Rafael le marco a Miguel, porque a pesar de que los poderes
de Erick, eran más grandes que los de su tío, era Miguel el que más sabia de
magia, ya que este se había estudiado a fondo la magia cuando trabajaba para
William, un hombre sin escrúpulos que solo buscaba lastimar a los demás, con
tal de cumplir con sus objetivos.
- Miguel\, hola – lo saludo Rafael – ya terminaste
los asuntos pendientes para hoy
- Si, al fin logre acabarlos, ¿todavía siguen en
el restaurante?
- No\, ya no
- Que mal, me hubiera gustado poder alcanzarlos
- Y tal vez lo hubieras echo\, pero paso algo y necesito
de tus conocimientos, ¿Qué tan rápido pues venir?
- Lo más rápido posible – le contesto Miguel\,
quien ya se encontraba en medio de la sala, quien al oír la urgencia en la voz
de Rafael no dudo y se tele transporto hasta la casa.
Leila no podía creer lo que estaba viendo, estos chicos no
solo tenían la ayuda de un mago, sino que eran dos, al parecer en este extraño
mundo aun existían los magos
- ¿Qué es lo que pasa? – le pregunto Miguel a
Rafael, acercándose al chico
- Miguel te presento a Leila\, como tú y Erick ella
no es de este mundo, llego gracias a esto – le dijo Rafael a Miguel,
entregándole el collar que Leila le había dado, Miguel tomo el collar y empezó
a revisarlo.
Por su parte Leila se levantó para saludar a aquel hombre, debería
rondar los 40 años de cabello negro y ojos marrones, era un hombre alto de
complexión atlética y postura de guerrero, debido a la manera que Rafael los
presento, Leila pudo descubrir, que ninguno de los dos magos eran parte de ese
mundo, lo cual desechaba su teoría de que en este mundo aun existieran magos.
- Un placer conocerlo señor Miguel, mi nombre es
Leila, princesa heredera del Reino de Luna
- Un placer Leila – le dijo Miguel – así que una
princesa ¿Qué haces tan lejos de casa?
- Es una larga historia – le contesto Rafael a
Miguel, antes de que Leila pudiera hablar – después te la explico Miguel, pero
primero me gustaría saber ¿Qué piensas del collar que te di?
- Esta es una reliquia de magia, parecida a la que
usa Selia – dijo Miguel, refiriéndose al collar que Erick le había regalado a
la chica y que alguna vez había pertenecido a la madre de este – al igual que
el de tu hermana, un mago debió dar toda su magia para crearlo, ya que de no
ser así, la magia en el medallón se perdería rápido, como pasa con los regalos
que le hace Erick a Cristian, y como puedo ver esta es muy antigua, pero debido
a que se le ha dado poco uso, la magia dentro de este, está casi intacta ¿puedo
preguntarte donde la conseguiste? – esto último se le dijo exclusivamente a
Leila
- Me lo dio mi madre, ha pertenecido a su familia
por generaciones
- Ya veo
- ¿y este? – de su bolsillo Rafael saco un collar
muy parecido al de Leila, la única diferencia era que este tenía una piedra magenta
en vez de azul
Miguel tomo el collar y al igual que al de Leila lo revisó
unos pocos minutos.
- Es lo mismo, una reliquia, pero como suelen
pasar con estas, solo sirven para hacer una sola cosa, el primero sirve para
viajar entre mundos, siempre y cuando estos estén relacionados de algún modo,
el segundo aunque también te permite viajar entre mundos, pero este necesita un
rastro de magia para poder ser usado.
- ¿de dónde lo sacaste? – le pregunto Leila a
Rafael
- Me lo dio Erick\, uno de los hombres que te
atacaron lo traía colgado en el cuello.
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