Sin compromiso

Pasaron meses, sus encuentros eran la más esperada vivencia que ambos tenían, su mundo desaparecía cada vez que se veían, era como si sólo existieran ellos solos, vivían a pleno SIN COMPROMISO.

Pero cada vez que que terminaban dichos encuentros Daniel volvía a ser frío, Elizabeth sentía que se estaba enamorando de ese hombre, que cada día lo necesitaba más, pero ¿qué hacía si para él era sólo vivir el momento?

En su mente decía, se saca las ganas y se va. Eso soy yo para él, un instrumento sexual donde podía saciar sus deseos más profundos.

Días más tarde cuando llega el chófer a buscarla para llevarla al encuentro, ve que la puerta de la casa de Elizabeth está destrozada, se acerca a mirar hacia adentro y puede ver que todo está destrozado, no hay señales de que alguien esté allí. le avisa de inmediato a su Jefe.

Ring, Ring

- Señor, la casa de la señorita está destrozada, no hay nadie aquí.

La desesperación que sintió Daniel al escuchar esto fue indescriptible.

-Cómo? Y Elizabeth dónde está?

-ella no se encuentra, no hay nadie aquí, parece que alguien vino y se los llevó.

De inmediato le pidió a toda su gente que investigaran, que buscaran el paradero de ella, preguntó a los vecinos si algo habían visto, nadie tenía datos, ¿quién pudo hacer esto? Por qué llevarse a una mujer que no se metía en problemas con nadie? Estará relacionado con sus "hijos"? Quién se atrevía a tocar a la mujer que estaba con él? Se prometió a sí mismo que la encontraría y tomaría venganza por tocar a su Elizabeth.

Allí tuvo tanto remordimiento,¿porque no investigó a tiempo el pasado de Elizabeth? Quizá hubiera impedir que llegue este momento, y ella estaría a salvo.

Por más que quisiera no había datos de ella ni de sus hijos a plazo largo, un par de registros médicos con tres años de antigüedad de uno de los niños, y vacunas del otro, registros de guardería y escolares de 4 años de antigüedad. Pero a esta altura sus "hijos" tenían cinco y seis años.

De dónde eran? Cuál era su historia tan oculta?

Le dijo a Carlos su asistente.

- te pedí información completa hace varios meses y no me haz entregado nada.

-Señor, no he podido buscar más información

-Cómo no puedes? Acaso no te pago para hacerlo?

-Señor, hay mucho trabajo de cual encargarse aquí en la empresa, y los tiempos no eran suficientes.

No terminó de hablar que Daniel se abalanzó sobre él con un puñetazo, sin dale oportunidad a reaccionar.

-Tu tenias que encargarte de esta situación, de la empresa me encargo yo! Ve e investiga pronto. Usa mis influencias, todo lo que esté al alcance pero traela a salvo o pagarás las concecuencias

Carlos salió de la oficina, casi atónito. Se fue directo a buscar ayuda entre sus contactos, El también quería saber dónde estaba Elizabeth, se preguntó así mismo porque no investigó y se propuso encontrarla antes que nadie.

Tenía influencias, detectives, investigadores, policías que podían ayudarle...

Tres días más tarde.

Sheila veía como las ataduras en las manos de Elizabeth la iban lastimando, sus "hijos también estaban atados" no habían comido ni bebido, la intención de Sheila era que murieran allí, porque desde que Daniel conoció a Elizabeth ya no le compraba los lujos que ella queria mantener, su carrera iba en decadencia, surgían nuevos cantantes y ella está más vieja, tenía 34 años, su belleza se iba perdiendo, ya no era la misma que a sus 20 y sólo se había dedicado a vivir su vida desordenada, y a ser amante de Daniel.

Él lugar donde estaban secuestrados era frío, húmedo, sucio, un lugar abandonado, alejado de todos, había planeado muy bien el secuestro, no había forma que los descubrieran allí.

Los dos pequeños estaban moribundos, Elizabeth sentía impotencia de no poder ayudarlos, le suplicaba que deje a los niños, aunque no entendía porque estaba allí secuestrada, ella no conocía a Sheila. Le dijo

- Si te he hecho algo por favor no tomes represalias con los niños, ellos son inocentes, por favor llevalos a un lugar seguro.

-Callate perra, tus hijos y tú pagarán.

-Que te he hecho?

-Me estás dejando en la ruina.

Elizabeth pensó que era relacionado con su trabajo, como contadora quizá se equivocó en algo, quizá hizo una gestión mal, pero nadie le había dicho nada al respecto.

-Si algo hice mal, lo arreglaré, pero deja que nos vayamos, prometo no denunciar el hecho solo quiero que mis hijos estén seguros.

-Pagarás con tu muerte lo malo que has hecho!!

Dijo Sheila riendo como loca, aquí nadie los encontrará.

De pronto escucharon un golpe, el portón se abrió y entraron los hombres de Daniel junto a Carlos. Sheila intentó esconderse pero era tarde, ya la habían descubierto, la atraparon, Carlos sólo tenía ojos para Elizabeth, se acercó a ella, estaba a punto de desmayarse, ella sufría de hipoglucemia, él no comer y beber a ciertas horas le podía provocar una descompensacion que la dejara en estado de coma. parece que sólo había resistido por sus "hijos" y al ver que la ayuda había llegado no resistió más. Sus pequeños hijos estaban débiles, pero aún podían ser más fuertes que ella. Mamá, mamá...

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