yo... buscaré la forma de terminar con ésto... ¡te lo prometo!.

— ¿me prometes terminar con ella y convertirnos en esposos?.

— serás mío Juliano y de tu vientre no solo saldrá un salvador y heredero... saldrán las muestras de amor, de nuestro amor- sin contenerse Juliano se avalazo sobre el alfa y lo besó apasionadamente.

— emmm... ¿alfa Victorio?- los interrumpido Lucas.

— ¡estoy ocupado Lucas!- dijo mientras alzaba a Juliano y lo llevaba a una explanada hecha de rocas y bailaba junto a él.

Mientras al violín se le sumaban otros instrumentos, Victorio tomó a Juliano por la cintura y comenzaron a bailar un lento y emocionado vals. Solo se tenían ojos para ellos mismos. El mundo había desaparecido y sólo quedaba la pista de baile.

Perdidos en la magia que los rodeaba, lentamente iniciaron un camino para unir sus labios en otro beso. El beso no llegó. Antes de terminar siquiera el trayecto, Lucas, incapaz de contenerse gritó:

— ¡ya está aquí!.

ambos enamorados miraron a Lucas confusos.

—¿quién?- preguntó Victorio sin soltar a Juliano de sus brazos.

—¡¿amorcito?!- habló una voz chillona desde el sendero. Victorio soltó rápidamente a Juliano.

Apareció una chica morena, salida de la portada de una revista, y se tiró sobre los brazos de Victorio. Sin poder detenerla comenzó a besarlo frente a Juliano sin pudor.

— ¡no sabía que tenías está sorpresa preparada primo!- sonrió malévolo Pablo.

— ¡Satanás!- se quejó Maledón apareciendo detrás de Pablo- ¿tanto alboroto por está?... ¡ el alfa de alfas será recordado como el idiota que se casó con una zorra en vez de venerar al único Omega que queda vivo!.

**************

* rato antes de la interrupción*

Antes de golpear la puerta la chica se dirigió hacia unos árboles.

— ¡ya era hora que llegarás!- habló Pablo.

— ¿tienes todo planeado?- preguntó con impaciencia la mujer.

— ¡solo sigue el plan!.. ¡todo saldrá como esperamos!.

—¡eso espero!, ¡tengo mucho por perder!- dijo en voz caprichosa la Omega.

— te aseguro que tienes mucho por ganar Camila- sonrió Pablo.

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Comments

Car KLove

Car KLove

Ahí lo tenes al PPelotudo! el rey alfaludo!

2024-04-14

0

Patty

Patty

Uuuy es tonta de Camila va hacernos quedar mal a las ecuatorianas/Panic//Panic/

2024-01-27

1

Pipi

Pipi

la promesas siempre se van por el caño un que sean importantes o no, no siempre se pueden cumplir

2024-01-14

1

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