Desde siempre, Aixa había sido la Reina de las hadas, ella fue elegida por ser la que más poderes tenía, eran las leyes del reino desde tiempos inmemorables, y a pesar de llevar mucho tiempo reinando no había habido enfrentamientos con otros reinos, porque las leyes se habían respetado, y las guerras quedaban en el recuerdo de tiempos pasados, y las demás hadas temían a Aixa y a todas sus estrictas leyes, y no desobedecian por temor a los castigos que infligia.
En primer lugar estaba prohibido que los Elfos de otros reinos vinieran al reino de las hadas, al igual que las hadas tampoco podían acceder a otros reinos, en segundo lugar tampoco podían enamorarse de ningún Elfo, sobre todo porque no podían entrar en el Reino de las hadas, ni ellas en otros Reinos, pero por si acaso desobedecian, la Reina con su poder mágico les quitó a las hadas el sentimiento de poder enamorarse, con lo cual no podían emparejarse porque en el Reino de las hadas solamente existían hadas y no necesitaban procrear ya que su inmortalidad provenía de la fuente de la vida.
Para las hadas estas prohibiciones eran demasiado estrictas, pues prácticamente no podían hacer apenas nada, era como estar prisioneras en su propio Reino.
Mientras, en el Reino de los Elfos Goth estaba muy preocupado por su hermano Leth, que reinaba desde hacía poco tiempo, pues su padre había muerto, pero ocurrió que Leth se hirió en una mano con la espina de una flor que resultó ser venenosa una tarde en que salió al bosque, y desde entonces enfermó y todo su cuerpo había perdido la movilidad, y no conocían de ningún antídoto que pudiera ser de utilidad en su caso, así que Goth pensó que debía ir al reino de las hadas para poder curarlo, hermano, le dijo a Leth, la fuente de la vida que se encuentra en el Reino de las hadas puede salvarte, ya sabes que tenemos prohibido entrar en su Reino, contestó Leth, pues habrá que arriesgarse, respondió Goth, no voy a permitir que mueras, y con esas palabras salió de la habitación de su hermano dispuesto a llevarse un poco de agua curativa de la fuente de la vida.
Por otra parte las hadas ya se estaban cansando de tantas prohibiciones y no estaban para nada deacuerdo conque les quitaran el sentimiento de poder enamorarse, y a una de ellas se le ocurrió acercarse a la fuente de la vida a beber un poco de agua pensando que así podría recuperar su sentimiento perdido, y cuando iba de camino hacia la fuente le pareció que algo se movía entre los árboles...no vio nada y siguió su camino, cuando llegó a la fuente tomó un sorbo de Agua, pero no sabía si resultaría eficaz hasta que encontrara a un Elfo que le gustara y el sentimiento aflorara, o por el contrario tenía qué ser la Reina la que estuviera dispuesta a devolver los sentimientos sustraídos a todas las hadas? no lo sabía, pero por probar no perdía nada, de repente oyó otro ruido y se dio media vuelta, y allí estaba él, un Elfo joven y apuesto, los dos se quedaron mirándose, y aún sin conocerse el enamoramiento fue instantáneo, después de todo beber de la fuente había funcionado.
Qué haces aquí!! dijo el hada, no puedes entrar en nuestro Reino, si se entera la Reina te matará, lo sé respondió el Elfo, he venido a por un poco de agua de la fuente, mi hermano está enfermo, y sé que con ese agua se puede curar, vale, dijo el hada, no seré yo quien te lo impida, pero date prisa y márchate, pueden verte por aquí.
Muchas gracias!! dijo el Elfo, y se apresuró a recoger el agua en un frasquito, pero antes de marcharse, cogió al hada en sus brazos y la besó con pasión, después se fue corriendo.
El hada se ruborizo..
Qué suerte!!! he recuperado mi sentimiento y me he enamorado de ese Elfo!!, se lo diré a las demás hadas que la fuente puede devolver los sentimientos perdidos, y así se quedó hablando sola.
Cabe decir que en el Reino de las hadas los sentimientos no actúan igual que en los humanos, así que ellas pueden enamorarse de los Elfos simplemente con verse, siempre que haya un vínculo fuerte entre ellos que los una.
Cuando el hada Artemia se reunió con sus compañeras les contó que la fuente no sólo prolongaba la vida eterna, también tenía el poder de devolver el sentimiento perdido, y les relató como después de beber de la fuente se le apareció un Elfo y sintió ese fuerte vínculo que sentían las hadas cuando se enamoraban, entonces.... la Reina nos engañó!!, dijo otra hada, según ella sólo servía para la inmortalidad y para curar enfermedades...a saber cuantos poderes más tendrá la fuente... respondió Artemia, de momento nos vamos a beber de la fuente para recuperar nuestros sentimientos dijo otra de las hadas, y así fue como descubrieron el gran potencial de la fuente, porque aunque tenían una extraordinaria biblioteca con miles de libros donde poder consultar todo lo que no sabían, nunca leyeron el libro de las propiedades de la fuente de la vida, y creyeron en lo que les dijo la Reina, lo cual no debieron hacer, entonces Artemia se fue a la biblioteca en busca del libro, pero no estaba dónde debería estar, esa tirana de Asia lo habrá escondido para que nunca descubramos la verdad, pensó.
Al día siguiente Artemia reunió a las demás hadas en un lugar secreto en el bosque, no podía hacerlo en el castillo de las hadas, ya que la Reina Asia sospecharia que algo tramaban, y cuando estuvieron todas reunidas, Artemia hablo: Compañeras os he reunido aquí con el propósito de que hablemos sobre el derrocamiento de nuestra Reina, no podemos seguir así, prisioneras en nuestro propio Reino sin poder salir al exterior, estás loca!! dijo otra hada, y como lo vamos a hacer? ella tiene más poderes que entre todas nosotras juntas, puede que la fuente también la quite sus poderes...respondió Artemia, tenemos que arriesgarnos y recuperar nuestra libertad!!, eso queremos todas, dijo otra hada, pero como el plan no salga bien, nos matará a todas, no hay más opciones, contestó Artemia, o la quitamos sus poderes o seremos esclavas por toda la eternidad.
Se miraron unas a otras antes de decidir lo que harían, y después de un momento tenso convinieron en trazar un buen plan para derrocar a la Reina, una de nosotras, continuó Artemia, deberá ir por la noche a sus aposentos cuando esté profundamente dormida provista de un frasquito de agua de la fuente, y con verter unas gotas en su boca será suficiente para que surta efecto.
Después de concretar el plan regresaron al castillo, pues la Reina las tenía controladas y ya las estaría echando en falta.
Vaya!! os estaba buscando!! dijo la Reina Asia con cara enfurruñada cuando las vio aparecer, estábamos recogiendo polen, respondió Artemia, y la Reina pareció estar conforme con la explicación.
Y así como acordaron, a la noche siguiente , Artemia se ofreció a ir a los aposentos de la Reina para verter el agua en su boca, ya que ninguna otra hada quiso hacerlo, fue bastante fácil, porque la Reina tenía el sueño muy pesado y no se despertaba fácilmente, y a la mañana siguiente las hadas la estaban esperando en el salón del castillo para proceder a echarla un sermón, estaban muertas de miedo por si no resultaba como ellas esperaban, pero ya no había marcha atrás, qué hacéis aquí!! os he buscado por todo el castillo!!, dijo la Reina, Artemia se decidió a hablar: Majestad, mis compañeras y yo ansiamos nuestra libertad y queremos que vos os marcheis de éste Reino, la Reina no daba crédito a lo que estaba oyendo, no podía consentir tanta osadía, y sin mediar palabra intentó utilizar sus poderes para matarlas, pero vanos fueron sus esfuerzos ya que sus poderes habían desaparecido, que me habéis hecho malditas!! dijo la Reina, ya lo sabes, contestó Artemia contenta de que el plan funcionara, desde éste momento quedas despojada de tus poderes y relegada como Reina, serás desterrada de éste Reino y no volverás más, sentenció Artemia, pero la Reina no estaba dispuesta a irse y empezó a insultarlas, no dejándolas más opción que matarla, y todas ellas se concentraron para unir sus poderes y derrotar a la Reina, cuando todo hubo acabado celebraron su victoria alegres por recuperar su libertad y poder volver a enamorarse, pudiendo volar a todos los reinos que quisieran, Artemia volvió a ver a Goth, el Elfo, y se fue a vivir con él a su Reino, y las demás hadas también se emparejaron con otros Elfos y pudieron vivir una vida eterna sin prohibiciones.
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