Capítulo 15

- Sí\, creo que podemos confiar en ellos – le

dijo Leila a Valerio

- Leila no seas tonta, no hay nada que nos

indique que podemos confiar

- En eso te equivocas, ellos nos salvaron y te

curaron, incluso se están ofreciendo a ayudarnos, y si lo que pienso es

correcto no lograremos nada sin su ayuda

- Pero olvidas como nos “salvaron”, nadie con

un poder así pude ser una buena persona – dijo Valerio recordando lo sucedido

el día anterior, aun podía oír los gritos de esas personas – seguramente nos

están engañando, tal vez planean matarnos como los hicieron con aquellos

hombres, o algo peor

- Valerio, no seas paranoico, si quisieran

matarnos, no se hubieran tomado las molestia en curarte y aun así lo hicieron –

le dijo Leila a su amigo, aunque ella misma aun tenia esas mismas dudas, pero

había decidido confiar en su instinto y este le decía que podía confiar en ellos,

esperaba no equivocarse ya que había mucho en juego

- Leila confió en ti, y a pesar de que tengo

mis dudas, si tu opinas que son confiables, aceptare y respetare tu decisión,

pero si intentan algo, me asegurare de acabar con sus vidas antes de que puedan

lastimarte

- Gracias Valerio\, ahora hay que oír lo que tengan

que decir,  y también hay que convencerlos

de que nos brinden su ayuda

Y así ambos salieron de la cocina rumbo a la sala de estar

donde los demás ya los esperaban.

Mientras que Leila y Valerio hablaban en la cocina,

Cristian y Selia alanzaron a su hermano

- Rafael\, espera – le dijo Selia al ver que su

hermano no se detenía

Rafael se detuvo y al darse la vuelta vio a sus hermanos

que lo miraban entre confundidos y preocupados

- Hermano ¿Qué te paso ahí atrás? – le pregunto

Cristian refiriéndose a su actitud en la cocina

Rafael abrió la boca para contestar, pero simplemente no sabía

que decir, al ver a Leila abrazar a su amigo un sentimiento horrible se formó

en su pecho, tenía ganas de separarla de aquel hombre y prohibirle que la

volviera a tocar, quería ser el quien recibiera todo el afecto de la chica, y

lo peor de todo es que sabía que no tenía ningún motivo o derecho a sentirse así,

apenas la conocía, literalmente la había conocido ayer, pero al hablar con ella

había sentido una conexión que no espera sentir, parecía que la conocía de toda

la vida y aun así que ella era un misterio que él quería resolver, y podían llamarlo

superficial si así lo querían, pero la chica era hermosa, un hermoso envoltorio

para un regalo aún mejor, con esos hermosos ojos color verdes, que parecía

hechizarlo con una sola mirada, estaba echo un lio y no sabía qué hacer.

Entre Selia y Cristian llevaron a Rafael a una habitación

para tener un poco de privacidad, una vez estuvieron los tres dentro Cristian fue

el primero en hablar

- Ella te gusta ¿no es así?

Rafael abrió los ojos, totalmente sorprendido por la

pregunta de su hermano, ya que era una que se negaba a contestarse a sí mismo

- Yo no lo sé – le contesto Rafael a Cristian

- Si lo sabes, solo que no lo quieres admitir – le contesto Selia

Rafael miro a sus hermanos, sin saber que contestarles, él

estaba tan acostumbrado a ser quien cuidaba y aconsejaba, él era quien hacia

reflexionar a sus hermanos, así que verlos a ambos en ese papel lo

desconcertaba un poco.

- A veces olvido todo lo que han crecido y

madurado – les dijo Rafael a su hermanos

- Gracias\, pero ni creas que nos engañaras para

evadir el tema – le contesto Selia

- Ya oíste a Selia\, contesta la pregunta – le

dijo Cristian.

- Ella me atrae, y si creo que me gusta, pero estoy

sintiendo muchas cosas que nunca había sentido y no sé qué son, y no saberlo me

asusta

- No puedo decirte que es lo que sientes\, pero cuando

conocí a Erick me tomo unos segundos saber me gustaba, y unas pocas horas a su

lado para saber que me había enamorado de él, a veces los sentimientos actúan

rápido y sin avisar, solo hay que aprender a escucharlos – le dijo Selia a su

hermano

- Yo nunca he estado enamorado\, o siquiera he

experimentado algo parecido, pero si algo te puedo decir, es algo que tú nos dijiste

hace ya muchos años, quien no arriesga no gana, así que hermano aplícate a tu

consejo – le dijo Cristian a Rafael

- Gracias – les dijo Rafael a sus hermanos

dándoles un abrazo a ambos

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