15

Estaba leyendo los títulos de los libros, ya había escogido cuatro clásicos pero aún quería otros tres, uno para cada día de la semana, considerando que no tendría otra cosa más que hacer.

-¿Puedo preguntarte algo?

-Sí

-¿Por qué no matas como tu familia?

Me tenso al escuchar esa pregunta, es muy personal para mi aunque sinceramente nunca he encontrado la respuesta a eso, he pasado las noches en vela dándole vueltas al asunto una y otra vez, pero jamás encuentro la respuesta.

-No lo sé, no es algo que sea parte de mí, me falta ese instinto asesino, esa necesidad de herir a las personas

-A veces creó que solo estás mintiéndome, haciéndote ver como una chica inocente que se preocupa por los demás pero solo es una fachada para que la gente baje la guardia y ahí tengas la oportunidad de destruirla

-Pues no puedo decirte que pienses y que no, que creas lo que es verdad y lo que es mentira, solo tu tienes ese poder en tu cabeza

-¿Qué se siente vivir con una madre asesina a sangre fría?

-¿Que se siente vivir con un padre violento?

-Touché

Lo miro y está sosteniendo con delicadeza un libro antiguo.

-¿De qué es esa historia? -pregunto mientras me acerco

-Es un libro que me contaba mi abuelo cuando era un pequeño niño, trata sobre un padre que busca venganza después de que un loco matara a su familia

-Vaya, pues me parece que no es una historia para contarle a un niño

-Si a un niño que tiene el futuro de ser un asesino, para que vea a la muerte como algo heroico y no le tenga miedo

-¿Funcionó?

Asiente con la cabeza y va a dejar el libro en un estante especial con vitrina.

-¿Me recomiendas leerlo?

-A menos que te guste la literatura de muertes explicitas y entrar a la cabeza de un asesino profesional con sed de sangre, creo que deberías buscarte otro

-De acuerdo, recomiéndame uno -le sonrío -Pero uno realmente bueno

-No conozco tus gustos, ¿Qué pasa si te doy uno que no te guste pero desde mi punto de vista es el mejor?

-Será interesante saber que es lo que consideras como "lo mejor" -incluyo las comillas con mis dedos sin quitar la sonrisa de mi rostro

-Bien, aquí está -me tiende un libro de la vitrina

La pasta era verde seco con destellos dorados.

-¿Por qué este?

-Pienso que puede gustarte -dice encogiéndose de hombros

-De acuerdo, será el primero que lea

Después de estar unos minutos viendo otros libros regresamos a mi habitación, Bentley caminaba como si nada, como si no trajera una herida de balazo en el abdomen.

-¿Te duele?

-Un poco, pero casi nada

-Pues no aparentas nada de dolor

-Así es como debe de ser

-Yo probablemente estaría en cama sin poder mover un solo músculo, gimiendo de dolor y pidiendo ayuda para absolutamente todo

-Otra cosa que no tenemos en común

-Debe de haber algo que ambos disfrutemos -lo miro -¿Comida favorita?

-Pasta

-Mariscos -le respondo con lo mío sin que me lo preguntase -¿Color favorito?

-Negro

-Amarillo -reacomodo la pila de libros sobre mis manos -¿Película favorita?

-No me gusta ver películas

-¿QUÉ? -pregunto horrorizada

-Son una perdida de tiempo

-¿Enserio acabas de decir eso?

-Sí, lo dije y lo sostengo

-De acuerdo, entonces me rindo, no tenemos nada en común

-Te rindes muy fácil

-Cuando veo que las cosas están perdidas es bueno darse cuenta a tiempo y desistir, porque de todos modos voy a fracasar

-¿Te has enojado porque no me gusta ver películas? -pregunta divertido

-Nunca había conocido a alguien que no le gustara ver películas

-Ahora lo conoces

-Bueno supongo que si no te gustan las películas, mucho menos las series

-Una pérdida de tiempo aún peor

Llegamos a la habitación y como todo un caballero abre la puerta y me deja pasar primero.

-Gracias -le digo con una sonrisa sincera

-De nada, disfrútalos

-¿Cuál es tu libro favorito?

-Quizá algún día te lo preste

-Eso me agrada

-¿Que quieres ser cuando seas mayor? -me pregunta mientras me mira

-Bueno eso es una pregunta difícil y probablemente te de una respuesta larga y profunda, así que quedémonos con que aún no me decido

-Creí que querías ser médico

-Fuiste tu quien te burlaste de mí haciendo ese comentario, yo jamás te dije que quería serlo

-Lo siento, por haberme burlado

-Comienzo a acostumbrarme

-Pues no deberías, no está bien que te trate de esa manera cuando tu me has dado muchas cosas sin esperar nada a cambio

-Tu mismo lo dijiste, nuestras familias son enemigas, eso nos vuelve enemigos

Se acerca un poco mientras nuestros ojos se buscan en el reflejo del otro.

-Eres una enemiga muy bonita, tierna con tu 1.60 de altura

-Mido 1.61 -lo corrijo completamente ofendida

-Perdón no quería ofender a tu centímetro extra -dice conteniendo la risa burlesca

-¿Mides 1.84?

-1.85 -me corrige y ambos contenemos la risa

Y de la nada comienzan a escucharse disparos y gritos donde daban ordenes.

El cristal de mi ventana de rompe en miles de pedazos y dos hombres vestidos de negro nos miran a Bentley a mí.

-¿Quiénes son? -dice Bentley tranquilamente

Uno de los hombres saca un cuchillo y el otro una navaja. Retrocedo unos pasos asustada.

-Tienen un segundo para decirme quienes son o morirán sin ser recordados

Ambos hombres caminan amenazantes hacia nosotros.

Bentley saca el arma que está detrás de su pantalón en la parte de la cadera, apunta y con dos disparos certeros a la cabeza los mata.

-Bien, vamonos -me dice mientras sale

Solo tomo el libro de pasta verde con destellos dorados y sigo de cerca a Bentley.

Al doblar en una esquina un hombre golpea con fuerza en el abdomen a Bentley, justo en la herida, así que se dobla de dolor. El hombre lo golpea en el rostro con una patada.

-¡DEJALO EN PAZ! -le grito furiosa

El hombre me sujeta con brusquedad y me abofetea con fuerza, tirándome al suelo, el hombre me toma del pie y me arrastra, intento patearlo con el otro pie pero me lo sujeta con fuerza, me remuevo como un gusano, completamente desesperada. Veo que Bentley se levanta con dificultad y con el aliento roto. Apunta su arma y le da en la nuca al hombre

Me suelta y cae de lleno al piso, haciendo que su nariz truene horrible contra el piso.

Bentley me levanta cargándome sin la menor dificultad y entrelazando nuestras manos comienza a caminar a toda prisa. Me mete a una habitación completamente blanca sin muebles ni nada alrededor.

-¿Te has hecho daño?

Niego con la cabeza.

-Quédate aquí

-No me dejes sola Bentley

-Deja de ser infantil Daelyn, las balas no te van a dar si te quedas aquí, están atacando mi casa, no puedo quedarme a protegerte

Sus duras y crudas palabras me hicieron sentir mal. Parecía una niñita asustada queriendo que me proteja.

-Sí, tienes que irte -asiento con la cabeza

Bentley se va y voy a una esquinita de la habitación para sentarme y abrazarme a mi misma mientras las lágrimas intentan salir de mis ojos pero me niego rotundamente a llorar, por muy asustada que este no lloraré.

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Comments

Lorena Angulo

Lorena Angulo

debería aprender a disparar siquiera lo necesita por su seguridad

2024-01-19

1

Eberlidis Perez

Eberlidis Perez

y el sistema de seguridad de ellos que?? ya los han atacado dos veces como si nada 🤔

2022-04-20

1

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