Carlos, Daniel y Elizabeth

Una vez que despertó Elizabeth, su recuperación fue muy rápida, en sólo cuatro días estaba de alta, Carlos se había encargado de alquilar otra casa para ellos, y estaba todo listo para recibirla en su nuevo hogar, ella había visto vagamente a carlos el día que él le entregó el sobre con dinero, después aquella triste noche donde ella había perdido la virginidad, ella sabía que él era uno de los hombres de Daniel.

Sus hijos habían preparado un cartel de bienvenida, estaban con la niñera y al bajar del auto ellos salieron al encuentro, la abrazaron tan fuerte que parecía que la iban a partir en dos! Las lágrimas de Elizabeth rodaron por sus mejillas, Carlos veía esta imagen y no podía dejar de emocionarse, de pronto una voz los interrumpe.

-Bienvenida a casa Elizabeth.

Era Daniel

Carlos sintió rabia de que él estuviera allí. ¿Por qué tenía que interrumpir este momento?

Había pasado casi un mes cuidando de ella y sus "hijos" se había preocupado de todo, y esta vez no por trabajo, sino que así sentía hacerlo y había dejado de sentirse solo, hasta parecía que ellos eran una familia, los niños eran bien educados y tan dulces e inocentes, se podía ver que su vida entera era su mamá, y ahora eran sus pequeños amiguitos, pasaban mucho tiempo juntos cuando Elizabeth estaba internada en la clínica, era natural que después de tantos días juntos, siendo Carlos un hombre tan solitario se sintiera en familia.

-Gracias, no esperaba este recibimiento

Dijo Elizabeth aún con lágrimas en sus ojos.

-Pasa, este es tu nuevo hogar.

Ella tenía un vestido puesto que le quedaba a la perfección, estaba más delgada pero seguía siendo un cuerpo hermoso, el vestido se lo había comprado Carlos para que saliera de la clínica. Y así todo lo que estaba en su nuevo hogar, ya que todo lo anterior estaba destrozado, Sheila le había pedido a los hombres que secuestraron a Elizabeth que rompieran todo a su paso.

Él nuevo hogar era calido, más que el anterior, ella estaba contenta de estar bien junto a sus hijos. Pasó a conocer cada espacio y estaba todo muy bien decorado, los niños le decían mamá esto lo compramos con el tío Carlos.

Ella le dijo.

-Te pagaré cada centavo.

-No es necesario. es mi regalo para los niños.

Dijo Carlos.

-Yo te devolveré lo que has gastado

Dijo Daniel.

Haciendo una negativa con su cabeza, dijo

-No, yo no acostumbro a que me paguen las cosas, yo pago porque no le debo nada a nadie y así ha sido desde siempre, mis hijos son mi carga, yo debo mantener sus necesidades.

-Tus hijos?

Daniel respondió con voz burlona, a él no podía decirle que eran sus hijos biológicos, él tenía más que claro que ella era virgen cuando la tuvo por primera vez.

-son míos, no por parirlos, a veces la vida te da la oportunidad de experimentar este amor sin ser hijos biológicos.

Sintió que era hora de contarles su pasado, serían los primeros y únicos que sabrían la historia. Le pidió a la niñera que lleve los niños al parque y allí comenzó.

Contó sin omitir nada que corresponda a su vida y la de sus hijos.

Carlos, Daniel y Elizabeth hablaron mucho tiempo, ellos se quedaron aún más maravillados con esta mujer, su fuerza para enfrentar la vida, y el amor que tenía para entregarle a esas dos criaturas, era capaz de dejar todo por él cuidado de ellos, ella contó esto con lágrimas en sus ojos,

Daniel a pesar de no poder expresar los sentimientos, en esta oportunidad logró emocionarse, Carlos estaba completamente convencido que esta mujer era la que le había robado su corazón y con justa razón

Ambos la admiraban más.

Luego de terminar, les pidió discreción, se paró de su lugar y fue a su habitación por un momento, Daniel la siguió y detrás Carlos por instinto. En la puerta entreabierta Carlos pudo ver que Daniel abrazaba a Elizabeth y le dijo en su oído, eres una maravilla de mujer! te deseo más que antes. Luego la besó en sus labios.

Carlos sintió dolor en su corazón, estaba enamorado de ella en silencio, no podía decirle lo que sentía, estaba solo destinado a ser su amigo, los celos lo consumían, ¿cómo Daniel, tenía cualquier mujer que quisiera y también a la única mujer que a él le había interesado?

De pronto los interrumpe el sonido del teléfono de Daniel.

Ring, Ring.

-Dime.

Una pausa.... Se pudo ver que nuevamente que Daniel era frío al responder.

-Iré de inmediato

Colgó el teléfono y se dirigió afuera haciéndole una señal a Carlos para que lo acompañe.

-Carlos debes regresar a nuestra ciudad, aquí ya está todo solucionado.

-Jefe, Sheila escapó y me gustaría estar aquí cerca por si algo sucede

-Escapó?? Cómo?

-Cuando la atraparon las autoridades iban con ella y fueron emboscados por los hombres de Sheila. Por eso me gustaría quedarme aquí por la seguridad de Elizabeth y los niños.

-Bien, busca guardias que la protejan y regresas cuanto antes, te necesito en la empresa.

-Gracias jefe.

- Ahora regreso, mi familia me espera...

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