Capítulo 19

Luna se acercó a Eloísa, quien estaba sentada en el sofá con un semblante demasiado cansado.

"Eloísa, ¿No dijiste anoche que llegarías aquí al mediodía?", Luna preguntó mientras veía el reloj circular en su muñeca, que marcaba las ocho de la noche.

"Sí, el avión aterrizó alrededor de las 12. ¿Por qué?", Eloísa se giró para ver claramente la cara de Luna.

"Es que estoy preocupada", Eloísa asintió como señal de que entendía. "¿Ya has comido?" Luna preguntó de nuevo.

Eloísa sonrió antes de negar con la cabeza, desde que había vuelto no había comido nada.

"Cuando Hope está enferma, ni siquiera me acuerdo de comer, ¡Ni mucho menos mi nombre! Siempre olvido todo".

Ahora fue el turno de Luna de negar con la cabeza mientras murmuraba que tal vez Eloísa tenía razón.

"Solo entré en pánico, estaré bien", le dijo a su amiga. "Me pasaba incluso cuando estaba embarazada, nada me sabía bien en la boca, todo lo que entraba terminaría saliendo cada cinco minutos o menos".

Eloísa volvió a hablar cuando vio la mirada de lástima que mostraban Luna y Alex. Incluso Peter mostraba una expresión de culpa y arrepentimiento al mismo tiempo.

"No me miren así", regañó Eloísa.

"¿Qué quieres comer? Déjame comprarte algo", ofreció Peter con la misma expresión en su rostro.

"No es necesario. Todavía no tengo hambre".

"¿Estás segura, Eloísa?", preguntó Luna. "Dime, ¿Cuándo fue la última vez que comiste?"

"No lo sé, lo olvidé", dijo Eloísa encogiendo ambos hombros. "Quizás fue ayer", continuó.

"¡Ayer!", repitió Peter con los puños apretados.

La mujer seguía estando igual que antes, siempre ignorando su presencia.

"Deberías comer ahora", pidió Peter, pero Eloísa lo rechazó de inmediato.

"Voy a desayunar con Hope".

"¿Qué pasa si Hope todavía no se ha despertado? ¿Vas a seguir esperando?", preguntó Alex.

"No importa, tampoco tengo hambre".

"¡Eloísa!".

"No me obligues".

"Pero debes comer ahora", dijo Peter sin querer ser contradicho.

Eloísa sonrió burlona ante las palabras de su exesposo.

"No estás en una posición donde deba seguir cada palabra que sale de tu boca, ¿Sabes? No te encumbres solo porque he sido amable contigo. Es solo una formalidad de mis buenos modales y todos los que me conocen reciben el mismo trato que tú", los tres se quedaron sorprendidos al oír lo que Eloísa dijo.

La madre soltera puede ser una mujer indiferente y con una lengua mordaz, pero su firmeza realmente no podía ser cuestionada.

"Luna, despiértame si Hope está despierta, por favor. Estoy muy cansada", se tumbó en el sofá, realmente exhausta.

Su mente y corazón necesitaban descansar, aunque fuera por un corto período de tiempo.

"Sí, cuidaré de Hope sin que me lo pidas", respondió Luna. Una vez que Eloísa se durmió, Peter se fue.

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El llanto de Hope interrumpió el sueño de Eloísa, haciendo que se despertara por completo.

"¡Hope quiere a mami!".

Peter y Luna se sentían un poco abrumados tratando de calmarla mientras que Alex calmaba a Emily, quien se despertó debido al llanto de Hope.

"Hope", llamó Eloísa.

La voz de Hope era como un hechizo que funcionaba instantáneamente en Hope. Su hija, quien había estado lloriqueando buscándola, se calló cuando escuchó la voz suave y llena de amor de su madre.

"Mami, mi mano duele", dijo levantando su mano con el suero conectado.

Eloísa se acercó mientras Peter y Luna retrocedían, dándoles espacio a las dos.

"Ten paciencia, cariño. Mami te quitará la intravenosa cuando el suero se haya acabado", Eloísa señalaba la botella de suero colgada del poste de hierro. "Ya te lo he dicho, ¿no? No es agradable estar enferma".

Hope asintió mientras alzaba ambas manos hacia Eloísa. Anhelaba tanto el abrazo de su madre.

Eloísa negó con la cabeza mientras pellizcaba la nariz de Hope juguetonamente.

"Después tu mano dolerá más, cariño".

"Hope entiende".

Su hija escudriñó la habitación en la que se encontraba y miró de manera alternante a Alex, Luna, Peter, para luego terminar mirando a Eloísa.

"¡Mamá! ¿Son tus amigos?", preguntó Hope en voz baja, pero aun podían escucharla.

En su pequeña mente, pensó que esas tres personas no entenderían lo que decía, puesto que su madre le había enseñado dos idiomas a la vez, Inglés para la vida diaria y Neerlandés debido a su origen mixto. Por lo que aquello hizo que su hija se convirtiera en alguien muy hábil a su edad.

"Hmm, son amigos de mamá", respondió Eloísa.

"Mamá, ¿Ellos entienden lo que estoy diciendo?", en lugar de responder, Eloísa se rio a carcajadas.

Al parecer su hija quería decirle algo en secreto.

"¿Ustedes entienden lo que acaba de decir Hope?", Eloísa preguntó a los demás.

Tuvo que contener su risa al ver la cara ceñuda y los ojos llorosos de su hija.

"No, no entendemos. En la universidad no nos enseñaron ese idioma", dijo su exmarido.

Peter le dio unas palmaditas a Alex con pesar. Con renuencia, Alex asintió con la cabeza.

"¿Y tú, Luna?, le preguntó a su amiga.

"No, no entiendo nada", respondió Luna.

"Escucha, cariño, ellos no entienden lo que Hope está diciendo, ¿Ahora Hope quiere preguntar algo?", preguntó Eloísa.

Ella sabía que si Hope hablaba así, seguramente había algo importante que quería hablar con ella, pero no quería que los demás lo supieran. En Australia, ella también era así, si alguien la lastimaba o molestaba,ella hablaría con su madre en otro idioma.

"¿Dónde está la muñeca de Hope, mami?", su hija preguntó, haciendo que Eloísa frunciera el ceño.

"¿Qué muñeca?", preguntó Eloísa. "Solo tengo esta de Barbie para ti, cuando te recuperes compraremos otra ¿Sí?", Eloísa tomó la muñeca y se la entregó a su hija.

La cara de Hope se iluminó al ver la muñeca, mirando a Eloísa con esperanza.

"Mami", dijo señalando a la pequeña muñeca. "¡Eres tú!". Hope señaló al muñeco Ken que ya tenía. "¿Él es él?", terminó de decir señalando a Peter con el muñeco.

Eloísa pensó que su respuesta en ese momento era suficiente para callar a Hope, pero hoy demostró que estaba equivocada, su hija había repetido la misma pregunta, especialmente delante de Peter y sus amigos. Realmente se sentía avergonzada en la posición en que se encontraba.

Esperando su respuesta, los dos pequeños ojos brillantes aguardaban. Eloísa sabía que en realidad Hope quería preguntar acerca de Peter, su padre, pero tenía miedo de herir los sentimientos de ella.

"Sí, es él. Puedes llamarlo papá", le dijo Eloísa a su hija, demostrando así su humildad al ver la mirada llena de esperanza de su hija.

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¡Continuará!

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