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Las horas pasaban y todos estábamos sentados en una sala de espera privada, mientras aguardábamos por las noticias sobre el estado de salud de Bentley.

Un doctor se acerca a paso firme después de hacer una entrada algo exagerada.

-¿Familiares de Bentley Boulanger?

-Soy su padre -dice como una fiera Mr. Boulanger

-Su hijo ha sobrevivido, ha perdido mucha sangre pero gracias a los donadores -nos señala a Balián y a mi con la cabeza -Se ha logrado recuperar, ahora mismo se quedará en observación para vigilar la herida y si es que presenta algún efecto secundario

-De acuerdo -lo mira Mr. Boulanger -¿Sabes lo que te pasará si mi hijo no sale recuperado de este lugar verdad?

-Sí señor

-Mr. Boulanger para ti, igualado -dice molesto -Tu y yo no somos iguales

-Disculpe Mr. Boulanger -dice el medico mientras una gota de sudor escapa de su frente

-Así me gusta

El doctor se va y Mr. Boulanger se dirige a mi con el paso firme y me toma del rostro con brusquedad para que lo mire a la cara.

-Te quedarás con mi hijo, vas a cuidarlo y si haces algo para escapar o para dañarlo morirás tu y tu estúpida amiga llamada Haddie

-No te metas con ella -le digo llena de rabia

-¿O qué? -dice burlesco -¿Me harás algo?

Me trago todas las cosas asquerosas que quiero soltarle en la cara a este mal nacido, pero eso solo empeoraría las cosas y necesito de cierta forma esa cercanía con Bentley para poder hacer que se enamoré de mi.

-Lo haré -digo sumisa -Voy a cuidarlo lo mejor que pueda

-Más te vale, más te vale -me suelta bruscamente y se va con sus hombres de confianza cubriendo sus espaldas con porte galardonado

-¿Te quedarás? -le pregunto a Balián mientras me siento a su lado

-Sí

-¿Por qué no vas a casa?

-Porque no tengo nada que hacer ahí

-Aquí tampoco

-Pero me siento más cerca de mi hermano

-¿Te preocupas mucho por su bienestar verdad?

-Sí

-Me gustaría tener a alguien que se preocupe de esa manera por mí

-Para que alguien se preocupe así por ti tienes que estar completamente seguro de que tu harías hasta lo imposible por salvarlo también -me mira -Es un sentimiento de confianza y seguridad

-Creo que haría lo que fuera por Haddie

-¿Enserio?

-Ha sido mi familia desde que tengo 12 años cuando entre al internado, luego de que toda mi familia me botara por no poder ser como ellos querían que fuera

-Vaya, que profundo

-Lo es, pero no me quejo -lo miro con una sonrisa en mis labios -Adoro a Haddie y se que el sentimiento es mutuo

-¿La crees capaz de matar por ti?

-Jamás se lo permitiría

-¿Y tu matarías por ella?

-Sí

 -¿A pesar de que no puedes hacerlo?

-A pesar de eso, si ella está en peligro daría todo por ella

-¿Eres lesbiana?

-No -le digo riendo -No siempre el amor va a estar relacionado con una pareja sentimental, puede ser un amor de mejores amigas

-Jamás he amado a alguien

-Creo que amas a Bentley, a tu manera, pero lo haces -lo tomo del hombro para darle un apretón cariñoso -Estoy segura de que él también movería cielo, mar y tierra por tu bienestar

Balián sonríe y aprieta con delicadeza y con gesto cariñoso mi mano.

-Eres una buena compañía Daelyn

-Tu también Balián, me agrada tu sinceridad

-Te lo agradezco -dice con una sonrisa

Las horas pasaron y ambos terminamos dormidos en los sillones de la sala de espera privada. Un medico nos había traído unas mantas para poder cubrirnos del frío, además de traer una cafetera llena de café recién preparado y galletas de mantequilla.

***

Me despierto porque alguien abre la puerta de la sala de esperan con cierta brusquedad, me incorporo y es el doctor que está atendiendo a Bentley.

-¿A despertado y me exige ver a alguien o comenzará a hacer un desastre en todo el hospital, crees que podrías...

-Claro

Termino de levantarme y salgo, no sin antes apreciar a Balián durmiendo hecho bolita en la esquina del sofá que estaba enfrente del mío, como un niño gigante indefenso e inocente.

Camino por el largo pasillo, hasta una habitación y al abrir veo a Bentley amenazando a una enfermera con un bisturí en la garganta.

-Baja eso -le digo aterrada por su actitud

Bentley al verme suelta a la enfermera y tira el bisturí al otro lado de la habitación.

-Largo de aquí -dice serio y con la mirada penetrante

La enfermera se va llorando a mar de lágrimas, mientras el doctor va corriendo detrás de ella para intentar consolarla.

-¿Qué fue todo eso? -le pregunto aún impactada

-No querían avisarle a nadie que había despertado, creí que me habían capturado los médicos de Mr. Long

-Tu hermano nos ha salvado

-¿Mató a alguien?

-A un hombre, para robar el auto y poder traerte al hospital con tiempo

-¿Reconocieron a la victima?

Niego con la cabeza.

-¿Dónde está mi familia?

-Tu padre se fue cuando se enteró de que habías sobrevivido y Balián esta durmiendo

-¿Está herido?

-No

-Bien -suspira y se recuesta con una mueca en el rostro.

-¿Necesitas que te traiga algo?

Me mira con los ojos entrecerrados.

-¿Qué? ¿Por qué estás mirándome de esa manera?

-Porque no te fuiste, no has tratado de escapar, eso es extraño

-No podría irme sabiendo que alguien puede necesitar de mi ayuda -me acerco a la camilla y me siento a su lado con mucho cuidado de no lastimarlo

-¿Quien ha donado sangre? -me mira -Porque es obvio que perdí mucha

-Balián y yo

-¿Tú?

-Sí

-¿Por qué?

-Bueno resulta que la necesitabas más que yo en esos momentos

-Mi familia y la tuya son enemigas, no tienes porque ayudarme -me mira con seriedad -Yo no te habría donado sangre

-Lo sé -le digo mirándolo a los ojos -Pero esa es una de las cosas en las que somos muy diferentes, mientras tu quieres matar y solo piensas en venganza, yo quiero ayudar a las personas que lo necesitan sin importar los problemas o diferencias

-Deberías estar estudiando medicina en ese caso

-Lo estaría haciendo si tu familia me hubiera permitido terminar mis estudios

 -Apenas tienes 17 años, no estás tan vieja -dice en burla -Deja de ser tan dramática

-¿Ahora resulta que no se me tiene permitido ni siquiera quejarme de lo que siento?

-Claro que puedes hacerlo, pero en otro lugar y con alguien más para soportarte

-Moribundo tienes mejor carácter -digo parándome de la camilla con brusquedad y con cierto grado de enfado -Espero que te recuperes pronto y deja de actuar como un patético niño violento que no te queda, esa pobre enfermera no te hizo nada

Salgo de la habitación y cierro con fuerza la puerta, para que se entere de lo desagradable que ha sido pasar estos últimos momentos en su compañía.

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