Capítulo 8

Después de reflexionar sobre lo que sucedió en su relación, Peter decidió visitar a su esposa antes de que su madre lo reprendiera de nuevo. Al llegar frente a la sala de cuidados intensivos, Peter giró suavemente la manija de la puerta para no interrumpir el tiempo de descanso de su esposa e hija.

Cuando la puerta se abrió, Peter vio a Lía acostada y sonriendo dulcemente hacia él, sin prestar atención a la mirada sarcástica de su madre. Peter se acercó a la mujer que era su esposa y le preguntó con frialdad.

"¿Cómo te sientes?"

"¡Estoy bien, gracias! ¿Por qué duraste tanto tiempo en venir con nosotras?", dijo Lías mientras miraba la pequeña cama donde su bebé estaba durmiendo.

Peter solo murmuró algo inaudible mientras asentía con la cabeza. Después de conocer a Eloísa, el comportamiento de Peter no era así, pero al separarse de ella de todo volvió a ser como antes.

Parecía que Lía no significaba nada para él. Por supuesto que le dolía el corazón, pero Lía no culpaba a Peter, ya que sabía que al final sería así, pero ella seguía manteniendo la esperanza de llegar a ser amada por él.

Después de hablar con Lía, Peter se acercó a la cuna donde la niña se movía dentro de ella.

"Hermosa", dijo Peter mientras acariciaba la mejilla de la niña con la punta de su dedo índice. Peter siguió mirando la cara de la pequeña mientras se preguntaba: "¿Cómo será la cara de su hijo con Eloísa? Si su hija con Lía era tan hermosa, seguro que su hijo con Eloísa no sería muy diferente, ¿no?"

"¿En qué estás pensando?", preguntó Peter a su mamá.

La mujer de mediana edad lo había estado observando desde hace un rato.

"Deja a un lado tus fantasías sobre tener un hijo con Eloísa, seis años son suficientes para demostrar que ella no puede darte un bebé como este. Así que debes estar muy agradecido con Lía por estar dispuesta a darte su hijo".

"¡Madre!".

"¿Qué pasa? ¿Hay algo mal en lo que dice tu madre? Debes ser consciente y recordar que tu esposa es Lía ahora, ¡Olvídate ya de Eloísa!. Porque la única mujer que debes amar está aquí", su mamá levantó al pequeño cuerpo que era algo frágil, y se lo entregó a su hijo.

"¡Carga a tu hija!".

"¡Peter no puede, madre!".

Lía, quien había estado callada todo el tiempo, se acercó a ellos y posicionó las manos de Peter para que sostuviera cómodo y seguro a su hija. De modo que él pudiera cargarla de manera segura.

Esta era la primera vez que Peter cargaba a un bebé, estaba muy tenso y no se movía para nada por miedo de que el bebé se cayera.

"No estés tan tenso, acostúmbrate a esto. Porque a partir de ahora la cargarás seguido".

Los suegros de Peter asintieron en señal de aprobación, mientras que Lía estaba muy feliz de ver este momento.

...=======...

Esa noche, Peter se quedó con Lía, mientras sus padres volvían a casa. El ahora padre se encontraba sentado en el sofá de la sala de cuidados intensivos sosteniendo su laptop en su regazo.

"Lo siento, esposo, por mi culpa tu madre te regañó", dijo Lía mientras observaba a Peter, quien se mantenía concentrado en su computadora como si el hombre no hubiera escuchado lo que ella había dicho. "¿Peter?".

"¿Hmm?"

"Peter, ¿Me estás escuchando?"

"¿Crees que soy sordo o qué?", Peter cerró su laptop bruscamente, él cuál estaba en su regazo. "¡No te sobrepases! Conoce los límites y recuerda quién eres. Porque nunca ganarás mi corazón, recuerda".

Peter continuó su trabajo sin preocuparse por los sentimientos de su esposa.

Mientras tanto, aunque se sintiera mal por el trato de Peter, ella no culpaba a su esposo. Porque el hombre ya había sido muy amable con ella.

Aceptó la responsabilidad de otra persona dándole un apellido a su hijo, aunque estaba claro que la bebé no era de Peter.

Lo que Lía lamentaba más en el mundo era el haber decepcionado a sus padres, recordaba con dolor la mirada en sus caras llorosas cuando se enteraron de que estaba embarazada.

Lía era hija única, su padre trabajaba como chófer personal en la residencia de los Collins. Mientras tanto, su esposa era la jefa de servicio en esa casa. Después de que ambos padres se casaran, decidieron emigrar y fueron aceptados para trabajar en la familia de Peter.

Desde entonces, el padre de Lía había trabajado como conductor para llevar y traer tanto a Peter como a su hermana mayor. Mientras tanto, su madre era la encargada de cuidar a quien sería en su futuro su esposo. Llevaban años trabajando para su familia política.  A pesar de que tenían su propia casa y pudieron pagar la educación de Lía, ¿Quién iba a pensar que eventualmente decepcionaría a sus padres cuando fue a estudiar a Nueva York?

...=======...

Esa noche, después de dar instrucciones a su asistente para que llevara a Eloísa a casa y cuidarla bien, Peter fue directamente a casa de sus padres. Cuando llegó, encontró a la madre de Lía llorando.

"¿Qué pasa? ¿Por qué la tía está llorando?", preguntó Peter.

La mujer de mediana edad no respondió. Solo podía llorar y no sabía qué decirle a Peter.

"¡Madre! ¿Por qué llora la tía?", preguntó Peter a su madre cuando esta se acercó a ellos.

"Lía está embarazada", respondió la madre de Peter.

"¿Cómo es posible, mamá?"

"¡Ya ves! ¡Su novio la embarazó!"

"Su padre ya envió a alguien a buscar a ese tipo, pero parece que desapareció de la faz de la tierra", explicó la madre de Peter. "¡Tú también, siempre desapareces cuando hay problemas como este!".

"¡Tuve que salir de la ciudad por una emergencia! Hay un trabajo que tengo que hacer y no puede ser delegado", dijo Peter.

"¿Trabajo o Eloísa?".

"Es trabajo, por supuesto, ¿Por qué preguntas eso, mamá?", respondió Peter. "Y sobre Lía, ¿Qué piensan hacer?"

"Su madre también está confundida, lo mejor que pueden hacer es casarla de una manera u otra. La verdadera pregunta ahora es con quién deberían casar a Lía. ¿Hay algún hombre dispuesto a aceptar a un hijo que no es suyo? ¡No lo creo! A menos que... "

"A menos que qué, mamá?"

"A menos que quieras casarte con ella".

Oír esto sorprendió a Peter y a la madre de Lía, pero Peter rápidamente cambió su expresión sorprendida.

"¡Está bien, lo haré! Pero hay una condición", dijo.

"¿Cuál es?", preguntaron al unísono ambas madres.

"Cuando ese hijo nazca, será solo mi hijo y no de Lía. En segundo lugar, si en algún momento durante el matrimonio nos enamoramos el uno del otro y nos sentimos cómodos, podemos cambiar la primera condición. Si no, y en algún momento encontramos a alguien que amamos, debemos separarnos en buenos términos y el niño seguirá siendo de mi propiedad. ¿Están de acuerdo?", preguntó Peter sin remordimiento. "Si están de acuerdo, pueden comenzar con los preparativos de la boda. Me retiraré a mi habitación".

Peter dejó atrás a las dos mujeres de mediana edad con sus respectivos pensamientos.

La opción que Peter ofrecía no era complicada, pero lo beneficiaba por completo, porque en ese momento quería demostrarle a Eloísa que su palabra podía ser cumplida.

Todo fue aprobado y quedaba demostrado que él nunca tocó a Lía, aunque ella solía usar ropa sexy delante de él en varias ocasiones. Sin embargo, Peter era lo suficientemente fuerte para negarse a sus encantos.

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¡Continuará!

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