Dos días más tarde Elizabeth despierta con dolores, había sido la primer noche que había dormido completa después de mucho tiempo, pero al despertar supo que se acercaba su hora de ir al parto.
La niñera tenía hijos, así que le dio unos consejos a la hora de dar a luz, y también controlaba sus contracciones, pasaron horas, las contracciones aumentaban hasta que se cumplió el tiempo de pausa entre una contracción y otra que el médico le había aconsejado. En ese entonces se dirigió a la clínica, la niñera paró un taxi y ella se despidió de sus hijos y le dijo... Volveré pronto con su hermanito. Se comportan bien, casi no podía hablar de dolor cuando su vientre se endurecia.
Los niños respondieron casi a coro, mamá estaremos bien. Ellos miraban impresionados a su mamá, veían su rostro de dolor cuando se contraia.
La niñera dijo, Dios le acompañe mujer valiente, vaya tranquila, cuidare de los niños.
En el taxi...
- Señora nadie la acompaña?
-No, nadie, ¿se puede apurar? Por favor. De pronto respiraba con dificultad. El dolor era agudo
-Si señora, dígame si necesita algo más.
La verdad es que ella necesitaba algo que el taxista no podía darle.... Necesitaba a Daniel.
-Gracias. Solo apresurese.
Dijo amablemente,
El taxista podía ver su rostro de dolor y también de miedo, efectivamente ella tenía miedos, no podía controlar esos temores de madres primerizas, tenía experiencia en dar amor y cuidados, pero no en partos, sabía que algunas mujeres sufrían mucho y los dolores que padecía en ese momento la hacían tener más miedo aún.
Finalmente llegó a la clínica indicada, ya no podía caminar... El taxista fue muy amable, la acompañó y pidió en la urgencia ayuda, una enfermera salió prontamente con una silla de ruedas para que ella no camine. Antes de ingresar miró el numero del taxi, se despidió y le agradeció.
La obstetra la revisó y ya estaba en proceso de parto, su dilatación casi justo para pasar a ser atendida, necesitaba a alguien que firme su hospitalizacion pero no había nadie con ella, una enfermera le dijo... Yo lo haré por usted,
Salió de la sala y un hombre dijl
-Señorita, yo firmaré.
su voz era firme.
-ok, quien es usted?
-Su marido.
-Ya era hora de que llegue!!! No sabe que las mujeres en este estado necesitan mucha compañía?
Dijo la enfermera con un gesto de reclamo
-Lo sé, ya estoy aquí.
Respondió casi avergonzado.
No sabía por qué se sintió así de avergonzado.
De inmediato fue a presentar todo para el pago
de la hospitalizaron.
La enfermera lo esperó en el pasillo y le dio la túnica para que ingrese al parto
-Tome, vistase, no creo que deje a su esposa en este momento sola. Apurese que ya pasó a sala de parto.
No le dio ni tiempo de responder.
Mientras en la sala de parto Elizabeth estaba en pleno trabajo, el médico le decía puja, puja, ya casi está listo, ella había pasado las últimas horas con dolor y sin comer, su glucemia había bajado, ella no podía estar sin alimentarse y con tanto nervios y dolor olvidó sus horarios,
Corría peligro ante tanto esfuerzo y el bebé ya estaba a punto de salir de su vientre
Cuando ingresó a la sala ella estaba a punto de desmayar, se acercó, ella extendió su mano casi por instinto tomando la suya y pujo por última vez... Había dado a luz
Él sintió emoción, miraba a ese bebé deslumbrado, era un varón y con rasgos muy parecidos a su padre.
No se había dado cuenta que Elizabeth estaba desmayada, ya no apretaba su mano con fuerza y el médico intentaba reanimarla, volvió en sí cuando la enfermera lo apartó y lo sacó prácticamente a empujones para tratarla.
Su hipoglucemia y su esfuerzo al parir le dejó desmayada, recién había dado a luz y no pudo ver a su bebé al nacer y se encontraba grave.
La enfermera llevó al bebé a neonatología, allí fue alimentado a través del vidrio podía observar como ese bebé se parecía a su papá, no había un razgo de Elizabeth en él.
Pasaron dos días Elizabeth estaba mejorando, aún no había podido ver a su hijo. Despertaba poco tiempo y volvía a dormir, estaba somnolienta.
De pronto el bebé no estaba bien....
La enfermera se dirigió al hombre, le dijo
-el bebé está enfermo, necesitamos que firme la autorización para su atención y los procedimientos necesarios.
-Enfermo? ¿Qué tiene?
-El doctor le explicará, apresurese a firmar coloque el nombre del bebé aquí...
La enfermera Ie indicó con su dedo el lugar donde escribir.
-Y cuál es su nombre?
-qué no sabe el nombre de su hijo? Llega tarde al momento del parto? POR DIOS! ¿QUÉ CLASE DE HOMBRE ES USTED?
Dijo la enfermera enfadada.
De pronto pensó...¿ Nombre? ¿Qué nombre?
Bien... Le pondré el mío y allí lo escribió e hizo los tramites para su tratamiento.
Desesperado volvió a ver la respuesta del médico, el no tenía buenas noticias.
Cuando lo vio salir se apresuró a su encuentro
-Doctor!! ¿Qué tiene el bebé?
-Señor, su hijo está grave...
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Mildred Álvarez
Porqué tanto misterio si es él Daniel
2024-12-22
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