Perdida

Estaba paseando por la orilla del mar, mojandome los pies, en una tarde calurosa de verano en la playa de Barcelona, cuando algo llamó mi atención...la marea estaba demasiado alta, y si no salía rápidamente del agua una ola me arrastraria, pero no fue una ola lo que vi...en él mar se estaba formando un remolino que cada vez se iba haciendo más grande, se que era peligroso pero aún así me adentre más en el mar, pues nunca había visto formarse en el mar un remolino, y quería verlo más de cerca, pero con tan mala suerte que me acerqué demasiado y el remolino me atrapó en medio tragandome.

A continuación me vi cayendo hacia lo más profundo del océano, y de repente el agua del mar desapareció, y me encontré en un lugar seco, y yo ni siquiera estaba mojada, no sabía lo que pasaba ni donde estaba, pero no era la playa dónde estuve, estaba tendida en la arena boca abajo, y no había nadie a mi alrededor, el calor era sofocante, y cuando me levanté había muchas Dunas, estoy en el Desierto? me pregunté a mí misma, no podía creerlo, era imposible, tenía arena en la boca, intenté escupirla...sentía mucha sed, a lo lejos vi que se acercaban dos camellos, probablemente me habían visto, corrí hacia ellos para pedir ayuda a los árabes que montaban en ellos, enseguida se dirigieron hacia mí, aunque llevaban vestimentas de árabe en realidad parecían europeos.

Te has perdido? me dijo uno de ellos riéndose, no sé cómo he llegado hasta aquí, respondi, ellos se miraron el uno al otro pensando que yo estaba loca, por favor... dije, pueden ayudarme?, puedes montar en mi camello, dijo uno de ellos, te llevaremos a nuestro Campamento, como has llegado hasta aquí?, preguntó, no lo sé, fue muy extraño, no sé lo creería si se lo dijera, respondí., está bien, mejor no lo quiero saber, dijo.

Él camello se tumbó para que yo pudiera subirme y el jinete me ayudo a montar, seguidamente emprendimos la marcha hacia el Campamento.

Cuando llegamos me preguntaron si tenía hambre y sed, yo asentí y me dieron comida y bebida, estaba exhausta pensando que no podría volver a mí realidad, no sabía cómo hacerlo, un remolino marino me había traído hasta éste lugar desconocido,

dónde estoy? pregunté, en el Desierto del Sáhara, me respondió uno de ellos, de dónde saliste? andabas perdida en mitad del Desierto...si, dije, fue muy extraño... yo me encontraba en la playa y vi que se formaba un remolino en el mar, nunca había visto nada semejante, asi que me acerqué demasiado y el remolino me envolvió tragandome y me trajo aquí.

Ejemmm, pues sí que es increíble, habló uno, y como piensas volver?, eso quisiera saber yo..., dije llorando, por aquí a veces se forman remolinos en la tierra, igual te sirve para volver, y soltó una carcajada, déjalo ya, le dijo su compañero, no ves que está apenada?, no te rías de ella, vale, lo siento, respondió el aludido, yo estaba consternada, pero como había saciado el hambre y la sed les dije: será mejor que me marche, gracias por la comida y la bebida.

Ellos se despidieron y yo emprendí el camino para encontrar algo que pudiera llevarme de nuevo a la playa.

Seguí andando pero el calor era sofocante y se empezó a levantar viento, la arena se metía por mis ojos y empezó a envolverme dando vueltas a mi alrededor, en ese momento me desmaye, cuando desperté me encontraba en otro lugar desconocido, estaba en la cama en la habitación de una casa, pero en aquel momento no había nadie, pasaron unos cuantos minutos antes de que apareciera por la casa una mujer, hola, me dijo, en qué lugar estoy? pregunté, no lo sabes? respondió la mujer, es obvio que estás en mi casa, no sé de donde saliste, simplemente apareciste en mi habitación, parecías agotada y te dejé dormir, me puedes explicar que haces en mi casa?, lo..lo.. sie..nto, tartamudee, no lo sé...algo extraño me trajo aquí, la mujer no creyó en mis palabras pero no me dijo nada, ahora me voy, la dije, no quiero molestarla más, y me levanté de la cama dispuesta a irme, bien, parece que ya estás recuperada, adiós, dijo la mujer.

Salí de la casa y vi que estaba en una ciudad con inmensas construcciones, y le pregunté a un transeúnte en que lugar estaba, el hombre seguramente pensó que yo estaba pirada, pero me respondió: esta usted en Barcelona, señorita, y se marchó diciendo: pobre chica, habrá perdido la memoria...me alegre al instante,!! aunque no sabía muy bien porqué aparecí en medio de la ciudad y no en la playa dónde empezó todo...

Cuando regresé a mi casa mi madre me esperaba, pero dónde has estado!!? me gritó, llevas días desaparecida y di parte a la policía!!, no te lo creerías mamá, es complicado de contar...pero yo estaba contenta de regresar de nuevo a mi hogar.

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